Los videojuegos son un medio de entretenimiento muy especial por diferentes razones. Una de las más importantes es la habilidad que tienen para transportarnos a mundos que no podrían existir de otra manera, dejándonos vivir historias fantásticas en las que participamos directamente. Sin lugar a dudas, BioShock se convirtió en una de las series favoritas para muchos de nosotros por lograr ser esos teatros perfectos que nos sumergieron en una realidad de la que simplemente no queríamos salir.
El próximo martes 13 de septiembre nos estará llegando BioShock: The Collection, compilación de sus tres juegos remasterizados que nos permitirá de nueva cuenta visitar Rapture y Columbia en sus mejores versiones. Debido a esto y en caso de que estés interesado en saber un poco más de la evolución de esta maravillosa serie, a continuación te presentamos de manera bastante concisa de qué van cada una de sus entregas, expansiones, novelas y hasta proyectos que nunca vieron la luz.
Irrational Games nació como estudio desarrollador de videojuegos en 1999, manteniendo un perfil bastante bajo gracias a que su trabajo con cosas como Freedom Force y SWAT nunca tuvieron una gran trascendencia. Para 2004, 2K toma la decisión de dejar que Ken Levine y un equipo bastante modesto crearan su propia IP. Tres años más tarde, Bioshock llegó como exclusiva temporal del Xbox 360 sin hacer mucho ruido, asunto que iba a cambiar conforme las personas iban dándole una oportunidad a esta nueva propuesta dentro de los FPS, género que se veía sobreexplotado.
La simple idea de una ciudad bajo el agua nos voló la mente a más de uno, sin embargo, no teníamos ni idea de lo que nos esperaba cuando entramos a Rapture junto con Jack. Explorar los pasillos de esta ciudad en la que vivía una sociedad utópica es algo que jamás se nos olvidará. Los momentos épicos del primer BioShock son incontables, sobre todo por el plot twist que se da cerca del final. ¿Quién no recuerda la voz de Andrew Ryan acompañándonos? Ni qué decir de lo bien que funcionaban los plasmids como mecánica de juego.
A pesar de lo lento que fue creciendo el éxito de BioShock, 2K sabía que tenía algo muy interesante entre manos que contaba con un enorme potencial a futuro, por lo que utilizó a uno de sus equipos internos para crear BioShock 2, pues Ken Levine e Irrational Games ya se encontraban trabajando en lo que sería BioShock Infinite. Para 2010 apareció esta secuela que nos cumplió el sueño a muchos de tomar el control de uno de los temibles Big Daddies.
Sabemos perfectamente que en la parte narrativa, BioShock 2 nos quedó a deber un poco, con todo y que servía como complemento para su antecesor pues nos mostraba sucesos antes y después de él. A pesar de esto, este juego afinó muchos elementos como el control y cómo es que la serie se sentía como FPS. Por alguna razón, existe un rechazo generalizado por este título entre los amantes de la serie, no obstante, te podemos decir que vale completamente la pena, pues nunca hemos visitado lo suficiente de Rapture.
Prácticamente después del lanzamiento de BioShock 2, se nos dio a conocer el proyecto en el que Ken Levine e Irrational Games habían estado trabajando desde que terminaron el primer juego de esta franquicia. El primer vistazo a BioShock Infinite nos dejó con la boca abierta, pues además de lucir un precioso mundo ahora ambientado en un ciudad en las nubes, ponía sobre la mesa ideas verdaderamente interesantes en materia de gameplay con todo este tema del Grapple Hook.
Dejando los años sesenta de lado, en Infinite nos fuimos hasta 1912 para tomar el control de Booker, un personaje que tiene la importante misión de rescatar a una chica cautiva en una torre. La primicia del juego puede parecer simple y trillada, sin embargo, te podemos decir que este juego cuenta con una de las narrativas más elaboradas y bien ejecutadas en toda la historia del medio, pues toca temas complejísimos como la metafísica y teorías sobre universos paralelos. Además de contar con una historia y estilo que te volarán la mente, la creación de arenas de combate lo hacen un FPS sumamente divertido. Sin lugar a dudas una de las obras maestras de nuestros tiempos.
Las quejas un tanto injustificadas por la falta de una historia mucho más elaborada en BioShock 2 llegaron a oídos de 2K, por lo que se decidió lanzar una expansión que buscara satisfacer a los más exigentes. En Minerva’s Den tomamos el control de Subject Sigma, otro Big Daddy del la serie Alpha que debe de descubrir un gran misterio que se encuentra en la computadora central de Rapture. Este DLC es brillante por dónde se le mire, pues nos cuenta algunos de los eventos clave que llevaron a la caída de esta ciudad submarina que con tanto trabajo Andrew Ryan construyó.
El universo de BioShock puede parecer la cosa más enredada del mundo, y a pesar de que en efecto, es algo bastante complejo, todo tiene un orden muy bien definido. Siempre fue evidente que los mundos de Infinite y de los dos primeros juegos estaban conectados, sin embargo, no sabíamos hasta qué punto. Para explicar todo esto, Irrational Games nos entregó Burial At Sea, expansión dividida en dos episodios que justamente conectó estas dos historias que tanto nos maravillaron. Un contenido que simplemente no te puedes perder por nada en el mundo.
La forma en la que BioShock atrapó a muchos de nosotros pocas veces se da, por lo que cualquier oportunidad de saber más sobre el mundo creado por Ken Levine, es más que bien recibida. Sabiendo perfectamente esto, 2K decidió expandir toda esta sensacional historia a través de novelas. La primera de ellas se publicó en 2011 con autoría de John Shirley. En Rapture, se nos cuenta cómo es que esta ciudad fue fundada por Andrew Ryan, dejando las cosas listas para los eventos que vimos en el primer juego de la serie.
Después de los buenos resultados que se tuvieron con Rapture, se decidió que lanzar otra novela de BioShock era una excelente idea. Ahora, con el mismo Ken Levine involucrado en el proyecto y con la colaboración de Joe Fielder, Mind In Revolt nos lleva a Columbia para saber más sobre la historia de Daisy Fitzroy, personaje clave del juego que inicia con una revolución armada contra Comstock. Conflictos políticos y humanos son solo algunas de las cosas que te esperan en este sensacional libro.
Después de un montón de rumores al respecto, en 2008, Take-Two anunció que había llegado a un acuerdo con Universal para llevar a BioShock a la pantalla grande. Un año más tarde, Gore Verbinski, quien fungiría como director, se bajó del proyecto por supuestos problemas con el presupuesto. Para enero de 2010, la cinta había recobrado camino, entrando a fase de preproducción con Juan Carlos Fresnadillo como nuevo director, sin embargo, unos meses más tarde Ken Levine salió a confirmar que todo había quedado cancelado, pues la productora no confiaba en que los $200 millones de dólares que se tenían como presupuesto, se fueran a recuperar en taquilla.
En caso de que no lo recuerdes, en E3 de 2011, el propio Ken Levine apareció en la conferencia de Sony para anunciar que Irrational Games se encontraba trabajando en un BioShcok para PS Vita. En 2012, el estudio se encontraba completamente ocupado terminado Infinite, por lo que el proyecto portátil tuvo que ser detenido indefinidamente. Dos años más tarde, el diseñador salió a decir que las negociaciones entre Sony y Take-Two no habían terminado bien, por lo que el juego difícilmente saldría. A pesar de esto, se reveló que se trataba de un RPG Táctico al estilo de Final Fantasy, el cual, nos contaría una historia antes de lo que vimos en el primer juego de la serie.