La Comisión Europea está contactando a las autoridades de protección al cliente del Reino Unido, Italia y otros países, así como a Apple y a Google para regular las políticas de venta y para que consideren ser sinceros y claros con los consumidores pues los juegos free-to-play suelen tener costos no especificados o incluso cobrar sin autorización.
Por ejemplo, aquellos que se anuncian como gratuitos, sí tienen un costo. Los juegos no deberían invitar explícitamente a los niños a comprar ítems y así persuadir a sus papás de que lo hagan. Las formas de pago deben estar especificadas y no hacer cargos automáticos sin la autorización del usuario. Se busca que los vendedores pongan a disposición un correo electrónico para que, de tener dudas o quejas, puedan ser contactados.
Si no creen que esto es frecuente: Apple ganó 37 mil quejas, todas apuntando que debería haben un password para aprobar la compra de una microtransacción o item.
Es importante que cada producto especifique sus características y que no realice cargos en automático pues muchas veces jugando los niños podrían “comprar” algo, o hasta alguien por error. ¿Creen que la Comisión Europea pueda llegar a un acuerdo con las compañías o simplemente no tener estas políticas permite que sigan ganando dinero? Después de todo, si los trámites son tan veloces como aquí, quizá sea mejor dar por perdido ese dinero y tener más precaución después.
Fuente: Eurogamer