Tras el desastroso estreno, considerado el peor lanzamiento en la historia del estudio, Pete Docter, jefe creativo, ha criticado duramente el rumbo de la industria cinematográfica, advirtiendo que la falta de originalidad podría condenar al cine a una espiral interminable de secuelas y remakes.
En una entrevista, Docter señaló que los estudios han perdido la capacidad de anticiparse a los gustos del público. “Tenemos que descubrir qué quiere la gente antes de que lo sepa. Porque si les diéramos más de lo que ya conocen, acabaremos haciendo Toy Story 27”, dijo, en referencia al exceso de contenido reciclado que inunda las carteleras.
El fracaso de Elio, pese a ser una propuesta nueva, ha sido interpretado como una señal de que el público ya no apoya las ideas originales. Doug Creutz, analista de Wall Street, fue tajante al afirmar que la culpa no recae en los estudios, sino en los espectadores, quienes no respaldan con su dinero las nuevas historias: “No culpen a los ejecutivos, culpen al público”.
Para expertos como Creutz, esta tendencia llevará a los estudios a producir cada vez menos películas originales. Sin nuevos éxitos, argumenta, las compañías verán afectada su capacidad para generar nuevas propiedades intelectuales y mantener su relevancia a largo plazo. La prueba de que la gente no se harta de lo mismo podría recaer en los remakes como Lilo & Stitch y Cómo Entrenar a tu Dragón.
Vía: VD