Desde que la serie de Konami cambió de nombre y ya no la pudimos seguir llamando International Super Star Soccer o Winning Eleven (al menos aquí en América) con tanto cariño, creo que se comenzó a perder algo de la esencia que hacía tan divertidos a los juegos de futbol, en parte, gracias a que la competencia les estaba comiendo el mercado, sobre todo en la parte comercial.
El año pasado con Pro Evolution Soccer 2014, todo apuntaba a que la saga había perdido por completo el rumbo al tener que experimentar con un motor propio pensado para consolas de nueva generación al que aún le faltaba mucho por pulir; sin embargo, luego de pasar un buen rato con Pro Evolution Soccer 2015, puedo decir con mucho gusto que la serie está de regreso en la pelea.
PES 15 regresa de manera importante a sus raíces, esto sin dejar de lado una importante evolución en sus mecánicas y apartado visual. El Build que nos tocó probar fue el utilizado en la Gamescom de este 2014, el cual, a pesar de no contar con muchas opciones, se siente prácticamente listo.
Con el Fox Engine las gráficas lucen en todo su esplendor desde un PS4, se ve mejor que nunca. Ese tema de que casi todos los jugadores a excepción de algunas estrellas lucían como personajes de Metal Gear vestidos de futbolistas, parece que se ha hecho completamente de lado.
En la versión de PES 15 que jugamos sólo era posible elegir entre seis de las selecciones más importantes del mundo, entre las que estaban Brasil, España, Holanda, Alemania, Italia y Portugal, por lo que casi todos los jugadores lucían muy similares a sus contrapartes reales.
Lo que más me sorprendió es la forma en cómo reacciona cada futbolista según la situación que se le presente. Por ejemplo, en un forcejo por un balón, los jugadores se sujetan de la camiseta mientras sus miradas no se despegan del esférico, mientras que en otro evento, uno de mis jugadores controló de manera equivocada una pelota a bote pronto, la cual, pasó por todo su cuerpo mientras éste intentaba controlarlo arqueándose; pequeños detalles que, al final, hacen que la experiencia sea mucho más enriquecedora para los más exigentes.
En cuanto a escenarios, tuvimos la oportunidad de ver el Allianz Arena (casa del Bayern Munich), estadio que se veía muy bien en todo sentido, desde la gradas hasta el perfecto césped. El público reacciona según las circunstancias que se presentan el terreno de juego, realizando acciones mucho más naturales y no tan acartonadas como normalmente sucedía.
Una de las principales razones por la que cada vez me sentía más alienado de los juegos de deportes es que, en un esfuerzo por hacer la experiencia más realista, las mecánicas funcionales y divertidas, se estaban haciendo a un lado.
Por supuesto que PES 15 sigue buscando que cada partido se sienta tal y como lo vemos en la televisión, no obstante, esta vez se ha buscado que el usuario también se divierta.
Esta nueva entrega de Pro Evolution se siente dinámica y fluida, teniendo situaciones que se pueden dar en un partido verdadero. Buena parte de esto se debe a que los tiles del juego han sido refinados, es decir, si la pelota pega en la rodilla de algún jugador llevando cierta rotación, ésta saldrá disparada de manera errática obedeciendo a las leyes de física que nos rigen.
Probablemente, el juego se les pueda hacer un poco lento o pesado a algunos usuarios cuando tomen el control, aunque les puedo asegurar que se acostumbrarán de manera casi inmediata.
Los penales y tiros libres se sienten muy precisos y ya no resulta tan increíblemente complicado meter un gol por estos medios.
De primera instancia podemos estar muy ilusionados con esta nueva entrega de PES, pues todo apunta que FIFA no será el único en la carrera por ser el mejor juego de futbol, incluso de deportes.
Se espera que el demo público (que incluirá varios clubes europeos), con una versión mucho más cercana a la final, sea lanzado en la semana del 17 de septiembre para las consolas de actual generación.