Los videojuegos son una industria y como tal, el negocio normalmente es lo que siempre se pone por delante, sobre todo cuando hablamos de las compañías más grandes. Por tal motivo, el seguir tendencias es algo que podríamos considerar como natural. No es secreto que desde hace años, el mercado de juegos móviles se ha convertido en un verdadero monstruo que difícilmente se detendrá y que incluso, podría ser considerado como el verdadero presente y futuro del medio. Sí, definitivamente Bethesda se había estado tardando en buscar su propia rebanada de pastel y a pesar de que The Elder Scrolls: Legends es un movimiento lógico, muchos siempre habíamos esperado un poco más. The Elder Scrolls: Blades es un genuino intento por llevar la experiencia núcleo de la serie a dispositivos móviles, esto con pros y contras bastante marcados.
Hace unos días tuvimos la oportunidad de viajar hasta West Virginia, Estados Unidos para estar en un muy especial evento para ser de los primeros en el mundo en probar Fallout 76 y además, ponerle las manos encima al más reciente build de The Elder Scrolls: Blades, juego que nos ha dejado con sentimientos de todo tipo por la forma en la que se juega. Claro que técnicamente es impresionante por donde se le vea, sobre todo corriendo en uno de los últimos modelos de iPhone que claro, hacen gala de su avanzado y muy costoso hardware; sin embargo, me queda la fuerte duda sobre si es que Bethesda Game Studios en verdad entiende la manera en la que los juegos de móvil funcionan y sobre todo, qué es lo que un mercado tan masivo como este, es lo que está buscando de un videojuego.
Los teléfonos celulares son herramientas absurdamente prácticas que han hecho aspectos de nuestras vidas considerablemente más sencillos que antes, y por consiguiente, generado una fuerte dependencia. Todo tipo de comunicación, compras, generación de contenido profesional, servicios de localización y transporte, son solo algunas de las cosas que podemos hacer con estos avanzados aparatos portátiles. Además, tenemos el tema del entretenimiento, desde ver películas y series de televisión, hasta tener experiencias de gaming sumamente efímeras, pero también algunas mucho más robustas. Justo en esta última categoría está apostando The Elder Scrolls: Blades.
Sí, estoy totalmente de acuerdo con lo que expreso en el párrafo anterior pero al menos en mi caso, el jugar en un celular nunca ha sido algo atractivo por un par de razones. La primera es que justamente estos títulos “mata tiempo” me parecen sosos y normalmente atados por completo a modelos de negocio free-to-play y microtransacciones, mientras que las supuestas experiencias “hardcore”, tiene el enorme problema de falta de un input decente. Una pantalla táctil no es optima para jugar. Ver tus dedos en la pantalla puede ser un queja menor por la forma en la que te sacan de cualquier inmersión que puedas lograr, pero la poca o nula precisión de los llamados botones o palancas virtuales, hacen, en mi opinión, injugable cualquiera cosa.
De lo que pude probar de The Elder Scrolls: Blades, los problemas de los que te acabo de hablar están sumamente presentes. El título se puede disfrutar tanto en modo horizontal, como en vertical, es decir, lo puedes jugar con una sola mano. Curiosamente, creo que justamente así es como mejor funciona. Tocando el punto al que te quieres mover, haces que tu personaje se desplace, todo en una perspectiva en primera persona. En el combate, haciendo gestos sobre la pantalla atacas, te defiendes o lanzas poderes. Nada sofisticado, pero al menos usable. Cuando estás en landscape u horizontal, controlas todo como si tuvieras dos análogos. Este modo me pareció terrible y cero recomendable. Tan malo como siempre ha sido con otros juegos.
Sobra la estructura del juego, parece que The Elder Scrolls: Blades será bastante lineal, como si siempre estuviéramos dentro uno de los calabozos tan característicos de la franquicia. Dicha decisión me parece correcta tomando en cuenta el tipo de juego que se nos estará vendiendo, pues con controles tan limitados, crear una experiencia en la que la exploración fuera algo importante, generaría más incomodidad de las que de por sí, la propia plataforma ya trae consigo de manera natural.
Una de las cosas que más se nos presumió cuando The Elder Scrolls: Blades fue revelado, es que su presentación visual, aditiva y técnica, estaría muy por encima de cualquier otra cosa que hayamos visto en dispositivos móviles, esto claro, echando mano de los impresionantes procesadores con los que ahora cuentan los smartphones de gama alta. En estos apartados, me parece que Bethesda hizo un grandioso trabajo.
El build que pude probar estaba corriendo en iPhone XS, luciendo verdaderamente espectacular, tanto por el tamaño, como por la calidad de la pantalla. Queda claro que se está utilizando el OLED de ésta para lucir negros sumamente profundos y colores que te llenan el ojo de manera instantánea. Otra cosa que llamó mucho mi atención es la fluidez con la que todo se mueve. A pesar del gran detalles en modelos, iluminación y en general de todos los assets que vemos, el framerate se mantuvo completamente estable en todo momento.
Definitivamente, The Elder Scrolls: Blades es algo que impresiona y que como pocos, aprovecha el elegante hardware en el que está funcionando. Sí es algo avanzando ver un videojuego de tanta calidad gráfica desplegándose en una pantalla OLED casi sin bordes de ese tamaño. El sentimiento de impresión que me dio fue un tanto parecido como aquel cuando vi por primera vez un PSP funcionando con algo como GTA Liberty City Stories, por ejemplo.
Si me lo preguntan, la idea de tener una experiencia del tamaño de algo como The Elder Scrolls: Blades en mi teléfono no me emociona mucho, pues creo que a pesar de lo espectacular que es el juego en toda la parte técnica y de presentación visual, lo poco profunda que parece que será su jugabilidad, lo terminarán convirtiendo en un producto que no supo bien si quería cautivar a las masas, o si de alguna manera intentaba hacer que los fans de la franquicia, se acercaran a este tipo de experiencias.
Por supuesto que aún tenemos que esperar para ver de qué va el producto final para así, poder dar una opinión definitiva al respecto, pero creo que al menos en mi postura personal, prefiero esperar a que llegue a una plataforma como el Nintendo Switch o cualquier otra en la que lo pueda consumir usando un control normal. Digo, el propio Todd Howard apuntó que buscarán llevar The Elder Scrolls: Blades a la mayor cantidad de lugares posibles.
Sabemos que The Elder Scrolls: Blades estará llegando antes de que termine este 2018 a dispositivos selectos de iOS y Android.