Tetris, para mi humilde gusto, es uno de los mejores juegos de la historia. La aparente simplicidad del juego oculta un mensaje brutal. En este, mi primer GameStyle, quiero presentarles el (mal llamado) “Tetris en primera persona“. Sigan leyendo y les explico la onda.
Como bien señala Tim Rogers, Tetris trata sobre la muerte. El juego no te dice mucho: hay dos paredes frías y piezas que caen de la parte superior de la pantalla. ¿Qué hacer? Pues las paredes sugieren que hay cierto orden, así que empiezas a acomodar las piezas para conseguirlo. ¿Y qué pasa cuando por fin logras crear una línea sin huecos? El juego no te recompensa de ninguna manera. No: tu logro desaparece. Te quedas frente a la pantalla con nada más que tus errores. Todo lo que haces bien es removido del juego.
A la larga, la acumulación de tus errores te harán perder. No importa lo que hagas: Tetris tiene todo el tiempo del mundo (la muerte también). ¿Qué nos enseña eso? No tengo espacio aquí para contarles, tal vez en otra entrada…
(Aquí pueden jugar First-Person Tetris).
Tetris ya es un juego en primera persona. La increíblemente genial versión que les traigo en este GameStyle más viene tiene la perspectiva de las piezas, ¿no creen? Es como si te dijeran: “lo más importante de Tetris son los bloques que descienden”. Si se marean mucho, hay una opción llamada Night Mode, que ennegrece todo menos las figuras.
De cualquier manera, es un pequeño jueguito muy bien diseñado y con música retro muy buena (los reto a que en los comentarios me pongan de qué juegos son las tres rolas). Para hacer más eficaz el cambio de perspectiva el (o los) diseñadores agregaron un escenario: una vieja televisión low-res, una videocasetera, y hasta un NES girarán cada vez que rotes una pieza. En ese sentido sí podríamos hablar de primera persona: Tetris es la persona y nosotros, junto con todo el universo, giramos en torno a cada una de sus piezas con tal de intentar conseguir un orden.
Pero bueno: no creer hasta no jugar. Así que mejor métanse a la página y jueguen un rato. Sobra decir que está harto difícil; suerte si logran pasar del nivel 2. Nos estamos leyendo, banda.