El desarrollo de Redfall de Arkane Studios fue supuestamente tan problemático que sus desarrolladores esperaban que Microsoft cancelara el juego después de adquirir la compañía en 2020. Bloomberg publicó un informe después del lanzamiento de Redfall el mes pasado, en el que habló con varias fuentes anónimas familiarizadas con el desarrollo de Redfall. Estas fuentes afirmaron que Redfall luchó con una visión equivocada, problemas de personal y más, y recibió críticas negativas y problemas técnicos significativos.
Al parecer, las cosas se volvieron tan malas en Arkane que, a pesar de haber invertido dos años en Redfall en el momento de la adquisición de Xbox, el personal deseaba que se reiniciara como un juego para un solo jugador o que se cancelara por completo.
El cambio al enfoque multijugador, que supuestamente fue impulsado por la empresa matriz ZeniMax, parecía ser una de las principales causas de los problemas de Redfall. Los desarrolladores que trabajaron en el modo para un jugador de Prey (un formato por el que Arkane es conocido gracias a éxitos como Dishonored) ahora estaban trabajando en un juego multijugador, y Bloomberg informó que el 70% de estos miembros del personal se fueron al final del desarrollo de Redfall.
Se afirma que también hubo problemas para reemplazarlos por las mismas razones: los solicitantes que buscaban ocupar estos puestos eran desarrolladores apasionados por el modo para un solo jugador y no los expertos en multijugador que Arkane necesitaba. Esto llevó a un equipo que supuestamente estaba “constantemente subestimado” y tenía menos de 100 empleados.
Según los informes, el proyecto también carecía de dirección como resultado, con los desarrolladores atrapados entre hacer un juego para un solo jugador o multijugador. Las fuentes afirmaron que la dirección también cambiaba regularmente los puntos de referencia, diciendo un día que Redfall debería ser como Far Cry y al día siguiente como Borderlands, lo que dejaba a los diseñadores sin una idea clara de qué juego estaban haciendo. Microsoft se negó a comentar sobre el informe.
El jefe de Xbox, Phil Spencer, dijo que estaba molesto consigo mismo y asumía toda la responsabilidad por el manejo de Redfall.
“No hay nada que me resulte más difícil que decepcionar a la comunidad de Xbox y ver cómo pierde confianza y se siente decepcionada”, dijo en ese momento.
Esta pérdida de confianza es quizás lo más preocupante para Xbox cuando se piensa en el futuro de Starfield, el próximo RPG colosal del desarrollador de Skyrim y Fallout, Bethesda, que se lanzará en septiembre.
Sin embargo, Spencer intentó descartar las preocupaciones, diciendo que la editorial “hizo un mejor trabajo” al apoyar a Bethesda que a Arkane.
Vía: IGN
Nota del editor: Los pretextos sobran, ¿no creen? El daño ya está hecho, ojalá que Microsoft encuentre la forma de redimirse con su comunidad.