Al final de cada mes, en Atomix reconocemos un videojuego como la selección de los editores. Deberá ser un título cuyo lanzamiento original haya sucedido durante el transcurso del mes y que sea, para nuestro staff, el más relevante de todos. Entre todas las distintas razones que nuestro equipo tomará en cuenta para esta selección están el diseño, excelencia, dirección de arte, funcionalidad, etc.
Y el Editors’ Choice de abril es…
Cambiar, revolucionar o refrescar a una serie con siete juegos en su haber y más de 10 años de historia, suena como una tarea casi imposible de conseguir o que al menos, dejará insatisfecha a una buena parte del público. Después del resultado que se tuvo con Ascension y ya con Cory Barlog de vuelta, Santa Monica Studio sabía que si God of War regresaría, debía hacerlo con un rostro totalmente renovado y a la vez, no perder de vista la esencia y los valores que desde sus inicios en el PS2, la colocaron como una de las grandes franquicias de PlayStation. Nos encontramos en pleno 2018 en medio de una industria que ha cambiado mucho en la última década y que claro, es terreno más impredecible para las súper producciones. Con éste y otros cientos de retos, Kratos ha tenido un retorno triunfal que actualmente, seguimos dimensionando.
Una vez que se nos confirmó que Santa Monica sí estaba trabajando en un nuevo God of War y que claro, el concepto fue mostrado con algo de gameplay, fue inevitable no sentir preocupación ante la posibilidad de que los éxitos de Naughty Dog, hubieran cambiado para siempre la fórmula del dios de la guerra. Sí, sin duda hay influencia de cosas como Uncharted o The Last of Us en la más reciente aventura de Kratos, la cual, nos presenta una muy fuerte carga narrativa con un impresionante desarrollo de personajes, sin embargo, una vez que superas la tercer o cuarta hora de juego, te puedes dar cuenta de que seguimos frente a un sofisticado producto que puso ante todo la famosa jugabilidad con un maravilloso sistema de combate hack & slash, así como un interesante diseño de niveles que sin ser de mundo abierto, sí nos invita a explorar y a avanzar a nuestro propio ritmo.
Luego de haber acabado literalmente con toda la mitología griega, el nuevo universo en el que sería puesto el fantasma de Esparta no sería una decisión simple. Tras haber considerado la cultura egipcia y maya, Barlog se terminó decantando por la mitología nórdica, la cual, fue integrada al mundo de God of War de una manera sumamente limpia y creíble, haciendo totalmente plausible la migración que Kratos tuvo que hacer hasta el norte de Europa en busca de iniciar con una nueva vida. Hablando de nuevos inicios, tenemos que Atreus encaja a la perfección con toda la idea del juego, tanto a nivel de historia, como de gameplay, esto sin mencionar lo interesante y divertido que es ver al guerrero griego en su faceta de padre.
Cuesta mucho trabajo encontrar verdaderos defectos en lo que Santa Monica nos acaba de entregar. Además de haber demostrado que está al nivel de los más grandes estudios de todo el mundo si hablamos de contar una maravillosa historia con personajes que se sienten vivos, deja claro que antes que nada son desarrolladores de videojuegos y que claro, las mecánicas y diseño de niveles deben ser lo más importante de la experiencia. Si a todo esto le pones encima una impactante presentación visual y auditiva que pone en lo más alto las capacidades de un PlayStation 4, incluso en su versión estándar, tienes como resultado a uno de los más grandes juegos de los últimos cinco o seis años que claro, se levanta como el más grande candidato a ser Juego del Año de este 2018. Pensábamos que abril estaría tranquilo, pero Kratos tenía otros planes.
