Decir que un juego es divertido cuando va a llegar al mercado es muy fácil, cumplir realmente con esa promesa no lo es. De forma muy modesta el estudio Vlambeer nos demostró con juegos como Super Crate Box y Luftrausers que sus juegos pueden parecer excesivamente simples, pero ya cuando estás frente a su gameplay te das cuenta que en realidad no necesitas nada más para pasar realmente un muy buen rato. Con la sencillez que los caracteriza además de un diseño fino y bien calculado, es precisamente este estudio independiente holandés quien nos da una de las mejores sorpresas de fin de año con un título que pocos esperaban pero muchos hemos disfrutado: Nuclear Throne.
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En la actualidad existe una gran moda enfocada en crear juegos procedurales –o también conocidos como roguelike en honor al primer título que siguió su estilo– que consisten en tener niveles generados de forma aleatoria con partidas en las que por lo general sólo tienes una vida y puedes durar desde un par de minutos hasta abundantes horas en las que gradualmente te vences a ti mismo llegando más lejos con un poquito de suerte en las misiones que te toca enfrentar. Hoy tenemos frente a nosotros un shooter estratégico que sin lugar a dudas entra entre los mejores juegos de este género: Galak-Z.
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Estamos frente a Flame Over, un juego de acción con vista isométrica que te pone en el papel del bombero Blaze Carruthers, quien tendrá que sacar toda su valentía para apagar un incendio en la torre de Infernal Industries, un edificio de 16 pisos en los que rescatará a los supervivientes y acabará con el fuego.
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