Los primeros días cuando se lanza una consola son mágicos. Los límites aún no están establecidos y realmente no tenemos una noción de lo que es capaz nuestro nuevo hardware. Recuerdo bien que muchos de mis conocidos me juzgaron por ser un early adopter de un Xbox 360 y no los culpo: Kameo no era una introducción a una consola. Fue hasta que me hice de un Fight Night cuando pudimos ver la punta del iceberg de lo que era capaz nuestro nuevo Xbox.
Y de cualquier manera no dejaba de sentirse como un tech-demo. Fueron dos juegos de Capcom los que dieron el pitazo inaugural a la nueva generación: el buen Dead Rising (que todos amamos) y el fantástico Lost Planet: Extreme Condition.
La experiencia del primer Lost Planet tenía una escala a la que en el 2006 no estabamos acostumbrados. Juegos como Shadow of the Colossus nos habían dado una probadita en el PlayStation 2, pero todos caímos rendidos con el goce visual que era una nueva generación de consolas. La capacidad de mutar que tiene Lost Planet es algo que aún hoy en día considero que hizo falta en esta generacíon. Matar Akrids a pie, en mechas, a campo abierto, en cuevas y ciudades fue algo que recuerdo con un muy buen sabor de boca.
(Sinceramente, no quiero hablar de Lost Planet 2. Así que, en el universo de este texto, ese título no existe.)
Algunos de los exdesarrolladores de la serie de Medal of Honor (la pasada, no la actual), se fueron de EA para formar su propio estudio y se hacen llamar Spark (o Spark Unlimited). También son conocidos por haber trabajado en Call of Duty: Finest Hour, así que fue un placer para mí ver su más reciente título en colaboración con Kenji Oguro. Estoy hablando, por supuesto, del ambicioso Lost Planet 3.
De alguna manera, desde el primer momento podemos ver que Lost Planet 3 es algo muy distinto a los primeros títulos de la serie. No sólo me refiero a que claramente se convirtió en un título dirigido a un mercado occidental, lo que quiero expresar es que me muero por jugarlo. Lost Planet 3 fue una de las sorpresas más gratas del Captivate de este año sin lugar a dudas.
Desde los primeros momentos que ví este nuevo título, sentí que su creación estaba a cargo de verdaderos fans de la ciencia ficción occidental. Tonos de Empire Strikes Back se podían oler por sus angostos túneles entre la nieve y personajes con barba en trajes sucios daban un toque de Ridley Scott a todo el ambiente impregnado de Alien. Conocer Lost Planet 3 fue un placer para mí, sobre todo al notar claramente que su (increíble) banda sonora está compuesta por Jack Wall (Mass Effect).
Las tomas se sienten sacadas directamente de estas películas de los ochentas. Hay un nivel de intimidad en este Lost Planet que me toma por sorpresa. No esperaba eso de la serie. No estaba preparado para encontrarme a personajes tan humanos como los que vemos aquí. Durante una de las misiones, podemos ver y escuchar una videollamada de la esposa del personaje principal. Ella le dice lo mucho que lo extraña y la falta que le hace de regreso en la tierra. Nuestro personaje es un obrero que conduce un rig (un mecha gigante).
Lost Planet 3 ocurre antes de los primeros títulos. El planeta tierra se ha convertido en un lugar casi inhabitable, por lo cual la compañía NEVEC está tratando de colonizar el planeta E.D.N. III. Al subirte a tu vehículo, la perspectiva cambia a primera persona, muy en el estilo de los mechas de Killzone. En cualquier momento podrás bajarte y caminar. En algunas ocasiones tendras que hacer uso de estas dos modalidades. Por ejemplo, durante una de las misiones que vimos, una fuerte ventizca de aire frío congela tu rig, por lo que tendrás que bajarte a disparle al hielo de tu mecha (y al mismo tiempo debes cuidar que no estés rodeado de akrids). Esto, por supuesto, es sólo un ejemplo de la codependencia que tienes con tus vehículos.
Todo en Lost Planet 3 se siente real. Es como la palpable ciencia ficción de Ridley Scott: en ningún momento los trajes se sienten forzados o estilizados. El desgaste de todo lo humano se siente natural.
El grappling hook está de regreso y lo utilizarás para llegar a lugares que no podrías alcanzar de otra forma. El tamaño de tu mecha no te permite acceder a todos los lugares, por lo que tendrás que hacer uso de todas tus herramientas según la situación. Una vez que estás a pie y en interiores, la atmósfera se convierte en algo bastante macabro (casi al punto de compararse con Dead Space). Pequeños akrids saltarán a tu cara y el combate es tan cercano a ti que tu rifle o pistola no servirán de nada. Una pequeña retícula se hace presente para dirigir un cuchillazo y, si lo fallas, las consecuencias pueden ser mortales…
Como bien sabemos, los akrid vienen en todos los tamaños posibles. Los más grandes casi siempre son los más difíciles y enfrentarte (a pie) a uno que tiene hasta treinta veces tu tamaño es algo característico de la serie. Los puntos débiles también son gran parte del reto: deberás descubrir dónde están estos lugares. En muchas ocasiones son claramente visibles y, en algunas otras, tendrás que hacer uso de todo lo que está a tu alcance para encontrarlos. Es interesante cómo algunas interminables peleas a pie se vuelven algo completamente diferente cuando te pones al tú por tú en tu mecha (al punto de que disfrutarás destruir las capaz de hielo que cubren sus puntos débiles con el taladro de tu rig).
El hangar en donde está tu rig será el hub central dentro del juego. Podrás interactuar con NPCs e incluso comprar mejoras para tu mecha. La iluminación y el vapor saliendo de todos lados es fan service puro para los fans de la ciencia ficción.
Gráficamente, Lost Planet 3 es impresionante. Siempre me ha fascinado la manera en que se representa el clima en los videojuegos y ver algo tan extremo en un planeta de hielo es mucho más alienígena de lo que pudimos experimentar en los primeros títulos. No estamos en una guerrita de bolas de nieve como en Hoth. Las formaciones de hielo de E.D.N. III hace que estar al aire libre sea instantáneamente una operación suicida.
Siempre es raro cuando una desarrolladora occidental comienza a trabajar en una franquicia japonesa, pero, en este caso, no podría estar más convencido de que es lo mejor que le pudo haber pasado a la serie.
Lost Planet 3 es algo que tienen que ver y escuchar. Les recomiendo ampliamente que lo pongan en su lista de juegos más esperados de 2013. Probablemente sea lo mejor que le pase a nuestras consolas a principios del próximo año.