El jueves 7 de julio del 2011 será recordado como uno de los días más importantes para los amantes de los videojuegos. México se engalanó con la presencia de una de las personas más talentosas e influyentes de la industria a nivel global: Hideo Kojima. Admirado particularmente por su trabajo al frente de series como Metal Gear, ZOE, entre otras, la respuesta del público fue mejor de lo que esperaba Konami y hasta el propio centro comercial.
Kojima arribó el miércoles pasado por la tarde y a pesar de que su estadía en la Ciudad de México fue corta, tuvo la oportunidad de caminar por reforma y por algunas de las calles de la Colonia Roma. Pero fue ayer jueves por la tarde cuando la pasión se desbordó por más de 120 minutos, gracias a los fanáticos. El propio Kojima decidió alargar el tiempo acordado para firmar a 100 personas más. Espero alguno de ustedes haya sido de los afortunados.
México D.F.
Centro comercial Perisur
Hora: 17:00 hrs
Misión: firmar más de 3000 autógrafos en 120 minutos
La misión de Kojima parecía algo que ni el mismo Snake podría realizar. Firmar autógrafos a las más de 2500 personas que se dieron cita en el centro comercial, ubicado al sur de la ciudad, no es una tarea sencilla. La pasión de cada uno de los asistentes era indescriptible, incluso hay quienes lloraron por la emoción. Algunos de los que tuvieron la fortuna de estrechar la mano de Kojima perdieron la capacidad de habla por unos instantes debido a sus nervios, por lo que tuvieron que recurrir al gesto tradicional de aquella cultura, una leve reverencia, como manera de agradecer su visita a nuestro país. Otros tuvieron el temple para verlo a los ojos y decirle en su idioma un arigatoo gozaimasu (muchas gracias), para después bajar de las escaleras del escenario sin poder creer lo que había sucedido.
Los fans le llevaron toda clase de juegos a firmar, especialmente de la serie de Metal Gear, junto a guías y cómics, mientras que hubo otros aventurados que trajeron sus posesiones más preciadas, como muñenos de colección. Algunos se diferenciaban de la multitud con un ZOE o un Snatcher en sus manos. Gente de todas las edades asistieron solos y acompañados. Hasta hubo quienes llevaron a sus hijos, mientras que otros conocieron nuevas personas que compartían una misma pasión. Quién sabe, tal vez hasta surgieron nuevas amistades.
Cuestionar la admiración y respeto que existe por Kojima en todo el mundo sería blasfemar. Hay gente que viajó desde otros estados e hizo filas por más de 15 horas, que pasó hambre, sueño y frustración. Incluso hubo aventurados que emprendieron la odisea de acampar justo a lado del periférico, aguantando la lluvia y ruido de la capital. Todo con el objetivo de conocer a su máximo ídolo por unos cuantos segundos y mirarlo a los ojos para retribur un poco de lo que él les ha dado durante tantos años con cada uno de sus juegos.
Hay quienes dirán que esto fue algo absurdo, que no ameritaba estar formado tanto tiempo ni exponer al cuerpo a mal pasadas, mientras que están aquellos que defienden a capa y espada su amor por cualquiera de los juegos y que bien les valió quedarse bajo la lluvia aunque no pudieron ver a Kojima de cerca.
Este es un claro ejemplo de que las cosas están cambiando, de que Konami a nivel Latinoamérica está haciendo las cosas bien y que nuestro mercado poco a poco ha ido tomando más fuerza. Debe mantenerse así: la visita de alguien como Kojima es una clara prueba de que vamos por el buen camino y, sobre todo, es el inicio para que más personas tan talentosas volteen a nuestra región y vengan a conocer a estos miles o, mejor dicho, millones de empedernidos videojugadores que hay en México.
Si alguien como Kojima pisó tierras aztecas, el futuro luce prometedor y creo que así será, se los puedo firmar. Admiración y mis respetos tienen todos los que asistieron ayer y, en especial, todos los afortunados que consiguieron que esta gran personalidad plasmara su firma en sus objetos.
Kojima: siempre serás bienvenido.