Si alguna vez han aspirado a diseñar juegos, deberían aprender a jugar Magic: The Gathering. Lo digo muy en serio: los elementos básicos de cualquier videojuego pueden ser encontrados en la creación de Richard Garfield. Magic es, nada más ni nada menos, el juego de cartas intercambiables definitivo. No lo digo yo, lo dicen los doce millones de jugadores que año con año, desde 1993, disfrutan de él.
La barrera de entrada es alta. Esto es algo que saben muy bien en Wizards, los editores del juego, y desde hace algunos años han implementado estrategias para que más y más gente se inicie en este fantástico juego de cartas. Les ha dado resultado. Ésta es la reseña de Magic: The Gathering Duels of the Planeswalkers 2013.
Nota: Necesitaría un gran espacio para explicar a profundidad detalles básicos de las reglas de Magic: the Gathering (tal vez lo haga en un futuro próximo, si ustedes me lo piden), así que en esta reseña hablaré de otros aspectos. Además, el título hace un gran trabajo explicando cómo jugar a los neófitos con su tutorial.
Duels of the Planeswalkers 2013 no es un minijuego basado en el universo de Magic. Tampoco es una versión simplificada de sus reglas ni algún otro tipo de disminución de la esencia del juego de cartas. No se los digo sin conocimiento: durante la universidad jugaba más Magic que videojuegos, gastaba más dinero en Magic que en videojuegos y disfrutaba más Magic que los videojuegos. Sé que la comparación es innecesaria, pero soy sincero. La creación de Richard Garfield ha dado a mi vida muchísimas horas de diversión. Guardo todavía mi mazo de goblins, el de reanimación de dragones (con mano perfecta estás frito en el segundo turno), el de control de magos, el blanco/azul/verde para el multijugador y también uno de artefactos con un combo infinito capaz de acabar con un número igualmente infinito de adversarios en el mismo turno.
Hace unos días me quedé jugando Duels of the Planeswalkers 2013 hasta las cuatro de la madrugada. Durante ese tiempo pude terminar la primera ronda de la campaña principal, pulir mi mazo de goblins y probar el multijugador en línea (que estuvo a punto de atraparme por tres horas más). Pero no me adelantaré. Comencemos por lo básico: ¿Exactamente qué es Duels of the Planeswalkers 2013?
Cuando descarguen el juego en su iPad, Xbox 360, PS3 o PC recibirán una espléndida simulación virtual del juego de cartas. El único aspecto que ha sido removido de la experiencia es la posibilidad de comprar boosterpacks o de armar mazos desde cero. La razón detrás de esta decisión suena lógica: si no puedes conservar un ambiente controlado y balanceado de juego, mejor no lo intentes. Aunque sigo esperando la versión virtual del Magic: The Gathering de papel que todos amamos, sé que armar una tienda en línea que venda boosterpacks y cajas es complicadísimo y, no sólo eso, estoy consciente de todas las experiencias que se perderían los que decidan apostar por este imaginario formato digital: ir a la tienda, ver las carpetas de cartas, negociar el mejor precio de esa tierra rara dual que te hace falta, echar la reta ocasional, etcétera.
[Nota: Sí hay una versión virtual del juego completo. Se llama Magic Online y reproduce gran parte de la experiencia del juego físico (incluso hay torneos). Gracias a todos los que señalaron el error.]
En cambio, Duels of the Planeswalkers 2013 intenta cumplir un objetivo más modesto, pero igual de importante: introducir a los nuevos al mundo de Magic y saciar el antojo ocasional de los veteranos que de pronto quieran jugar a las tres de la mañana. El título viene con mazos prediseñados. A medida que avances por la campaña podrás desbloquear más y más cartas y nuevos mazos con estrategias muy distintas. Este título no fue pensado para que pudieran construir su propia estrategia, pues para ello sería necesario tener acceso a la inmensa variedad de cartas del formato estándar actual. Cada mazo que viene incluido en Duels of the Planeswalkers 2013 no te es dado completo. Esto significa que, a medida que ganes duelos, irás desbloqueando más cartas que sólo podrás usar en dicho mazo. Aunque sí puedes alterar de forma significativa su calidad, no podrás cambiar la estrategia central. En cierta forma, desbloquear mazos a medida que avanzas es lo mismo que desbloquear nuevas formas de jugar.
Aquí viene lo engañoso: poder liberar un solo mazo completo te llevará mucho tiempo, a menos que pagues por desbloquearlo de jalón. Yo, por ejemplo, en cuanto obtuve el de goblins y vi que traía dos Piledrivers, no dudé en pagar 80 Microsoft Points para, literalmente, barrer con los oponentes que quedaban en la campaña. No lo tomen como que pagué para ganar: los mazos, aunque sean caros, no se juegan solos. También deberás conocer al menos lo básico del armado para pulir y refinar la estrategia del mazo. Aunque el diseño de juego está pensado para que tu experiencia sea mucho más placentera si pagas, pienso que, a fin de cuentas, el costo total no es elevado.
La esencia del juego está presente en Duels of the Planeswalkers 2013: la desesperación de cometer un mal movimiento, la inamovible e inmisericorde pila de resolución de hechizos, la cuidados asignación de atacantes y bloqueadores, las injustas malas manos, los finales cerrados, las revanchas insólitas… Lo mejor de todo es que no es necesario conocer las reglas a fondo, pues el título hace un estupendo trabajo en arbitrar y regular todo lo que ocurre. Además, los diseñadores del título pusieron un cuidado muy especial en el balance del título. No hay un mazo predominante o que no esté a la altura. El juego de cartas físico tiene un inconveniente muy grande: si tus amigos no están dispuestos a gastar más o menos lo mismo que tú, las partidas serán muy disparejas. Duels of the Planeswalkers 2013 soluciona el problema: todos tienen las mismas herramientas, así que los ganadores son los mejores jugadores.
Además de la campaña principal, que consiste en enfrentar a oponentes (que, por lo general, emplean estrategias muy curiosas) uno tras otro, el título incluye desafíos, una serie de retos con escenarios predeterminados en los que deberás encontrar la jugada precisa para vencer (me recuerda mucho a los ejercicios de ajedrez), multijugador en línea (súper adictivo), opción de crear partidas personalizadas, el modo de juego Planechase (una variante que se disfruta más entre tres o más jugadores, aunque a mí no me atrae tanto porque es muy azarosa) y obviamente un modo de juego campal.
La interfaz y los controles en Xbox 360 están bien diseñadas. Salvo algunas molestias menores, como la incapacidad de hacer zoom fácilmente a cualquier carta en el terreno de juego o algunas extrañas decisiones de asignación de comandos para los botones, la experiencia brilla por el genial diseño del juego de cartas original. En el iPad también tuve oportunidad de disfrutar el título y mi única queja es la baja resolución de algunos fondos (lo probé en mi iPad de tercera generación con pantalla retina; usuarios de un iPad 2 no deberían tener ningún inconveniente). ¿En qué plataforma adquirirlo? La respuesta es sencilla: pónganse de acuerdo con sus amigos y cómprenlo todos en la misma. Las partidas multijugador también tienen el genial modo Two-Headed Giant.
Mi queja más grande tiene que ver con el mazo que uso: los goblins no necesitan las 24 cartas de tierra que el juego forzosamente te hace utilizar. Fuera de eso, alguien que quiera entrar a Magic sin gastar mucho dinero y de buena manera (nunca falta el amigo que te explica cómo jugar, pero que no conoce bien las reglas), no tiene pretexto para no adquirir Duels of the Planeswalkers 2013. Un veterano de Magic tal vez preferirá la versión física del juego y sus posibilidades ilimitadas; sin embargo, como ya lo había mencionado, no hay nada mejor para saciar tu sed de Magic en la madrugada o jugar un rato con las comodidades de no tener que barajar tu mazo o discutir por minucias en la interpretación de las reglas.
En su centro, Duels of the Planeswalkers 2013 es la reproducción virtual de uno de los juegos de cartas más influyentes de las últimas dos décadas. El título brilla por la genialidad de sus reglas y por su sistema de juego, capaz de mantenerse vigente a lo largo de todos estos años. Si tienen algún dejo de curiosidad, no duden más y descárguenlo.
Nota adicional: Escondí en algún lugar de esta reseña un código para descargar la versión de Xbox LIVE Arcade de este título. El primero en canjearlo se lo lleva.