A lo largo de su no tan extensa, pero sí muy interesante historia, hemos visto cómo es que varias series de videojuegos han ido evolucionado de diferentes maneras, unas para bien, y otras con varios tropiezos. Es completamente inevitable que en todo medio de entretenimiento haya secuelas de ciertas obras que tuvieron algún grado de éxito. Dicho tema llega a ser bastante delicado por lo que significa la reinterpretación de tal o cual producto que haya dejado alguna especie de legado.
La idea de una segunda o tercera parte de una franquicia, normalmente debería de tener como objetivo ampliar los conceptos que fueron instaurados por su antecesora y a la vez, introducir ideas frescas que impulsen a la serie en cuestión hacia nuevos horizontes; sin embargo, muchas veces esto se pierde completamente de vista y terminamos teniendo secuelas verdaderamente terribles que no valen la pena. A continuación te presentamos 11 juegos de este tipo que en nuestra opinión, fueron totalmente inútiles.
BioWare se ha convertido en uno de los mayores exponentes de los RPG occidentales gracias al gran trabajo que han hecho con cada una de sus series. Una de sus joyas es Dragon Age, franquicia que recientemente nos regaló una obra maestra bajo el nombre de Inquisition. Lamentablemente, no todo ha sido miel sobre hojuelas con esta saga, pues tan solo vale la pena recordar lo que se hizo con Dragon Age II. Esta secuela dejó muchos de los elementos que hicieron tan buenos a su antecesora para entregarnos un título mucho más orientado a la acción que la verdad, dejó mucho que desear. No fue un juego del todo malo, pero la realidad es que no hizo honor a la serie en la que nació.
Al ser una de las series más exitosas en toda la historia de Capcom, la forma en la que Resident Evil ha sido explotada, ha causado que evidentemente, la calidad de algunos de sus juegos se quede muy por debajo de lo que algunos esperan. Después de la más que sensacional cuarta entrega, se esperaba que al nombre de esta franquicia se le diera un especial cuidado en el futuro. La primera decepción llegó con Resident Evil 5, juego que a pesar de no ser un desastre ni mucho menos, la realidad es que si quedó a deber en todo sentido. El acabose llegó con Resident Evil 6, título que falla en todo lo que intenta, pues la realidad es que tan solo es un montón de malas ideas ejecutadas en un producto con ambiciones inalcanzables para quien lo hizo.
Sabemos bien que el primer Epic Mickey se quedó bastante lejos de ser un platformer en 3D que pudiera competir con sus contemporáneos, sin embargo, la cantidad de fan service que contenía y en general el encanto que se le imprimió para todos los amantes de Disney, lo convirtieron en algo que hasta cierto punto valía la pena. Cuando Epic Mickey 2: The Power of Two se confirmó, pensamos que sería una genial oportunidad para que esta secuela mejorara lo que hizo mal su antecesor. Para nuestro infortunio, la cosa salió aún peor, pues esta segunda entrega perdió completamente de vista las pocas cosas que se hicieron bien en el primer juego.
La llegada de un nuevo juego de Star Wars normalmente es un volado, pues es tan probable que las cosas salgan muy bien, como que salgan verdaderamente mal. El primer Star Wars: The Force Unleashed resultó ser un hack & slash bastante sólido que incluso nos contaba una muy interesante historia dentro de este universo. La idea de una secuela para este juego no sonaba tan viable en la parte narrativa, sin embargo, nuestra sed de más, hizo que varios fuéramos día uno a comprar Star Wars: The Force Unleashed II. Lamentablemente, esta entrega se quedó corta en todo sentido, dejando claro que el proyecto fue apresurado y al final, se nos dio un juego verdaderamente malo en todo sentido.
Si consumías videojuegos durante los años noventa, seguro recordarás de alguna u otra manera a Duke Nukem, FPS que por todo su estilo políticamente incorrecto, dio mucho de qué hablar en su momento. 15 años después, 2K Games decidió lanzar una secuela bajo el nombre Duke Nukem Forever, la cual, por más que intentó retratar toda la esencia de su antecesor y a la vez, meter nuevas ideas, se terminó estrellando catastróficamente al quedarse a años luz de cualquiera de sus contemporáneos. Una de esas secuelas que hubiera sido mucho mejor que jamás hubiera visto la luz.
Para muchos, simplemente no existe juego más importante en toda la historia del medio que Super Mario Bros., esto gracias a la enorme cantidad de aportes y bases que dejó para prácticamente todos los títulos que salieron después de él. Desgraciadamente, la respuesta inmediata que Nintendo le dio al abrumador éxito de este título para NES, no fue la adecuada. Super Mario Bros.: The Lost Levels tan solo rompió la fórmula de su antecesor y le agregó una dificultad que se sentía injusta en todo momento. Claro que posteriormente vimos al maravilloso Super Mario Bros. 2 y al legendario Super Mario Bros. 3 que sí consiguieron expandir todo el legado de una de las primeras aventuras de Mario.
Cuando el Nintendo 64 se encontraba en todo su apogeo, Rare encontró la manera de hacer que los FPS funcionaran en una consola casera, asunto que por supuesto, los PC Gamers veían como algo completamente imposible. Goldeneye y Perfect Dark se convirtieron en verdaderos clásicos y cuando el estudio pasó a manos de Microsoft, se decidió lanzar una secuela para este último. Los cambios que hubieron al interior de los creadores Donkey Country, terminaron afectando lo que fue Perfect Dark Zero, un título verdaderamente mediocre por donde se le viera que acabó siendo una gran decepción a quien esperaba el regreso de esta serie.
Sin temor a equivocarnos, podemos decir que Silent Hill es una de las franquicias más amadas de todos los tiempos, esto gracias al gran cuidado que Konami había tenido con ella, al menos hasta su cuarta entrega. Al ver el éxito que estaban teniendo los nuevos Resident Evil gracias a la nueva aproximación mucho más apegada a la acción que Capcom le estaba dando, lo también dueños de Metal Gear Solid decidieron probar por este camino. El resultado fue el terrible Silent Hill: Homecoming, juego que además de salirse por completo de la fórmula que hacía tan grande a la franquicia, presentaba errores técnicos y de gameplay muy marcados.
El pasar de 2D a 3D fue por demás complicado para toda la industria. Hace unos años vimos a géneros enteros hundiéndose en el olvido gracias a que nunca se encontró cómo hacerlos funcionar en las nuevas tecnologías. Tras un par de intentos con resultados mixtos en los hack & slash, llegó Hideki Kamiya con Devil May Cry para demostrar que este tipo de juegos podían funcionar en un ambiente tridimensional. Evidentemente, las expectativas por una secuela se encontraban por las nubes, pero por diferentes malas decisiones a nivel de diseño, Devil May Cry 2 se convirtió en una verdadera decepción.
Al ser una de las franquicias mejor vendidas de toda la historia y al lanzar un juego nuevo cada año, el nombre de Call of Duty siempre ha causado mucha polémica. Actualmente, los diferentes caminos que ha tomado como serie cada vez son más complicados de diferenciar, en parte gracias a lo que se hizo con Black Ops II. Después de que su antecesor nos pusiera en medio de un muy interesante escenario ambientado en plena guerra fría, se nos entregó un juego muy mediano con ciencia ficción bastante genérica y olvidable. Sin duda alguna, este un ejemplo perfecto de secuela que nunca tuvo razón de ser.
Assassin’s Creed es otra serie que siempre ha dado mucho de qué hablar gracias a la sobreexplotación de la que ha sido víctima por parte de Ubisoft. Desde ya varios años, nos ha quedado claro que la serie necesita de un descanso para redefinir sus objetivos, sobre todo después de lo que fue la tercera entrega de su serie principal. Luego de alcanzar su pináculo en la segunda parte, esta nueva página en la historia de los asesinos se quedó corta en todo sentido, presentando una aventura para el olvido.
