El esperado arribo de Tekken a las consolas de actual generación

Tekken es una de esas famosas series de videojuegos que, por alguna extraña razón, todavía no daba el salto hacia la actual generación de consolas. Aunque la icónica franquicia de peleas de Bandai Namco goza de una gran popularidad en el mundo y se posiciona como una de las IP que más apoyo recibe por parte de su compañía, ésta aún se resistía a contar con una nueva entrega que pudiese aprovechar las capacidades de los sistemas de juego caseros de hoy en día.

¿A qué se debe esta situación? Las razones de ello son muy debatibles pero, ciertamente, la principal causa que lo impedía era el propio productor de la serie, Katsuhiro Harada, quien sabía que la llegada de Tekken a consolas actuales no podía ser cualquier cosa. Por ello y para ir preparando lo que sería la versión casera de su nueva entrega, el creativo lanzó primero en 2015 una versión para arcades en la cual fue trabajando sobre la marcha y experimentando con todas las ideas que planeaba incluir en el aclamado juego.

Es así como ahora, a más de dos años de la salida del juego en arcades, Bandai Namco por fin nos trae la altamente solicitada versión para consolas de Tekken 7. Sin embargo y aunque esto no podría tenernos más felices resulta imposible no hacerse una inevitable pregunta: ¿En verdad valió la pena la espera? Bueno, eso es lo esta reseña buscará responder.

La conclusión de la saga Mishima

En su momento cuando se le cuestionó a Harada sobre los planes que tenía para Tekken 7, éste respondió que una de las principales ideas que intentaría plasmar en éste sería la conclusión de la saga de los Mishima, la cual ha regido a prácticamente toda la historia de la serie desde sus inicios. Obviamente hacer esto no sería una tarea sencilla y fue por ello que tanto el productor como su equipo se tomaron su debido tiempo para diseñar un modo de juego con el que pudiese darle un cierre digno. Lamentablemente esto no les salió del todo bien.

Estructurada a manera de capítulos, el modo historia de Tekken 7 se centra en el conflicto existente entre Heihachi y Kazuya – padre e hijo que han mantenido una violenta rivalidad que data desde el primer juego de la franquicia – y a la forma en la que ambos buscarán darle fin al intentar acabar el uno con el otro. No obstante y dado que las ambiciones de los dos son inmensas, su lucha irá paulatinamente involucrando a varios de los personajes de Tekken que se les unirán por cuestiones personales y, posteriormente, al planeta entero que se verá amenazado por su odio desmedido. Para darle mayor variedad ésta, la modalidad también cuenta con algunos episodios alternos que se desarrollan paralelamente a los de la trama principal y en los que participan el resto de los peleadores que, aunque no intervienen en el conflicto, se ven indirectamente influenciados por lo que acontece en éste.

Los fans seguramente ya sabrán más o menos que esperar de esta modalidad: una historia sumamente exagerada con situaciones inverosímiles que justifican de manera absurda las peleas que aquí se realizan; vaya, lo que se podría esperar de cualquier juego de peleas (y en especial de Tekken). Irónicamente el tono con el que se aborda su trama no es el mayor defecto que ésta tiene sino la forma en la que se nos presenta el relato, la cual se hace desde la perspectiva de un periodista que investiga el conflicto.

Debido a esta aproximación la narrativa se siente floja, aburrida, poco inmersiva  y con varios altibajos que rompen con el ritmo de todo. Aunado a esto, la manera tan extraña y desordenada en la que se exponen muchos de sus secuencias hacen que la historia se llegue a tornar un poco confusa y hasta incongruente.

Para ser una de las cartas principales del juego el modo historia de Tekken 7 deja a deber bastante. Si bien reconozco que ésta cuenta con muchos aspectos que la hacen lucir increíble – como sus secuencias animadas altamente detalladas o sus ilustraciones dinámicas – y expone momentos que a los fans les encantarán, éstas acaban siendo opacadas por su narrativa que, en definitiva, pudo haberse abordado de forma más inteligente.

Fácil de jugar, pero difícil de dominar

Más allá de lo decepcionante que llega a ser su campaña la principal fortaleza que tiene Tekken 7 recae, como se esperaba, en su jugabilidad. Para quienes no estén familiarizados con éste les platico que Tekken consiste de un título de peleas en 3D de 1 vs. 1 y en el que podemos desplazar a nuestros personajes hacia cualquier dirección. Sus controles se encuentran conformados por cuatro botones con los que controlamos cada una de las extremidades principales de los peleadores (brazos y piernas) y que podemos combinar de múltiples formas para crear variados combos y ataques poderosos que se sienten muy pesados.

Junto a todo lo anterior, los controles se ven complementados por mecánicas adicionales que expanden aún más su jugabilidad. Algunas de éstas son el Rage Mode, fase en la que los peleadores aumentan notablemente su poder por tiempo limitado una vez que llegan a un punto bajo de su barra de vida; las Rage Arts, ataques nuevos y poderosos con animaciones originales que consumen la etapa del Rage Mode; o los Power Crush, movimientos que absorben los embates de nuestros oponentes (más no el daño que causan) y que nos permiten seguir atacando sin detenimiento alguno.

Si tuviéramos que describir a Tekken 7 de alguna manera sería como un juego que es fácil de jugar pero sumamente complicado de dominar. Pese a que sus controles en apariencia son relativamente sencillos de conocer y adoptar, cuando nos ponemos a analizarlos a profundidad y a ver los múltiples ataques que pueden surgir de sus combinaciones nos damos cuenta de la inmensa cantidad de comandos que cada personaje tiene a su disposición y con los que es posible experimentar dentro de cada pelea. Y si a eso le sumamos que ésta es la serie que quizá más énfasis hace en el timing (precisión) en el que se realizan sus movimientos, nos topamos con uno de los títulos que más reto le ofrece a quienes se disponen a perfeccionarlo.

Otro aspecto que complica más la dominación de los controles del título es su elenco de múltiples personajes. Para esta entrega el juego tiene un total de 37 peleadores distintos de los cuales nueve son completamente nuevos y uno más es un invitado especial: Akuma de Street Fighter. Comparado con otros juegos los combatientes de Tekken 7 son únicos, todos se manejan de manera diferente y sólo unos pocos comparten apenas y contadas similitudes. Si eres un jugador novato que tiene la intención de adentrarse en el título entonces es prácticamente un hecho que perderás muchísimo tiempo probando a cada uno de los peleadores hasta que encuentres a aquel que se acomode a tus necesidades.

Con toda la explicación que ofrecí seguramente ya te quedó algo muy en claro: Tekken 7 no es un juego tan amigable con los usuarios nuevos. Sí, es un hecho que éste lo puede jugar cualquier persona y brindará diversión a quien sea que le ponga las manos encima, pero eso no quita que su curva de aprendizaje sea más agresiva que la de otros exponentes del género y eso, a la postre, termina por afectar un poco al producto en sí. Si planeas entrarle de lleno entonces te sugerimos que tengas mucha paciencia y tolerancia a la frustración, en especial cuando te adentres a sus modos en línea.

Retomando el camino de las modalidades, otras opciones de juego individual presentes son algunas que son indispensables en un título de peleas como el Arcade, que se estructura por cinco combates consecutivos y de los cuales los dos últimos son contra jefes; el modo de Práctica en el que puedes pulir tus movimientos y combos; y el Vs. que también puedes disfrutar en compañía de otra persona. Junto a éstos también se añadió uno nuevo conocido como Treasure Battle, que no es otra cosa sino una variante de las peleas convencionales en las que, si logramos salir vitoriosos, seremos recompensados con múltiples artículos especiales para personalizar a los peleadores o las identificaciones online. Por mucho este último es quizá, junto a los modos de historia y el online, al que más tiempo le invertirán los jugadores por lo adictivo que llega a ser.

Pasando al multiplayer online, éste sigue siendo el rey de todo el juego y la razón principal por la que los seguidores de Tekken acudirán a este nuevo capítulo, aún y a pesar de que sólo cuenta con lo más básico. A saber en su interior encontraremos opciones de juego como Pelea libre, combates ankeados, torneos que pueden ser personalizados con nuestras propias reglas o sesiones con lobbys privados. Puede que como tal éstas no sean muchas pero son funcionales, y eso le bastará a muchos para no salirse de éstas.

Un aspecto que quisiera destacar de este apartado es el de la conectividad del juego. En mi experiencia del juego nunca sufrí de problemas de conexión y jamás experimente lag durante mis peleas. Más bien en donde sí experimenté ligeros conflicto fue al momento de encontrar partidas, lo cual no me extrañó en lo absoluto si considero que probé del título antes de que saliera a la venta. No dudo que esto se corregirá una vez que el juego salga a la venta.

Una presentación desbalanceada pero cargada de fanservice

Hablando de su presentación, Tekken 7 también sufre de un desbalance perceptible que lo coloca en una situación controversial. Por un lado sus cinemáticas y diseño de niveles son sorprendente y cuentan con una gran cantidad de detalles que las hacen lucir increíbles y como si exprimieran un alto potencial de la plataforma en la que juegas. Infortunadamente no se puede decir lo mismo de las animaciones al interior del juego del diseño de sus personajes, los cuales por momentos denotan que no están del todo pulidos o que se les invirtió una menor atención y tiempo de trabajo. Toda una pena que viene a demeritar su bella imagen general.

En cuanto a su música, el soundtrack del juego mantiene el mismo estilo electrónico que ha acompañado a todas y cada una de las entregas de Tekken y que la han convertido en uno de los máximos referentes del género. Eso sí, nos resulta imposible sentir que éste no trasciende en lo absoluto y que solamente se diseño para ambientar las peleas con el ritmo por el que se distingue la IP. Por suerte esto se compensa un poco (al menos dentro de la versión de PS4) con una opción adicional de Jukebox que permite que elijamos el repertorio de melodías de cada juego que queremos que se escuche en lugar de éste.

Finalmente y no menos importante, un último apartado que no puedo dejar de mencionar es el de su galería de coleccionables. Como si se tratará de un tributo, Tekken 7 tiene muchas de las ilustraciones y cinemáticas que vimos en juegos previos y que podemos comprar con el dinero que obtenemos tras cada pelea. Así mismo y como ya se ha vuelto costumbre, también regreso la tienda de accesorios en la que se venderán muchísimos objetos con los que podremos personalizar a cada un de los peleadores y dotarlos con un estilo único y hasta alocado. Lo mejor de esto último es que todos los artículos se conseguirán con dinero del juego y no con microtreansacciones.

De esta forma Bandai Namco no solo se encargo de complacer a los fans con mecánicas de juegos profundas y modos de juego funcionales sino, incluso con contenidos que apelan al fanservice de una manera más que original.

Tekken 7 es un juego que cumple con todo lo que se propone pero que no logra sobresalir de la manera en la que muchos hubiesen deseado. Su gameplay sigue siendo sublime, divertido, adictivo y sumamente profundo, cuenta con modos de juego funcionales que nos permiten vivir combates plagados de adrenalina y presume de una presentación que hace uso de varios elementos altamente detallados. Lamentablemente los modos de juego que ofrece no se salen de lo básico que hemos visto en otros títulos similares y las pocos que son nuevas no logran hacerlo sentir diferente.

Quizá los más decepcionante de toda su presentación recae en la que se perfilaba para ser su mayor fortaleza: su modo historia. Aunque ésta no es mala, en definitiva pudo haber sido trabajada y estructurada de mejor manera para así darle un cierre más digno a la saga que buscaba finalizar.

Si eres fan de Tekken entonces ten por seguro que Tekken 7 te dejará satisfecho; cuenta con todo lo necesario para mantenerte entretenido por mucho tiempo y te llevará a enfrentar a una de las comunidades más asiduas que hay dentro del género. Si por el contrario tenías la intención de hacer de ésta tu primer acercamiento con la serie puede que al final del día su elevada dificultad o sus contadas modalidades no sean factores que te convenzan de quedarte a combatir por mucho tiempo.