Review – Animal Crossing: Pocket Camp

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Cuando Nintendo anunció hace casi dos años que trasladarían sus propiedades intelectuales a los móviles, todos imaginamos que sería de la forma que siempre quisimos: títulos como Super Mario Bros. en un simple port, a un precio adecuado, que fungiría como una mina de oro que desplazaría, de una buena vez, a todos los emuladores que pululan en plataformas iOS y Android. Como te habrás dado cuenta, el plan era completamente distinto; adoptar a sus personajes en mecánicas que tuvieran sentido respecto a los géneros que más se consumen en los móviles, como los runners (Super Mario Run) las aplicaciones sociales (Miitomo) y los RPG (Fire Emblem Heroes) pero existe uno que se esperaba ansiosamente desde el momento en que fue pronunciado: Animal Crossing en la palma de tu mano.

A pesar de que la franquicia tiene pocos años en nuestra región, este simulador de vida es una de las franquicias más extensas y versátiles que podíamos imaginar en los móviles, pues desde el encanto de sus personajes, así como las mecánicas de juego que trabajaba per se, sonaba como la opción ideal para Nintendo. Aunque se mantuvo entre las sombras durante casi un año, fue a través de su propio Nintendo Direct que se le reveló de manera oficial; Animal Crossing: Pocket Camp, así como una fecha de salida en tiempo y forma.

Si eres un seguidor de la franquicia, las posibilidades de que lleves varias horas invertidas en él son sumamente altas (y con justa razón) pero si este es el primer acercamiento que tienes con Animal Crossing, ¿qué es lo que puedes esperar? ¿Qué se esconde detrás de esos rostros enternecedores? Te lo advertimos desde ya: Animal Crossing es una tiranía color rosa.

TODO LO QUE ODIAS DE TU VIDA, PERO CON ANIMALES ENCANTADORES

Animal Crossing: Pocket Camp continúa la línea por la que se le conoce a esta saga, es decir, es un simulador de vida que, a través de diferentes actividades e interacciones con otros personajes dentro del juego y usuarios, vamos obteniendo los recursos materiales y financieros. El objetivo es relativamente frívolo, pero ya que tiene una hermosa máscara que te derrite el corazón y diálogos encantadores, Nintendo ha sabido que la franquicia tome su curso con el paso de los años. En su traslado hacia los móviles, Animal Crossing te enseña a pescar, platicar, cazar insectos, buscar piedras o minerales preciosos y realizar favores a los campistas de diferentes regiones, el cual tiene una estructura fragmentada en comparación a la que se tiene en entregas para sus consolas. Lo primero que harás es crear un personaje a tu supuesta imagen y semejanza, mientras Canela (Isabelle) te da la bienvenida; el resto de los personajes te irán pidiendo desde una manzana hasta materiales como madera o insectos exóticos, lo cual hará que vuelvas con ellos una y otra vez. Cumplir sus exigencias hará que cada uno de ellos te aprecie más y más, representado en un medidor con forma de corazón y que, a su vez, te otorga puntos de experiencia para alcanzar un nuevo nivel.

A diferencia de las entregas para consolas, Pocket Camp rompe el flujo del juego en un esquema bien conocido entre los móviles: la segmentación de las sesiones y tiempo de juego. Es decir, cumplir una serie de requisitos por parte de algún campista te llevará a un punto en el que no puedas satisfacer más de sus caprichos, por lo que te verás explorando y conociendo a otros animalejos en sus respectivas parcelas. A su vez, cada uno podrá ser tu invitado de honor en tu campamento, el cual está conformado por una caravana, una casa de campaña, un jardín y una zona para asados, todos y cada uno de ellos pueden ser editables y, claro, ¡con opciones varias de inversión!

Y es que ser un adulto nunca ha sido fácil, pero si lo haces de la mano de Canela, Tom Nook y K.K. Slider, poco a poco te irás sumergiendo en esta tiranía color rosa. Como ya lo mencionamos, la exploración y el progreso se ven interrumpidos por estos enormes lapsos de tiempo para crear objetos aunque, por fortuna, no aplica para todos; por ejemplo crear una nueva silla tarda seis horas, mientras que una nueva casa de campaña se eleva hasta 12 horas. El resto de los elementos es relativamente rápido de hacer, pues crear una nueva maceta con vegetación oscila entre los dos y tres minutos, mientras que un tapete nuevo no supera el minuto. Como lo mencionamos, tu caravana también se puede personalizar y ampliar con el equipo de OK Motors; el primer servicio será gratuito, pero de ahí en adelante, deberás pagar cada centavo de todo lo que pidas. Es posible pedir una especie de financiamiento (les dijimos que era como la vida real) algo que sonará más que familiar para todos los jugadores de antaño de Animal Crossing, pero que creemos que es importante mencionar.

AVANZA, DESCUBRE Y COMPARTE

Las actividades, objetos y zonas se van agregando conforme avanzas en los niveles de afecto en general, pues la minería solo te permite entrar pagando unos cuantos billetes o haciendo que una cantidad determinada de amigos te ayuden. Este es un aspecto importante a diferencia de su iteración más reciente, New Leaf, pues agregar y convivir con otros jugadores se hace de manera aleatoria o, si así lo deseas, a través de un código que se asigna de manera automática en la aplicación. Este código se puede compartir en Twitter o Facebook, con una conexión directa desde Pocket Camp, incluyendo opciones para bloquear o eliminar a algún “indeseado”. Asimismo, los que ya estén registrados en My Nintendo, serán capaces de ligar su cuenta con la app, pudiendo llevar su progreso de un sistema a otro y obtener recompensas dentro del juego, tal y como Ubisoft lo hace regalándote contenido especial con monedas por seguir sus títulos.

Y ya que hablamos de billetes, seguro te estarás preguntando qué tan fuerte es el enfoque en gastar dinero real dentro de este Animal Crossing y la respuesta es sencilla: mucho. Como ya te platicábamos, el juego tiene una libertad aparente que se controla por la cantidad de encargos y creaciones que puedes ordenar al buen Al, que se controlan también por casillas. Si deseas realizar más de dos objetos o mejoras de mobiliario, el juego te pedirá billetes para activar una segunda casilla y no será nada barato, pues los paquetes de billetes van desde los $19 hasta los $759 pesos en teléfonos Android. Creo que aquí existe un rasgo muy interesante respecto a los móviles y es que, cualquiera que venga de jugar exclusivamente en consolas o PC, se sentirá timado y quizás enojado con estas requisiciones y avance a cuentagotas. Sin embargo, haber tocado al menos algún otro título de este tipo, sabrás que la paciencia es la clave para no invertir ni un centavo en este paraíso de animalejos; es importante comprender que este esquema de negocios no es extraño en los videojuegos, pero en los móviles podría dar una primera impresión de prácticas predatorias.

Animal Crossing: Pocket Camp cuenta con un esquema que parece dar la impresión en la que todo se realiza de manera rápida, pero es mejor ir saboreando poco a poco para tener un progreso constante, sin tener que invertir dinero real. Es por ello que conectarte diariamente te otorgará una serie de bonificaciones, que generalmente son materiales como algodón, madera, conservas y esencias, importantes para crear y atraer a otros amigos u animales a tu parcela. Dentro del mismo menú, Canela te notificará sobre los retos diarios y generales en la app, que van desde invitar a otros amigos, usar objetos especiales, pescar 50 peces o visitar otras zonas, en fin. El apartado multijugador te permite visitar a otros campistas y no solo eso, sino interactuar con ellos (en frases predeterminadas, eso sí) felicitarlos y un adquirir materiales o cualquier otra cosa que se les ocurra en el bazar, que no siempre reflejará la realidad de lo que deseas. Ya que el usuario puede ponerle el precio que desee, habrá uno que otro que se quiera hacer el astuto y cobrar cantidades exorbitantes por un melocotón. ¡Aguas con eso!

Una característica diluida, pero que nos agrada que se haya incluido es la de la armonía entre la línea de muebles y diseño que puedes lograr en el juego, la cual proviene del spin-off Animal Crossing: Happy Home Designer. En Pocket Camp se ofrecen colecciones etiquetadas como Coqueto, Natural, Deportivo y Atrevido, que va de la mano con la estética y tema de los muebles y accesorios, así como los otros campistas: Jairo, Minina, Tere, Apolo, Eloísa y más. La buena Canela, Nendo, Betunio y las Hermanitas Manitas tendrán su propio lugar en el Mercado, donde podrás ponerle precio a un mueble o ropa que ya no desees, mientras que los accesorios cambiarán según el día. Los fines de semana también cambiarán los personajes, así que el concepto se mantiene fresco y, como siempre, haciendo que regreses para enterarte de las novedades. Ojalá que en este aspecto, Nintendo hubiera incorporado notificaciones como lo hacen otros juegos, para así saber cuándo se cambian los objetos o si ya se terminó de crear la silla que pediste hace muchas horas.

DEVORANDO TU PLAN DE DATOS Y BATERÍA

Por otro lado, ya sea un problema de verificación con el servidor o que se necesita una conexión a Internet prácticamente impecable y obligatoria, sufrimos algunos errores en el juego, usualmente al momento de realizar compras importantes como una nueva casa de campaña o viajar a una zona por primera vez. Eso sí, nunca sufrimos de información dañada y nuestro avance permaneció intacto. Y si algo nos resta ánimos para jugarlo muy seguido, es irónico que Pocket Camp consuma una cantidad inmesurable de datos, procesador y batería de tu teléfono, lo cual lo convierte en un monstruo que no perdonará los fallos en redes como la que tenemos en gran parte de México o teléfonos con poca batería. Nintendo parece estar al tanto de esto, pues ofrece un modo para ahorrar datos con la advertencia de que “se puede ver afectado en el desempeño del juego”; cuando lo probamos, sin duda el flujo era paulatino y las verificaciones que antes eran relativamente rápidas llegaban a congelar unos cuantos segundos la diversión entre los campistas.

UN SIMULADOR DE VIDA QUE NO OCULTA SUS DESEOS CAPITALISTAS

Seamos sinceros: Animal Crossing siempre se ha tratado de llevar prácticas de la vida diaria que odiamos, como hacernos de deudas y pagarlas haciendo el trabajo duro mientras buscamos el afecto y la aceptación de todos. Pero es su encantador mundo, la música enternecedora y su humor lo que lo convierten en un título exitoso y que enamora casi cualquier pupila.

Entre todos los títulos que Nintendo trasladaría a los móviles, Pocket Camp es el que más sentido tenía para hacerlo precisamente por todo lo que simboliza: una experiencia de la vida diaria, sin caer en lo intrusivo, que te invita una y otra vez a sumergirte en su capitalismo color rosa.

La primera impresión de Animal Crossing: Pocket Camp es que está infestado de micropagos para acelerar los procesos, pero esto es totalmente evitable si conoces el esquema de negocios, has tenido la paciencia con otros títulos de su tipo y, por supuesto, llevas bien puesta la bandera en contra de invertir dinero real dentro de cualquier app o videojuego.