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PS4
Ubisoft Montreal
Ubisoft
14/02/2017
Con el paso de los años, Ubisoft ha sido bien conocido por sus juegos que ponen a la historia de la humanidad como lienzo para disfrutar de distintas experiencias, Assassin’s Creed nos demostró que hay mucho potencial cuando se ponen sobre la mesa distintos momentos históricos que nos llevan a universos que existieron en algún momento pero actualmente sólo quedan en los libros que nos permiten abrir esa ventana al pasado.
Luego de que el año pasado descansara Asssassin’s Creed con sus ya más que gastadas entregas anuales, era momento de ofrecerle al jugador algo fresco y fue así que nació For Honor, nueva propuesta desarrollada por Ubisoft Montreal que nos presenta ahora en lugar de un juego de acción y mundo abierto para disfrutar en solitario una experiencia enfocada a la competitividad de una manera que no solemos ver muy constantemente entre los juegos contemporáneos.
Presentado en E3 de 2015, For Honor nos dejó muy claro desde un principio que uno de sus principales objetivos es hacernos sentir en un campo de batalla histórico; en aquel momento vimos una disputa dentro de un castillo en el que el sonido del acero chocando entre espadas, armaduras y escudos creó un ambiente que desde su apartado visual ya es muy atractivo a quienes disfrutan de los juegos ambientados en los momentos que representa.
Con el paso del tiempo fuimos conociendo mejor la propuesta de For Honor, a diferencia de los juegos de los Asesinos, el propósito del juego no fue tanto contarnos una historia que hiciera referencia a un momento específico, sino más bien simplemente divertirnos con un sistema de combate muy original disfrutando de batallas multijugador aunque la narrativa quede en un segundo plano.
Dicho todo lo anterior es importante mencionar que For Honor, aunque tiene su campaña, no es ese juego de acción lleno de momentos cinemáticos que nos cuente una gran historia, más bien es un campo de batalla en el que se reúnen guerreros de todo el mundo a representar a Caballeros, Samurais y Vikingos en peleas entre sí para demostrar quienes son mejores en el arte del manejo de las armas. Su corazón es el sistema de combate en sí que nos permite encuentros muy cerrados al pelear contra otros jugadores, y aprovecha el conocimiento que se ha generado con muchos juegos multijugador como los shooters para incluir modos de juego dinámicos en donde todos los guerreros puedan demostrar su valor.
Si buscas ser el mejor en el manejo de las espadas, hachas, katanas y escudos contra combatientes de todo el mundo, For Honor te puede agradar, en esta reseña vamos a describir todo lo que nos ofrece el juego para que sepas si en un mes tan apretado de grandes lanzamientos es el juego que has estado buscando.
Hemos dejado claro que For Honor es un juego cuyo verdadero potencial está en el multijugador, pero eso no te impide jugar en solitario siempre recordando que es indispensable estar conectado a internet en los servidores de Ubisoft para disfrutar de cualquier modo de juego.
Como se prometió, For Honor incluye un modo campaña y puedo decirles que les recomiendo mucho disfrutar del mismo para familiarizarse con las mecánicas del juego.
Mi temor respecto a este modo antes de que el juego se estrenara era de que la historia no tuviera mucho sentido, finalmente ¿cómo haces una justificación histórica más o menos creíble para entender por qué se están peleando caballeros, vikingos y samurais en el mismo campo de batalla? El resultado era lo que nos temíamos, algo que realmente no sorprende por su coherencia, sus personajes son sumamente olvidables y en general no es algo que podamos considerar como destacable dentro del paquete, pero eso no quiere decir que todo ande mal con dicha campaña.
La campaña es corta, incluye tres capítulos en los que seguimos la historia de caballeros, vikingos y samurais por separado en el orden que los he nombrado, cada facción con su propio capítulo que a su vez se divide en distintas misiones, nada que no puedas terminar en menos de 5 horas. La historia propone que Apolión, señora de la guerra y antagonista del juego, cansada de que las diferentes facciones vivan en paz efectúa varias acciones para generar el caos y una nueva era donde domine la guerra tanto al interior de los tres grupos como entre las distintas faccciones, es así que te enfrentarás tanto a tu propia gente como a los demás; esto en general justificaría la guerra eterna que se vive en el multijugador.
Si bien les digo que no me parece muy buena esa justificación para el juego, lo que sí les puedo afirmar es que la campaña está bien hecha en cuanto a su presentación, viene acompañada con muy buenos cinemáticos, buenas actuaciones de voz en inglés o español latino y en general una increíble ambientación que nos hace sentir siempre dentro de una batalla histórica.
Todavía más valor que lo anterior lo tiene el hecho de que es un buen “muestrario” de muchas de las posibilidades dentro del gameplay que aplicarás en las batallas del multijugador. Primero que nada, te hace pasar por una gran cantidad de los héroes de las tres facciones, algo que te permite conocer cuáles son los movimientos, debilidades, ventajas y particularidades de cada uno de ellos, y definitivamente es mucho mejor que el juego nos lo presente de esta manera a que sólo lo haga en extensos tutoriales o videos explicativos, me parece un gran acierto que el equipo de Ubisoft Montreal se tomara el tiempo de elaborar una campaña para introducir a los jugadores a las principales propuestas de gameplay del título.
Además de lo anterior, debo decirles que si bien no todo en la campaña es tan dinámico o emocionante como nos hubiera gustado, llega a tener una que otra batalla contra jefes bastante interesantes con algunas mecánicas creativas. Sin hacerles muchos spoilers sólo debo comentarles para ejemplificar que me gustó cuando el juego nos puso a jugar sobre el hielo en el capítulo de los caballeros teniendo que estar al pendiende sobre cómo estábamos parados o también cuando se nos hizo escoltar un ariete poco más adelante; viendo ese tipo de cosas es una lástima pensar en el resultado que pudo haber tenido For Honor como experiencia para un solo jugador, pero insisto, realmente ese no es el objetivo del juego.
Dentro de la campaña, como en prácticamente todos los juegos de Ubi, tenemos coleccionables, tienes que estar atento a todo el entorno pues eventualmente verás pequeños ojos que al pulsar un botón te darán información sobre la facción y la historia en general; esos datos me gustaron más porque realmente hablan un poco de la manera en que se distinguían estos grupos de guerreros en la realidad. También tenemos en cada nivel un número determinado de “rompibles”, una serie de vasijas con un coleccionable en su interior que te impulsarán a explorar más cada uno de los mapas con el objetivo de hacerte con todo. Como sea para los que les gusten este tipo de dinámicas, pueden tener en ellas un poco más de rejugabilidad que alargará la experiencia de dicho modo de juego.
En general, les repito que la campaña me parece un poco hueca en su narrativa injustificada pero buena como muestrario de las posibilidades del juego y tutorial del sistema de batalla y el uso de proezas acompañado de escenas vistosas. Además de ello es posible practicar por tu cuenta con bots programados exactamente a tu manera como solemos hacerlo en los juegos de pelea, y es bueno también que se haya incluido la posibilidad de que todos los modos multijugador puedas disfrutarlos en solitario contra bots, de manera que puedes entrenar a tu ritmo, con la ventaja de que esas partidas te darán ganancias y experiencia en la misma manera en que lo haces al jugar contra otros jugadores.
La dificultad del juego no es muy elevada, les recomiendo que a menos que sean jugadores muy novatos intenten jugar la campaña en la máxima dificultad (realista) desde un principio, en ese modo se elimina la interfaz obligándote a leer la defensa y los ataquets de tu rival observando sus movimienos en lugar el indicador, algo que definitivamente te entrenará para los verdaderos desafíos que lleguen al jugar contra otras personas.
Hablando de jugar en solitario, algo que sí extrañé muchísimo es un modo offline del juego, y no me refiero a que puedas disfrutar la campaña y combates contra bots estando desconectado de los servidores, sino también que se incluyera un modo competitivo a pantalla dividida; el duelo de uno contra uno da muchísimo para partidas cerradas que hubieran funcionado muy bien a pantalla dividida.
El alma de For Honor no son sus modos de juego, ni su campaña, ni sus gráficas, ni su presentación por más que haya grandes aciertos en dichos elementos, realmente lo que hace que sea una experiencia divertida es su sistema de combate conocido como “Art of Battle”. Par lograr esos combates que además de ser muy vistosos son realmente divertidos se necesita una buena mecánica, y me parece que en definitiva el equipo de Ubisoft Montreal tuvo un acierto al entregarnos un sistema de juego que se siente muy cómodo al jugar y bastante original entre otros juegos parecidos.
Al igual que en otros juegos donde usas espadas, escudos y muchas otras armas cuerpo a cuerpo hay cosas que se siguen aplicando como el tener una barra de resistencia que limita la cantidad de golpes que lances antes de cansarte, es muy importante que pares los golpes del rival y también que des pasos hacia los lados, volteretas o un paso hacia atrás para esquivar los golpes del rival, además de que puedes lanzar un golpe ligero y uno pesado, cada uno con su propio botón.
Lo que funciona muy bien en For Honor es un sistema de defensa por tres frentes: arriba, izquierda y derecha. Con un stick del control puedes cambiar de forma cómoda y rápida entre las diversas defensas que además definen por dónde ha de entrarle tu ataque al rival, de manera que se logra algo tan simple pero divertido como lo que vimos en otros juegos de combate como el exitoso indie Nidhogg que de igual forma tenía tres defensas sólo que en un plano bidimensional.
Además de esas tres defensas hay un botón que te permite ejecutar algo parecido a un empujón que rompe la defensa del rival sin importar dónde la tenga sostenida, de esta forma se rompe la monotonía que podría haber cuando ninguno de los dos quiere atacar y sólo están jugando al contraataque.
A pesar de que lo que hemos mencionado anteriormente es la base de todo el juego, el combate se vuelve más complejo con una serie de técnicas avanzadas adicionales, una de las más notorias sería el hacer paradas al lanzar un embate fuerte por el mismo lado donde viene un golpe justo antes de que te impacte, lo que te permite iniciar poderosos contraataques. También cada uno de los héroes que se incluyen en el juego tiene sus movimientos especiales que se logran al combinar secuencias de botones que nos recuerdan los combos en los juegos de pelea, además de que dependiendo también del personaje elegido cambiará el tiempo que sostienes la guardia de forma automática, el alcance de los ataques, la posibilidad de hacer ataques cargados, la posibilidad de aturdir al rival de varias maneras y un montón de posibilidades que vas descubriendo al estudiarlos cada uno. Sin salirse de la propuesta central, nos ofrecen mucha variedad que deriva en combates muy cerrados e interesantes.
Hasta aquí sería lo básico del sistema de juego en cuanto a lo que tiene que ver únicamente con la habilidad del jugador, aunque para hacer las cosas más interesantes tenemos mecánicas adicionales que funcionan en pro de que cada pleito sea estratégico. El primer complemento del combate es el modo venganza que se activa al llenar una barra de poder que se va llenando al tener aciertos defensivos como estar en desventaja peleando contra dos rivales; de esta manera una vez desencadenado el poder se liberan unos segundos en los que se incrementa tu ataque y defensa por un tiempo limitado indicados con un aura brillante que rodea al jugador.
El segundo complemento es algo que viene a darle demasiada complejidad a cada una de las batallas y es el sistema de proezas, que básicamente son habilidades que dependerán de la facción y el héroe que se esté utilizando, además serán una recompensa que liberarás gradualmente conforme vayas subiendo de nivel a cada uno de los personajes. Estas habilidades se equipan antes del combate en cuatro ranuras y pueden ser desde acciones pasivas como ganar salud por atacar, subir tu defensa máxima, entre otras o activas como lanzar un ataque de zona con una catapulta, lanzar un proyectil con fuego, curarte al presionar un botón, hacer que todos tus ataques conecten a pesar de la guardia del rival por unos segundos entre muchas otras más.
No en todos los modos de juego está disponible el sistema de proezas, hay algunos que dejan todo únicamente a tus habilidades con las armas cuerpo a cuerpo, pero me gusta que cuando se usan suelen aplicarse con un sistema en el que al iniciar la partida no tienes habilidades y vas subiendo de nivel al momento con puntos de renombre que obtienes por tus acciones para desbloquearlas y poderlas usar gradualmente.
Si por algo nos tomamos bastantes horas de juego para elaborar esta reseña fue precisamente para explorar un poco de los montones de posibilidades que surgen de combinar el sistema Art of Battle con las proezas y las distintas particularidades de cada héroe; en general el juego te dará muchísimas horas de juego únicamente para familiarizarte con las tres facciones y sus respectivos guerreros; puedo decirles que incluso me falta mucho por explorar y conocer de cada personaje pero sólo el tiempo nos irá dando la pauta para ver hasta dónde podemos llegar. Algo que sí puedo decirles es que hasta el momento el juego se siente bien balanceado, algo que se logró gracias a los ajustes que seguramente se hicieron luego del feedback recibido en las diferentes etapas de prueba que tuvo el juego y que se seguirá haciendo conforme la comunidad descubra si hay cosas que puedan mejorar.
El juego incluye en el paquete inicial 12 héroes, cuatro de cada facción divididos de la siguiente manera.
Los Vanguarida: Son personajes fáciles de usar para los principiantes, con pocas posibilidades en su gameplay que se deja de complicaciones para que te familiarices con las mecánicas del juego; son personajes balanceados y “estándar” por así decirlo. Ellos son el Guardián (Caballeros), Invasor (Vikingos) y Kensei (Samurai).
Los Pesados: Como su nombre lo indica son personajes con ataques devastadores, tanto que un buen golpe te llega a bajar casi hasta media barra de salud, pero sus movimientos también son muy lentos dejándolos vulnerables; algunos de ellos portan escudo y se recomiendan para usuarios ya acostumbrados al juego. Ellos son el Conquistador (Caballeros), Huscarle (Vikingos) y Shugoki (Samurai).
Los Asesinos: Contrario a los pesados son personajes muy ágiles pero menos efectivos en sus ataques que en gran cantidad llegan a ser tan letales como los de cualquier otra clase; varios de ellos usan armas dobles y sus combos pueden incluir evasiones para sorprender al rival; se recomiendan para usuarios avanzados. Ellos son la Pacificadora (Caballeros), el Bersérker (Vikingos) y el Orochi (Samurai).
Los Híbridos: Son personajes que combinan cualidades de las tres clases antes mencionadas pero también son los más difíciles de usar, cada uno tiene particularidades muy específicas por lo que se recomiendan para usuarios expertos en For Honor. Ellos son el Justiciero (Caballeros) que es bueno en cotraataques, la Valkiria (Vikingos) que es ágil y poderosa además del Nobushi (Samurai) que ataca a gran distancia con su lanza.
Está previsto que se agreguen un total de seis nuevos héroes a lo largo del año, tendrán 7 días de acceso anticipado para los que adquieran el Season Pass del juego.
Para mi el modo por excelencia de For Honor es el duelo de uno contra uno porque es donde puedes realmente ver tus habilidades con tu héroe favorito y el sistema de combate, aunque para que las cosas no se vuelvan aburridas el juego ha tomado inspiración de la manera en que funcionan juegos competitivos como los FPS para crear modos que, en términos generales, resultan divertidos, adictivos y muy satisfactorios.
Para mantenerte jugando todos los días, todo lo que haces en el multijugador te otorga puntos que apoyan a tu facción en una guerra por conquistar territorios; tendrás que decidir a quién de los tres equipos vas a apoyar aunque eso no te impide usar a todos los héroes que incluye el juego independientemente de tu facción.
Cada día, semana y mes se hace un recuento de todos los puntos obtenidos por los jugadores de For Honor para sus respectivas facciones; cada seis horas se actualizan los territorios, que a su vez terminan definiendo quién ganará rondas, y quien se lleve más rondas ganará toda una temporada que dura varias semanas. ¿Qué ganas si tu facción es la victoriosa? Básicamente se reparten premios por ganar en esta guerra por los territorios y además los mapas se decorarán con elementos alusivos a quienes lleven la ventaja demostrando qué facción es la más poderosa a nivel mundial en cada momento.
Además de lo anterior y de forma más personal hay misiones diarias que puedes equipar en varias ranuras, completarlas te dará puntos de experiencia y de acero que es la moneda que se usa prácticamente para todo.
Pasando a los modos de juego tenemos lo siguiente:
-Duelo. Partida personal uno contra uno, cada ronda se cambia la arena para que seas astuto y analices qué te conviene para vencer a tu rival con muertes tan rápidas como simplemente empujarlo al precipicio. El que gane la mayor parte de 5 rondas se lleva la partida y todo aquí es habilidad al no existir el sistema de proezas.
-Pelea. Similar al anterior es una partida de dos contra dos jugadores en la que tampoco hay proezas sino únicamente la habilidad pura de los participantes. Lo que hace que se vuelva interesante es que el primer guerrero en caer deja en desventaja a su compañero a quien seguramente intentarán matar entre dos, y eso le da una dinámica bastante interesante a la partida. El primer equipo en ganar 3 de 5 rondas se lleva el juego.
-Escaramuza: Podríamos decir que es el clásico Team Deathmatch de cualquier juego multijugador competitivo y consiste en encuentros de cuatro contra cuatro jugadores en los que hay respawn y también ya está activo el sistema de proezas para darle dinamismo al gameplay. El objetivo es conseguir 1000 puntos que se obtienen por hacer muertes, incluso hay algunas de ellas que valen más puntos como cuando logras sobreponerte a un ataque de varios jugadores estando en desventaja. Para activar las proezas tienes que subir de nivel con puntos que ganas por tus acciones. Una vez que un equipo logra llenar su marcador el equipo contrario entra en ruptura y ya no puede reaparecer, de manera que la misión final será eliminar a los enemigos restantes para llevarse la victoria.
Eliminación: Digamos que es una mezcla de los dos anteriores, pues es un combate en equipos de cuatro jugadores pero en los que no hay reapariciones, de esta manera tu única posibilidad de traer a alguien de nuevo a la partida es reanimándolo. Al igual que en escaramuza hay sistema de proezas que funciona en el mismo formato. Cada que se elimina a todos los miembros de un equipo se acaba la ronda y el que gane tres de cinco gana la partida.
Dominio: Podríamos decir que es el modo más ambicioso y para el que fue pensado For Honor, pues combatiendo en equipos de cuatro integrantes te da un fuerte sentimiento de estar en una feroz batalla incluyendo, además de los rivales, a todo un ejército de personajes NPC que chocan en la pelea. Este modo funciona de igual forma que en los shooters jugamos partidas por controlar zonas; en tres puntos del mapa aparecen áreas que debes dominar para lograr puntaje y al llegar al objetivo sólo debes eliminar a los supervivientes para quedarte con la victoria.
Lo interesante de las zonas es que las de los extremos (A y C) suelen prestarse para combates únicamente entre guerreros de ambos equipos para quedarse con el control, mientras que la zona central (B) es donde están chocando los ejércitos de NPC de ambos equipos, para poder capturarla debes apoyar a eliminar a los rivales para que tu ejército avance y se quede con la captura, lo interesante es que muchas veces se mezclan muy bien los jugadores entre los NPC dándole un toque emocionante a la batalla.
Dominio es un modo lleno de sorpresas, de remontadas y de cosas que quizá no tienes previstas; es un modo donde habilidades como el modo venganza y las proezas pueden ser la clave en una partida cerrada y en la que aunque todo parezca favorecer a un bando, todo se puede cambiar de lado en unos cuantos segundos.
Muchos se preguntarán ¿Son suficientes estos modos de juego para mantenerme mucho tiempo jugando? Puedo decirte que me parecen correctos dentro de todo el contenido del juego, aunque a la larga sí sería bueno ver de qué otras formas se puede sacar partido al gameplay general de esta propuesta que como hemos dicho es bastante bueno.
Como en todo videojuego de este estilo, entre más juegues, más recompensas tendrás; en el caso de los juegos modernos también eso aplica con “el que más paga, más tiene” al incluirse un sistema de microtransacciones, pero vamos por partes.
Al final de cada partida obtienes experiencia, la moneda universal del juego que es el acero y ocasionalmente también partes de armas y armadura para personalizar a tus héroes.
Las armaduras y partes de armas vienen con niveles y además cada una apoya a algunas de las estadísticas de tu personaje –como en cualquier RPG– en áreas como la resistencia, la recuperación luego del agotamiento o la duración del modo venganza. No te preocupes si te sale una pieza con mejores estadísticas pero no te gusta físicamente pues si tienes en tu inventario otra con esas características visuales que te agraden la puedes transformar en lo que tú quieras a costo de una pequeña cantidad de acero. ¿Qué hago con todo lo que no me sirva? Fácil, lo desmantelas y te dan materiales que puedes usar para mejorar alguna otra pieza de equipo que sí te agrade.
Además de las batallas, es posible ganar cofres llenos de recompensas con garantía de que alguna pieza sea superior, mismos que también puedes comprar como si fueran paquetes de cartas a cambio de una suma de acero.
La experiencia hará que tu héroe vaya desbloqueando lentamente todo su abanico de proezas posibles, aunque aplicando la “pay to win” es posible también pagar acero para desbloquearlo todo con presionar un solo botón.
Antes de pasar a las microtransacciones me gustaría mencionar que desde el punto de vista de personalización visual hay muchísimas posibilidades. Subir de nivel o jugar la campaña te desbloquea distintos patrones de pintura que puedes colocar en distintas partes del cuerpo; también tienes emblemas que colocas a tu escudo personal que te representará ante toda la comunidad de For Honor. Incluso hay otros elementos enteramente visuales como emotes, y auras para tu héroe que desbloqueas pagando acero.
Me llamó mucho la atención un anuncio en el menú principal que decía “¿no tienes mucho tiempo para jugar? ¡Compra acero!” que nos da una clara idea que si te quieres ahorrar todo el grinding para lograr lo que quieres la solución es simple, tendrás la opción de pagar dinero real para comprar acero. En la tienda digital hay paquetes que van desde los $4.99 dólares hasta los $99.99 dólares con varias cantidades de acero para quienes así lo deseen.
¿Es injusto entonces el juego? Puedo decirles que de entrada todos los que aplican este tipo de medidas lo son, sobre todo porque además de lo estético el acero te sirve para comprar cajas de recompensas y desbloquear las proezas de los héroes sin jugar, pero tampoco es como que no puedas jugar de forma cómoda y a tu ritmo sin gastar un solo centavo, pues al final del día aunque el grinding pudiera ser molesto las recompensas pueden sentirse justas. Dicho lo anterior jamás apoyamos este tipo de medidas que ya comprometen un poco el juego, pero también estaríamos mintiendo si condenáramos el juego al romperse por completo por quienes paguen respecto a quienes no lo hagamos, por lo que al igual que en otras propuestas similares podría decirles que únicamente ignoren la opción y se den cuenta que pagar mucho puede darte equipo y los trofeos visuales sin mucho esfuerzo, pero jamás te da la experiencia de construir a tus héroes con tus habilidades que mejoran con la práctica; al menos puedo confirmarles que el juego es bastante completo y lleno de posibilidades ignorando las microtransacciones e incluso el Season Pass.
Adicionalmente a lo anterior hay un boost que mejora tus ganancias , experiencia y recompensas en general llamado “estado de campeón”, puedes pagar acero para contratarlo en períodos que van de 3 días hasta 1 año según lo decidas y eso también te puede mejorar las ganancias si dispones de poco tiempo para jugar. Tómelo quien lo requiera.
Les voy a ser sincero, la primera vez que vi For Honor y que lo jugué en 2015 me pareció interesante y atractivo a nivel visual pero también pensé que sería algo bastante simple con poco potencial, ahora que me enfrento al juego completo que nos ha llegado recientemente me doy cuenta que estaba equivocado pues las posibiliades de gameplay son enormes con los contenidos que se otorgan a los jugadores.
Su historia no me gustó pero sí la manera en que la campaña nos introduce el gameplay y llega a experimentar con un par de cosas bastante creativas; el sistema Art of Battle es uno de los más funcionales y divertidos que sostienen la experiencia general para que sea agradable en todo momento y te haga sentir realmente con el control de las armas en el campo de batalla.
Los modos de juego me parecen adecuados por el momento pero sí será necesario que Ubisoft no abandone a la comunidad para que no se muera pronto el interés por For Honor, me agrada que hay una categoría de Eventos en la que seguramente se estará experimentando para que siempre tengamos experiencias frescas en el multijugador que es el corazón del juego.
Me agrada mucho este Ubisoft que se sale del lecho de confort de sus juegos de mundo abierto, me gusta que For Honor se siente diferente al resto de los productos del mercado y que realmente funciona, hay partidas impredecibles y llenas de adrenalina que te llevan a decir “quiero jugar una partida más”. For Honor también se luce con buenos gráficos y sin problemas técnicos alarmantes, por el momento no tuvo problemas mayores de servidores y aunque el matchmaking no es perfecto y en ocasiones se tarda un poco, en general podemos decir que es bastante funcional.
No me gustó que no se nos permita acceder a un modo offline que nos permitiera jugar la campaña sin estar conectados a los servidores o incluso jugar partidas a pantalla dividida que sería un acierto enorme. Tampoco me gusta el sistema de progresión con mucho grinding o pago de microtransacciones para quienes no estén dispuestos a hacer creecer a todos sus héroes; estos detalles definitivamente nos dejan ante un juego que no es perfecto.
En general entonces puedo decirles que For Honor es recomendable si quieres un juego para disfrutar en línea; si no tienes membresía para jugar en tu PlayStation o tu Xbox no te lo recomiendo al ser el centro de la experiencia las batallas contra otros jugadores. Desafortunadamente es un servicio con fecha de caducidad que sólo vive mientras estén activos los servidores, pero dependerá mucho de su comunidad que se mantenga vivo y del soporte que de Ubisoft a la larga a todos los que han confiado al comprar su copia del juego para poder disfrutarlo.
Si buscas un juego de acción medieval y aventuras busca en otro lado, For Honor no cumplirá tus expectativas. Estamos en meses con excelentes lanzamientos así que piensa muy bien si esta propuesta es lo que buscas entre otros grandes juegos con los que compite por tu quincena.