El gaming ha escrito una nueva página en su historia. 2016 fue un año de muchos contrastes en el que tuvimos lanzamientos de todo tipo. Unos que quedarán grabados con letras de oro y otros que serán olvidados en poco tiempo debido que a no fueron lo suficientemente dignos de nosotros. Como cada año estaremos celebrando los #AtomixAwards, premios en los que se reconocerá a lo mejor de esta industria en diferentes categorías que buscan resaltar cada uno de los atributos que consideramos, componen a un buen videojuego.
Podríamos decir que al menos hace unos cinco años, los FPS dominaban por completo el mercado, pues por mucho, eran los juegos que más dinero generaban en la industria. Su sobreexplotación trajo un desencanto muy entendible pero en este 2016, se nos pusieron sobre la mesa propuestas verdaderamente impresionantes que demuestran de nueva cuenta por qué es que este género es tan importante para el medio. A continuación te presentamos a nuestros nominados y ganador de esta categoría dentro de #AtomixAwards 2016.
id Software es uno de los estudios desarrolladores que cuentan con una de las historias más interesantes del medio, esto gracias a su enorme legado que hasta la fecha, sigue teniendo impacto en las obras modernas. La verdad es que el reboot de una serie como DOOM en pleno 2016 levantó bastantes dudas, sin embargo, una vez más, Bethesda demostró que sabe muy bien qué proyectos merecen apoyo. El regreso de esta saga clásica de los FPS no pudo ser mejor, pues de alguna manera, se logró hacer que la esencia añeja del género, conviviera a la perfección con los los elementos modernos.
Blizzard es una de esas compañías que entienden a la perfección qué elementos deben de estar presentes dentro de un videojuego para que éste funcione pero sobre todo, para que genere adicción por lo divertidas que son sus mecánicas de juego. En este 2016, dicha marca puso sobre la mesa una franquicia completamente nueva, la cual, sí vino a cambiar la manera en la que vemos a los FPS competitivos. Overwatch derrocha personalidad por todas partes y estamos seguros, se ha convertido en uno de los nuevos monstruos del medio.
Battlefield lleva ya un par de años siendo una serie que si bien, siempre ha cumplido con todo y tropiezos como el de Hardline, se sentía un poco estancada y sin ideas tan frescas. A pesar de que tomar a la Primera Guerra Mundial como nuevo contexto para la saga no vino a revolucionar al género, la verdad es que sí le dio un ajuste que era completamente necesario. Como todos los juegos de DICE, Battlefield 1 es un despliegue espectacular de elementos técnicos que te llenan los ojos y los oídos de manera inmediata, esto sin mencionar que como FPS funciona de muy buena manera.
La creación de Respawn Entertainment por parte de las mentes detrás de Call of Duty sacudió a la industria entera, pues había grandes expectativas de lo que podrían crear. El primer Titanfall fue bueno pero se sintió como algo que necesitaba mucho más trabajo, asunto que en este 2016 se vio consolidado. Titanfall 2 es lo que toda secuela debería de ser, ampliando en todos los sentidos lo hecho por su antecesor. Además de contar con uno de los mejores multiplayers del año, se nos presentó una campaña memorable que por supuesto, nos hubiera gustado que durara el doble de tiempo.
Por razones que muy poca gente entiende verdaderamente, desde que fue revelado, Call of Duty: Infinite Warfare se convirtió en blanco de un montón de odio en internet, el cual, terminó generando fuertes prejuicios en su contra. La realidad es que este nuevo título de una de las series más redituables de la industria está lejos de ser el bodrio que algunos aseguran que es, pues presenta una emocionante campaña ubicada en un escenario de ciencia ficción sumamente interesante, mientras que su multiplayer, se mantiene fiel a los que sus fanáticos más apasionados están esperando de él.
Contrario a lo algunos opinan, los FPS son uno de los géneros dentro de esta industria que más pueden ofrecer, pues por su misma naturaleza, son prácticamente hojas en blanco listas para ser explotadas por los desarrolladores. Lo que id Software entregó en este 2016 representa prácticamente todas las bondades del género, haciéndonos entender que lejos de la sobreexplotación de la cual ha sido víctima en los últimos años, aún hay que mucho qué ofrecer. DOOM es una autentica maravilla de nuestros tiempos que pone sobre la mesa una de las mejores experiencias de este año.
Lo primero que vale la pena resaltar de este nuevo DOOM es la grandiosa manera en la que nos permite disfrutar de una campaña de casi 13 horas de duración que deja de lado los túneles corografiados para presentar niveles más laberínticos que por supuesto, nos recuerdan a cómo es que se hacían estos juegos antes. Sumado a lo anterior, tenemos secciones de platforming y exploración muy bien logradas y para rematar, un multiplayer que si bien no vino a revolucionar nada, sí presenta todo lo que podemos esperar de algo así dentro de un FPS moderno.