El gaming ha escrito una nueva página en su historia. 2016 fue un año de muchos contrastes en el que tuvimos lanzamientos de todo tipo. Unos que quedarán grabados con letras de oro y otros que serán olvidados en poco tiempo debido que a no fueron lo suficientemente dignos de nosotros. Como cada año estaremos celebrando los #AtomixAwards, premios en los que se reconocerá a lo mejor de esta industria en diferentes categorías que buscan resaltar cada uno de los atributos que consideramos, componen a un buen videojuego.
Durante los últimos meses, las personas ha cargo de Xbox han hecho hasta lo imposible para que su consola despegue de una vez por todas, esto a través de importantes lanzamientos exclusivos que si bien, no han sido los hits comerciales que muchos esperaban, sí han logrado darle una imponente personalidad al Xbox One. Sin lugar a dudas, 2016 fue importante para la marca, por lo que elegir a este juego que se robó las miradas dentro de las exclusivas de dicha consola (sabemos que también salieron para Windows 10), no fue nada sencillo.
Después de haber conseguido que Forza Motorsport se convirtiera en algo verdaderamente destacado, Microsoft decidió apoyar la creación de Playground Games, estudio que bajo la tutela de Turn 10, forjó uno de los mejores spin-offs en la historia del gaming. Forza Horizon 3 toma todo lo que sus antecesores hicieron bien y lo lleva a niveles verdaderamente espectaculares, entregando uno de los mejores títulos de carreras no solo de los últimos dos o tres años, sino de la década entera.
Los juegos de plataformas en 3D llevan un muy buen rato casi en el completo olvido, sin embargo, de vez en cuando tenemos un par de luces que nos recuerdan lo geniales que fueron en épocas como la del Gamecube, PlayStation 2 y el primer Xbox. Del director de la legendaria trilogía de Metroid Prime, nos llegó ReCore, juego que a pesar no ser perfecto, nos recordó por qué es que este género de acción y andar saltan con precisión, en cierto momento fue uno de los más importantes de toda la industria.
La narrativa cada vez es más importante para este medio que tanto amamos, al punto de que algunos estudios están enfocando casi todos sus recursos en elaboradas historias que se vean apoyadas por famosos actores que buscan presentarnos eventos que nunca habíamos visto antes. Remedy intentó justamente esto con Quantum Break, IP totalmente nueva que básicamente nos puso en medio de una interesante serie de televisión actual. Una lastima que en la parte de gameplay el juego no haya encontrado la manera de despegar.
La larga duración de la generación pasada de consolas se debió en parte a que vimos el lanzamiento de varias sagas que estamos seguros, llegaron para quedarse. Una de las más emblemáticas y que por supuesto causó que muchos se convirtieran en apasionados fanáticos de Xbox fue Gears of War. Luego de que Epic Games se hiciera a un lado, Microsoft decidió hacerse de los derechos completos de la franquicia, creando a un estudio totalmente nuevo que fue el encargado de entregarnos al sensacional Gears of War 4.
Sabemos perfectamente que la serie de Dead Rising ha venido a menos desde aquel espectacular debut en el Xbox 360, sin embargo, parece ser que por fin, Capcom comienza ha entender cuál es la verdadera esencia de su serie al traernos Dead Rising 4, título que toma todo lo que sus antecesores hicieron correctamente y lo lleva hacia nuevos horizontes para crear uno de los títulos de zombies más divertidos y frenéticos de los últimos años.
El hecho de cambiar de manos en más de una ocasión puede causar que cierta obra pierda por completo las virtudes que sus creadores le imprimieron desde un inicio. La verdad es que el trabajo que People Can Fly hizo con Gears of War Judgement nos dejó con una profunda preocupación sobre qué es lo que pasaría con esta serie ahora que Epic Games se había hecho a un lado. Por fortuna, Microsoft entendió que su nueva adquisición necesitaba de sangre fresca bajo el comando de un viejo conocido para poder revivir viejas glorias. Rod Ferguson saltó a escena para crear a un equipo desde cero que primero conocimos como Black Tusk Studios y que ahora se hace llamar The Coalition, el cual, hizo de Gears of War 4 justo lo que los fanáticos estábamos esperando.
Las razones por las que consideramos, Gears of War 4 fue la mejor exclusiva del Xbox One en este 2016 son por demás variadas. La primera de ellas es que desde que uno le pone las manos encima, te sientes como en casa. Cada movimiento de los personajes es tan preciso y visceral como lo recordábamos, esto claro, sin mencionar que las adiciones de nuevas armas funcionó justo como debía. De igual forma, tenemos un diseño de niveles espectacular que justamente consiguen que las mecánicas del juego resalten. Si a todo esto le sumas una historia que sienta las bases para el nacimiento de una nueva trilogía, así como un multiplayer tanto competitivo, como cooperativo sumamente sólido, tienes a uno de los productos más completos de este 2016.
