The Witcher es mucho más que videojuegos. Suena a algo obvio, considerando que tenemos una relativamente extensa serie de libros (algunos de ellos sin traducción oficial siquiera al inglés). Incluso en Polonia hubo una serie de Televisión. Sin embargo, hay que admitir que los títulos creados por el estudio CD Projekt Red tienen su propia esencia. Aunque están basados en la obra de Andrzej Sapkowski, más que secuelas de la historia original son un trabajo derivado, apreciado por el autor pero que no es considerado, para sus efectos, una continuación.

Si nos atenemos a lo que ha dicho la desarrolladora, la saga termina en la tercera entrega. Por ello, su expansión final es la despedida de Geralt de Rivia de los videojuegos. Así que resulta grato que la aventura final del brujo sea en una vuelta a sus orígenes. Un viaje que rememora los relatos con lo que Polonia conoció al personaje. Una trama en la que la nobleza, atemorizada por un eventual enfrentamiento con lo sobrenatural, ha llamado mandar al discípulo de Kaer Morhen. En mitad de este duelo, las máscaras de la realeza caen para mostrar su verdadero rostro.

Un sabor de fantasía contemporánea, proveniente de los relatos de Sapkowski, con la hechura de un juego considerado por muchos como el mejor de 2015. No es perfecto, honestamente. Pero sí es una forma agradable para decir adiós. De esto se trata Blood and Wine, expansión final de The Witcher 3.

El Último Deseo

Toussaint es una tierra especial. Como es costumbre de la saga, retrata de forma fantástica una región europea. Mientras Skellige es una cruza rara entre Irlanda y Escandinavia, Nilfgaard nos recuerda a Alemania y Temeria a Polonia, Toussaint es una contraparte de Francia integrada en el Imperio Nilfgaardiano. Al menos en cuanto a la atmósfera: viñedos, arte y una campiña templada por recorrer, con arquitectura espectacular y mostrando un esplendor. La diferencia con el resto de los territorios que suele recorrer nuestro protagonista (y con la Francia real) es que esta nación no ha sido tocada por la guerra. Aunque los soldados allí son muy peculiares.

El ducado de Toussaint, como podemos ver, tiene todo para ser perfecto. Un bello lugar, donde el romance puede florecer. Con recursos para una vida disoluta y la atmósfera para disfrutarla. Pero, por desgracia, no es así. Anna Henrietta, duquesa del lugar, te ha llamado. Salvajes asesinatos han diezmado a su guardia y sembrado el terror entre los ciudadanos. Es tu deber resolver este caso, aunque no por ello estarás solo.

Si has estado leyendo los libros, te gustará ver de vuelta a un personaje como Regis. Un vampiro que se había negado a beber sangre de nuevo, el cual es no sólo un personaje poderoso. También es un sabio, culto y sofisticado ser que encuentra en un sitio como Toussaint un lugar apto para vivir. Su rol te recordará a veces el que llega a tener Dandelion en diversas secuencias del juego y hasta en los libros: tu compañero en una investigación detectivesca, donde sirve como contraparte para redondear situaciones geniales.

Eres una especie de embajador, así que tendrás tu propio hogar y tu propio viñedo.  Corvo Bianco, tu hacienda, es mucho más que tu base. Puedes mejorar allí equipamiento y objetos, además de que tiene opciones estéticas interesantes. Desde exhibir tus armaduras y armas, hasta exponer diversos trofeos. Si has obtenido piezas interesantes en tus aventuras, siempre será genial que tus amistades y visitantes las vean. Lo cual, por cierto, derretirá el corazón de varios fans de la serie y de las historias medievales. Es una adición sencilla al juego, seamos francos, pero no por ello es menor. Le da cierto encanto y es un extra que siempre se agradece. Sobre todo considerando que es una expansión.

Otro detalle que transforma el juego es el sistema de mutaciones. Recordemos que, básicamente, Geralt es un mutante que obtuvo sus habilidades sobrehumanas a través de un proceso alquímico conocido como la Prueba de la Hierbas. Por tanto, este proceso lo que hace es mejorar aún más tus habilidades. Desde la posibilidad de ejecutar los signos de manera más mortífera, hasta potenciar a un nuevo nivel tus talentos en el combate. Se trata de investigar y desbloquearlo en un árbol que funciona como una red. Debes elegir el que mejor te funcione, pues cada nuevo talento es costoso y sólo puedes tener activos unos cuantos.

Con esto mostramos las principales novedades que tiene la expansión respecto al juego, el cual en su esencia sigue siendo el mismo. Acudir a realizar misiones, establecer una estrategia, mejorar el equipo y las habilidades para ponerlas a tono con el objetivo y ejecutar a los enemigos con el gameplay de rol y acción que ya conocemos. Por ello, se agradece el esfuerzo de tener una nueva red de talentos por aprovechar y una especie de minijuego para disfrutar a profundidad. Claro, todo rodeado con una buena cantidad de horas adicionales jugando.

La Espada del Destino

No estamos ante la mejor narrativa de la serie, pero sí estamos ante una muy buena. Tenemos a un Geralt hastiado por la ineptitud general y el derroche en una tierra donde la vida es perfecta, mientras se descubre lo que realmente hay detrás de semejantes asesinatos. Todo con escenas de diálogo y atmósferas disfrutables, donde todo tipo de personajes tienen muchas historias por contar. Los temas son amplios, pues con la puya a la que los narradores de CD Projekt Red nos tienen acostumbrados el juego toca hasta las polémicas más recientes de la industria. El sentido del humor agridulce, mezclado con bellas secuencias, son la tónica de la trama.

Seguir esta trama te pone en situaciones de amor, traición y aventura donde está presente el eterno debate de qué tan monstruosos son los seres humanos (“Ambas son para monstruos”, respondía Geralt acerca de sus espadas de acero y plata). Como es habitual, deberás tener cuidado con tus acciones y respuestas. Algunos resultados de tus actos llegan a ser particularmente duros, todo en camino a tres finales posibles (sumados a las ya amplias posibilidades). Todo en una tierra donde los códigos de caballería son tan exagerados, al punto de hacer de varias situaciones una parodia amarga a los cuentos de hadas. Justo como los libros.

El juego consta, principalmente, de misiones dedicadas a la investigación y la cacería. Eso sí, algunas misiones (especialmente las secundarias) podrás sentirlas sin chiste y aparentemente inconexas con la trama principal. Pero serán el disparador de entretenidas secuencias de diálogo, además de que en su mayoría no tienen desperdicio. De cualquier forma, si te lo llevas de corrido tendrás 20 horas de juego. No olvides que necesitas estar a, cuando menos, nivel 34. Intentarlo con menos hará un poco más dura (y tardada) tu misión.

Gráficamente estamos ante muy buenos detalles visuales. El juego te da acceso a bellos paisajes, algunos aparentemente salidos de cuento de hadas. La arquitectura creada por los diseñadores es visualmente genial y, por supuesto, más de una cinemática resulta espectacular. Por desgracia. para muchos los glitches gráficos pueden resultar incómodos. No son una plaga, pero se repiten lo suficiente para incomodar un poco. Eso sí, no arruinan una experiencia ampliamente contemplativa. Puedes quedarte a recorrer este mundo y disfrutarlo, así como paladear tus diversos encuentros con toda comodidad. Tal y como si estuvieras leyendo uno de los libros.

Como hemos dicho, no estamos ante una expansión perfecta. Cuenta con algunos glitches, está un tanto lejos de lo mejor en la narrativa y en cuestión de objetivos algunos se sienten de más (pero sin ser un desperdicio). Sin embargo, para ser una expansión es un completo dulce. Secuencias imperdibles, una historia llena de claroscuros y un entorno visualmente delicioso.

The Witcher 3: Blood and Wine, es una despedida apta para Geralt. No sabemos cuándo lo volveremos a ver, si es que vuelve a los videojuegos. Pero como carta para su adiós nos dejó un relato al estilo más clásico de sus aventuras. Porque, al final, es mucho más que videojuegos. Aunque, sin duda, gracias a ellos es como hemos podido descubrir un relato lleno de magia y clase.