Tekken 7: Fated Retribution, el más reciente capítulo dentro de la popular serie peleas de Bandai Namco, es quizá la entrega más importante que hayamos visto dentro de la franquicia dentro de los último años. No es para menos ya que, a la par de los diversos cambios y mejoras con los que ha sido dotada su jugabilidad, éste se convertirá en el juego en el cual concluirá la saga del clan Mishima, la historia sobre la cual ha girado la IP desde su concepción.
¿Qué significa Fated Retribution para la saga? ¿Será que con ella estamos acaso ante el final de una de las series más populares de la industria? ¿Habrá más historias por contar tras el desenlace que conlleva a esta entrega?
Hace unos días asistimos al Open House de Bandai Namco, evento especial en el cual se mostraron varios de los próximos lanzamientos de la compañía y al cual se dieron cita algunos de los desarrolladores detrás de dichos juegos, entre ellos el productor de Tekken, Katsuhiro Harada. Durante nuestra visita a las oficinas en América de la firma nipona tuvimos la oportunidad de encontrarnos con el creativo, situación que aprovechamos para entrevistarlo y preguntarle sobre el futuro que le depara a la franquicia, lo que significa esta entrega para la serie, los cambios que ha realizado en ella respecto a sus predecesores y lo que ha aprendido durante todo este tiempo que ha dedicado al desarrollo de las dos versiones de Tekken 7.
Desde su aparición allá por el año de 1994, Tekken ha sido una de las series más reconocidas de la industria y una que ha logrado ajustarse a los constantes cambios que ha sufrido la industria. Si por algo la franquicia se ha mantenido viva por tanto tiempo y dentro del interés de los jugadores se debe en buena medida al propio Katsuhiro Harada, quien ha fungido como productor de la misma desde su primera entrega.
Gracias a todos esos años al frente de la serie, Harada ha podido ser testigo de la evolución que han tenido los juegos de peleas y de los estándares que han surgido con cada generación y a los que han tenido que ajustarse para mantenerse relevantes. Desde sus inicios como un mero juego de convivencia y entretenimiento a la decadencia del género que se vivió a inicios de los 2000, hasta el auge del juego competitivo y online que predomina en la escena actual; han sido varias las facetas que han enfrentado tanto el creativo como Tekken.
Harada, como buen conocedor de su serie, considera que lo que ha permitido mantener viva a la saga ha sido su facultad para apelar a cualquier tipo de jugadores sin importar el grado de experiencia que tengan. Ya sea por su gameplay que resulta sencillo de conocer pero difícil de dominar, por su interesante historia o su variado y original elenco de peleadores, el productor sabe que siempre habrá algo que le resultará atractivo a los consumidores. De hecho y como punto adicional, reconoce que también ha sido ese correcto balance de elementos como éstos los que le han facilitado llegar a más personas y mantenerlas felices sin contemplar si se tratan de fans veteranos o principiantes.
Para Tekken 7: Fated Retribution la idea central no ha cambiado en lo absoluto ya que Harada y su equipo buscan hacer de éste un juego que sea, ante todo, accesible para todo tipo de jugadores. Luego de haber intentado hacer una experiencia mucho más compleja y competitiva con Tekken Tag Tournament 2, el creativo nipón observó un incremento en las quejas de los jugadores quienes, en buena medida, lo encontraban muy difícil. Aunque la comunidad y jugadores expertos agradeció el hecho de que el título fuese un tanto más complicado y adecuado para los torneos, en Bandai Namco sabían que éste no podía ser el camino principal a seguir, o bueno, al menos no el que ellos deseaban explotar.
Con el desarrollo de Tekken 7 para arcades Harada-san quiso hacer las cosas más simples y equilibradas para todos, algo que por desgracia resultó una tarea un tanto difícil debido a los balances y correcciones que debían de hacer respecto a TTT2 tanto con los personajes como en el propio sistema de juego. Precisamente de entre los rubros que recibieron un cambio importante se encuentra el Rage Mode, fase en la cual ahora es posible hacer tanto un Rage Art, un ataque con animación vistosa que causa mucho daño; como un Rage Attack, opción para aumentar el poder de uno o varios de nuestras agresiones a costa de sacrificar nuestra etapa de Rage Mode. Junto a éstos también se implementaron los Power Crush, movimientos que absorben el daño que nos provoque el rival pero que permiten que continuemos nuestros combos sin ser detenidos.
La comunidad recibió con buenos ojos los cambios realizados en Tekken 7, tanto así que incluso la simplificación de varios de sus movimientos como los antes expuestos fueron bien vistos por una amplia cantidad de jugadores. Los desarrolladores no pudieron estar más felices y es por ello que, pese a la aceptación que tuvieron, optaron por seguir mejorando y haciendo los cambios que fuesen necesarios para hacer de su experiencia mucho más amigable, tal y como lo es hasta ahora Fated Retribution. Por lo visto y aunque todavía estamos a la espera de su posible llegada a consolas, Harada y su equipo están cumpliendo con su meta principal de regresar a la serie al concepto por el cual se hizo tan popular: la diversión.
Actualmente los juegos de pelea viven una situación un tanto irónica. Por un lado y con el resurgimiento que vino con Street Fighter IV, el género de peleas se encuentra viviendo una nueva época de inmensa popularidad, tanto así que incluso la comunidad de jugadores especializados aumentó hasta llegar al punto de explotar de manera sorprendente. Por el otro esta misma aceptación ha generado que los consumidores se muestren cada vez más exigentes y duros con las compañías al solicitarles que, con cada nuevo proyecto, se implementen cambios que les hagan sentir que están probando algo fresco, novedoso y con un fuerte énfasis en la competitividad.
En la opinión de Harada, los desarrolladores de juegos de peleas nunca se imaginaron que sus juegos se volverían tan competitivos a como lo son ahora. Mientras que en sus inicios estos se hacían con la simple idea de entretener y divertir, con el paso del tiempo pareciera que ahora estos son producidos con la única intención convertirse en arenas de batalla en donde los jugadores solamente buscan demostrar que ellos son los mejores. El ejemplo más claro de ello es Street Fighter, serie de la cual el productor de Tekken ha podido observar que da más de que hablar por lo elementos que tienen o carecen cada una de sus entregas y que las hacen sentir más o menos competitivas, que por la propia experiencia que ofrecen.
Aunque en Bandai Namco saben que Tekken no puede mostrarse ajeno a las tendencias que predominan en la industria, también están consientes de que su franquicia apela a otro concepto y tipo de público. Tekken es una serie que está dirigida más hacia las masas que a la comunidad de jugadores profesionales; esa siempre ha sido la idea sobre la que han trabajado desde el inicio y la que planean seguir en el futuro. Pero esto no es una declaración que el propio Harada o su compañía dicen por sí solos, sino algo que se los ha demostrado el propio mercado.
A la par de las ventas de los juegos que por lo general suelen ser muy buenas, uno de los ejemplos más claros donde se demuestra lo anterior es dentro del torneo EVO, la justa más importante de todo el mundo en lo que respecta a juegos de peleas. Mientras que los reflectores del evento se los suelen llevar los denominados títulos competitivos como SF o Mvs.C, Tekkken figura como uno de los juegos menos populares de entre los estelares. Eso no es algo que deprima a sus desarrolladores, pero sí los hace percatarse del tipo de mercado al cual atienden y por el cual suelen apostar.
Otro de los constantes conflictos a los cuales se ha tenido que enfrentar Tekken durante toda su existencia, pero sobre todo hoy en día, se relaciona con el constante debate entre la relación de la calidad con la cantidad. En la actualidad el mercado y los consumidores han tendido a evaluar más a los juegos que adquiere por la cantidad de contenidos que ofrecen que por la calidad de éstos o, en su defecto, de la experiencia que brindan. Los juegos de peleas siempre se han visto amenazados por este tipo de creencias pero, en una época como la de ahora, dicha perspectiva se ha agudizado todavía más.
Mientras que muchas compañías deciden enfocar buena parte de sus recursos para desarrollar juegos de peleas que desborden contenidos por montones y con los cuales puedan justificar su precio, existen algunas que siguen apostándole más a la calidad que al número de objetos, escenarios, personajes o modos de juego con los cuales puedan investir a sus proyectos. En el caso de Bandai Namco y de Tekken en particular, prefieren ofrecer un acercamiento más balanceado pero un tanto distinto a las dos perspectivas mencionadas.
En vez de atestar sus juegos con decenas de personajes o escenarios, con modos de juego que podrían caer en el olvido o contenidos descargables que extiendan su duración, Harada enfoca su atención en estructurar un sistema de juego que, además de entretener y ofrecer reto, le permita a los jugadores sentir que pueden progresar en él. Más que querer brindar un juego al cual debamos de brindarle muchísimo tiempo para terminarlo, lo que siempre ha distinguido al desarrollo de Tekken ha sido la habilidad para forjar un gameplay que guste al público, que pueda ser abordado por cualquier tipo de jugadores y al cual regresen por gusto y no tanto por obligación.
Que la serie se haya mantenido relevante dentro de las preferencias de los jugadores y siga siendo vista como lo que es actualmente también se debe a eso, a la sensación de progreso, desarrollo y evolución que aquí podemos encontrar. Dicho esto, ahora nos resulta más fácil percatarnos de las razones por las que se ha querido hacer de Tekken 7 una entrega más accesible para todos.
Además de ofrecernos un gameplay mucho más pulido y ameno, Tekken 7; Fated Retribution también servirá como plataforma para dar un paso importante dentro la serie. Por medio de éste se dará fin a la saga central de los Mishima, se responderán todas esas incógnitas que siguen girando alrededor del clan de Heihachi, Kazuya, Jin y Kazumi y se revelarán los secretos que yacen detrás del misterioso gen demoniaco que portan todos ellos.
A ojos de muchos, el hecho de concluir con la trama central que ha estructurado a la serie podría significar el final de la misma pero, para Katushiro Harada y su equipo, esto es mucho más que eso. A través de Fated Retribution los desarrolladores buscarán ahondar en los orígenes de la franquicia, mismos que saben podrán ser de utilidad para comprender mejor su trama. Aunado a ello también intentarán demostrar que la serie está más viva que nunca y que Tekken va mucho más allá de ser una simple trama oscura repleta de venganza y avaricia.
¿Habrá más Tekken tras Fated Retribution? Aunque todavía es muy temprano para asegurarlo, Harada confesó su enorme interés por seguir con la franquicia. Por lo pronto tanto él como Bandai Namco se encuentran concentrados en el juego actual puesto que será por medio de éste y del apoyo que reciba de parte del público lo que definirá el futuro de la misma. De ahí que, más allá de ofrecernos el final de una historia, están buscando hacer de éste un proyecto que haga felices a los jugadores y a los fans que son quienes tienen la última palabra para decidir si la serie vive o muere. Con todos los cambios realizados hasta ahora en la entrega actual y con la retroalimentación recibida, en Bandai Namco se muestran seguros de que habrá Tekken para rato.
Finalmente no podíamos dejar de hablar de ese otro aspecto por el cual Tekken 7: Fated Retribution se ha colocado en el radar de muchos jugadores. Como si contar con el desenlace de la historia principal de la franquicia no hubiese sido suficiente, para el séptimo capítulo de la serie sus creadores hicieron posible un sueño que, hasta hace unos años, habría resultado impensable: incluir a un personaje de Street Fighter.
La manera en cómo ha evolucionado la comunidad de juegos de peleas es algo que le ha permitido a las compañías explorar nuevas áreas de oportunidad para mejorar sus proyectos y, entre ellas, figura el acercamiento con la competencia. Desde hace algunos años Bandai Namco y Capcom han sido dos de las firmas que, en aras de superar sus propios parámetros, se han acercado entre sí para intercambiar ideas con las que pudiesen complementar sus trabajos.
Para Tekken 7 el equipo de desarrollo quiso darle mayor variedad al juego y vieron en la inclusión de un personaje invitado una oportunidad sumamente interesante. Desde hace unos cinco o seis años, ellos se acercaron a Capcom para negociar la posibilidad de añadir a alguien del elenco de su popular serie dentro de la siguiente instancia de Tekken. Aunque tuvieron que pasar algunos años para que esto sucediera, fue gracias a la buena relación que sostienen tanto ambas firmas como los productores detrás de las franquicias y al tremendo éxito de proyectos colaborativos como Namco X Capcom, Project X Zone o Street Fighter X Tekken, las que facilitaron todo el proceso de integración del especialista del Ansatsuken en el universo del torneo del Iron Fist.
Para sorpresa de muchos la inclusión de Akuma no se limitó solamente a su aparición. Con varios años de planeación en su haber, Harada y su equipo estructuraron la historia de Fated Retribution de tal forma que el invitado tuviese un papel mucho más trascendental de lo que se hubiese pensado. Y cómo no habrían de hacerlo si, además de contar con él, el productor admite que Capcom le permitió usar a su personaje sin tener que desembolsar un sólo centavo. Así de bien están las relaciones entre las dos compañías.
Más que una mera estrategia de mercadotecnia para promocionar al juego, el hecho de que Akuma se haya sumado al elenco de Tekken 7 es un claro ejemplo de que Bandai Namco se sigue preocupando por satisfacer a sus fans de la manera que sólo ellos saben. Por muchos años intentaron incluir a un personaje de Street Fighter no tanto por el hecho de querer vender más juegos sino por la simple intención de hacer felices a los jugadores y a la comunidad en general. Después de todo, Tekken siempre ha intentado hacer eso desde sus inicios, entretener a todo aquel que decida darle una oportunidad de probar sus juegos.
Ya para concluir con la entrevista y dejando de lado todo el fanservice que significa ver a Akuma pelear contra Heihachi, Harada reconoce que la inclusión del legendario guerrero le permitirá explorar más con las mecánicas de su juego y hacer aún más variado al gameplay de su serie. Desde hace años sabemos que tanto el productor como su equipo se han encontrado trabajando en Tekken X Street Fighter, proyecto que promete hacer chocar a los dos universos al más puro estilo de la franquicia de Bandai Namco. Aunque durante el encuentro el creativo japonés se negó a hablar sobre este juego, creemos fervientemente que la aparición de éste en Tekken 7 no es una mera casualidad.