Por: Sophía Terra (@Sophirefly)
Cuando hablamos de mitos y leyendas, descubrimos que éstos llegaron a nosotros por la tradición oral, interpretados y reescritos por cada juglar y de persona a persona pero con un misterio que siempre nos ha maravillado.
¿Quiénes fueron esos primeros seres que observaron el mundo y refirieron tantas maravillas?
Platón mencionaba que los mitos eran una manera de entender una dimensión de la realidad humana bajo la función simbólica de la imaginación, ya que ésta no pretende ofrecer verdades como las de la ciencia, sino expresar la verdad de ciertas percepciones.
En la primera parte de este artículo, conocimos sobre algunos de los pokémon legendarios y de dónde provenía la inspiración que llevó a crearlos, en esta segunda parte los llevaré a conocer la simbología que está detrás de esas otras encantadoras criaturas que tienen el estatus de pokémon legendario. Sin más preámbulo, continuemos deshilando el diverso significado que le damos al mundo pokémon.
El uno o el principio deriva una manifestación de lo activo, del ser, la fuente y fin de todas las cosas, se representa con la esfera, el mandala del gran círculo (Al mandal), el cual oculta además el misterio de la existencia, pues encierra dentro de sí todas las posibilidades del universo, todo está unificado.
Esta creación se puede entender bajo dos puntos de vista: el de los hechos y el espiritual. Ambos son un centro donde converge la fragmentación (el tiempo/Dialga y el espacio/Palkia), la dispersión (Giratina) y la lucha por alcanzar el equilibrio entre uno mismo, el mundo y todas las cosas, llevándonos al espacio sagrado, al centro cósmico (la Sala del origen en Pokémon), lugar del nacimiento y hábitat del pokémon alfa –puesto que romper el huevo simboliza la creación y vida–, pero también el de la resurrección, de lo nacido dos veces.
“Arceus/Dios es un círculo cuyo centro está en todas partes y su circunferencia en ninguna.”
Darkrai es un pokémon que simboliza los sueños y la noche, fue conocido por los griegos bajo el nombre de Nyx, diosa que en su naturaleza engendraba por igual sueños y muerte, ternura y engaño. Entrar en la oscuridad es volver a lo indeterminado, a la tierra donde se ligan pesadillas y monstruos, lo inconsciente.
La noche, tal como Darkrai, encarna un doble aspecto que no solemos atribuir al equilibrio, pues al igual que las tinieblas predicen el acontecer, también representan la preparación del nuevo día, es decir, la armonía entre luz y oscuridad. Sin embargo al sumergirnos más, encontramos también el simbolismo detrás de la gran madre en su contraparte Cressella, la diosa Lunar, representada en distintos mitos como Isis, Ishtar, Cibeles, Deméter y María, deidades que llevan el atributo de la media luna y la corona de estrellas.
Cressella negocia con Darkrai, quien simboliza a la Virgen Negra en los sueños del mundo, lo que emerge en un conflicto de naturalezas debido a que Darkrai es conocida en la mitología como Kâlí (no confundir con la esposa de Shivá), Astarté, Lilith, Hécate, Medea y Circe.
Dentro del universo pokémon la primer criatura que creó Arceus lleva por nombre Mew, este adorable ser tiene la facultad de ser el predecesor genético de todos los pokémon. Es el primero en el orden natural y en la evolución ascendente del pokémon, en el sentido que es responsable de todo el linaje que desciende de él.
Su existencia es en sí misma un estado de potencialidad, de no manifestación y al mismo tiempo la suma de las posibilidades del ser. Se podría decir que Mew es la noción de un embrión, la síntesis del universo creado.
El edén que fue creado por Arceus, tiene como jardinero conocido a un pokémon bajo el nombre de Shaymin, quien a su vez simboliza la inocencia y la felicidad en su voluntad, donde sus funciones son crear y salvaguardar zonas arbóreas que recuerdan aquel paraíso perdido.
Se puede decir que Shymin es un ser que cultiva el árbol de la vida y que con sus hermosas flores representa su lugar como preservador del paraíso, por eso su doble divinidad (atributos) de planta y cielo.
Los poderes paranormales de la mente y la imaginación se presentan en Phione y Celebi, así como en la simbología detrás de las hadas. La primera criatura es la mitosis del agua, por lo que lleva en su naturaleza todos los atributos de Manaphy y la segunda es un guardián del ser humano y la naturaleza, que tiene por habilidad poder viajar en el tiempo.
Estas dos criaturas son expresiones de la tierra madre, aquellos frutos que se convertían en espíritus elementales como el agua y naturales como la vegetación. Se pueden entender entonces como epifanías de un entorno que muta constantemente y que debe ser protegido.
Los hijos de Cresselia conocidos como el trío del lago, están conformados por Mesprit, Azelf y Uxie, su configuración en la mitología recuerda a las Nornas Urd (destino/pasado), Verthandi (existencia/presente) y Skuld (destino/futuro), la trinidad que era dueña de la vida y destino del ser humano, seres que hilan el porvenir y que siempre aparecen en número de tres. Éstas simbolizaban el presente, pasado y futuro: el nacimiento, la vida y la muerte. Cloto/Urd/ Mesprit precedía el nacimiento y tenía la rueca, Láquesis/Verthandi/Azelf daba vuelta al huso, y Atropos/Skuld/Uxie –la sabia– era la encargada de cortar el hilo de la vida.
El lago representa el ojo de la Tierra y el paraíso ilusorio, la imaginación exaltada. Estos seres fueron los encargados de dotar de emoción, sabiduría y voluntad a las criaturas terrenales.
La estrella es a menudo vista como el mesías inesperado, un deseo fugaz que en pokémon despierta por 7 días cada mil años. Jirachi es la estrella de cinco y seis picos, una encarnación del microcosmos humano y el abrazo del espíritu con la materia.
En el Judaísmo, las estrellas anuncian los caprichos de Dios, pero su simbología se extiende al considerarles una grieta por la cual el héroe (iniciado, chamán, etcétera) puede atravesar al más allá por la paradoja que crea en dos niveles cósmicos (esto entiéndase como Alicia atravesando el espejo). En la Kalevala (Finlandia), los astros están hechos de fragmentos de la cascara del huevo cósmico.
El conocimiento más antiguo sobre los elementos proviene de la cosmovisión china, donde son cinco los elementos primordiales: agua, fuego, metal, madera y tierra. Éstos reaccionan entre sí generándose uno por otro o destruyéndose uno a otro para crear armonía y otra representación del conflicto y unión del ying y el yang, lo que liga a los elementos a una vertiente que da forma al mundo.
Con el tiempo otras culturas abolieron de la lista al metal y la madera, dejando como principales al Agua, que procede del frío y la humedad; el Aire, de la humedad y el calor; el Fuego del calor y la sequedad, y la Tierra de la sequedad y el frío. Cada uno representa un estado: líquido, gaseoso, ígneo y sólido.
A cada uno de estos elementos se le asignan condiciones propias de la vida dentro de una concepción evolutiva, donde el primer elemento (Agua) fluye por los elementos intermedios Aire y Fuego, para concluir en Tierra. De esta manera, tenemos un orden cuaternario de la naturaleza, de los temperamentos y de las etapas de la existencia.
En esta descripción entran el Regi mayor Regigigas y los tres Regis (Regirock, Regice y Registeel) ya que ellos son la representación física de los elementos en la Tierra.
Heatran y Manaphy son las representaciones terrenales o dioses menores de Groudon y Kyogre, seres que surgieron tras aquel enfrentamiento para aliviar junto a los Regis el mundo. Son el potencial y dualidad del agua y el fuego, así como su conflicto.
Hay que entender a Heatran y a Manaphy como los símbolos de ciertos valores antagonistas que se da a estos elementos: Manaphy es la representación del agua como instrumento de una purificación ritual donde la inmersión es regeneradora. El agua, como sabemos, es lo opuesto al fuego, es yin y corresponde al norte, al frío y al solsticio de invierno.
El fuego corresponde al yang, al sur, al color rojo, al verano y al corazón. En algunas culturas simboliza la expiación y regeneración, es el aspecto positivo de la destrucción, una inversión del símbolo, pero distinguiendo al fuego como la purificación de la comprensión hasta su forma más espiritual, cuando el agua es la purificación del deseo hasta su forma más sublime.
Latias y Latios son la representación de las mitologías duales de los mellizos y el estado de ambivalencia del universo mítico, se relacionan con la dualidad natural de las regiones con dos estaciones fuertemente contrastadas. Si bien todas las culturas y mitologías tienen una fascinación e interés por esta situación, con estas criaturas Pokémon no se podía quedar atrás en sus representaciones cosmogónicas y teológicas.
Esta fascinación está ligada a la simetría dual, la cual conocemos como oscuridad y luz, masculino y femenino, cielo y tierra, negro y blanco, rojo y azul, lo diurno y lo nocturno. Lo interesante en Latias y Latios es que son gemelos absolutamente semejantes, a excepción de su color, son copias uno del otro. Es ahí donde expresan la dualidad equilibrada y la armonía interior obtenida, el dualismo superado.
Conforme más me aventuro en la mitología de Pokémon, descubro que ésta no existe sólo como un elemento al azar o complementario que busca nutrir la historia del juego. No me queda duda que quienes están detrás del desarrollo se toman muy enserio el dotar de una coherencia el ambiente que visitamos, así como de una representación fiel del imaginario colectivo que tenemos en distintas cosmogonías en cada región del mundo.
Únicamente puedo decir que aquello que solía parecer una feliz coincidencia, nos presenta hoy en día y en cada entrega un rico panorama lleno de contrastes.
Si en el futuro hay una tercera Pokeweek, espero por fin darle cierre a este imaginario e incluir las distintas criaturas que han surgido actualmente, ya que por su “novedad”, aún no he querido cubrir el panorama Nórdico de las entregas “X” y “Y”.
“Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser después de estas.” Apocalipsis 1:19
Sophía Terra (-) Comentan que la puedes encontrar en WASD.