PS4, XBOX ONE, PC
PS4
Avalanche Studios
Square Enix
01/12/2015
Después de Grand Theft Auto III, la industria se vio severamente influenciada por los logros del open-world de Rockstar Games para PlayStation 2. Cientos de clones fueron desarrollados y 14 años después el sub-género creció al punto de satisfacer distintas prioridades. Sin duda el premio al clon más destructivo de todos se lo lleva por supuesto la serie de Just Cause de Avalanche Studios.
El primer Just Cause (2006) nos ofrecía la isla tropical de San Esperito para explorar. En una era post-San Andreas, esta parecía una mucho mejor opción que Saint’s Row para satisfacer mi sed de un open-world en mi nuevo Xbox 360. Mis recuerdos de Just Cause son aquellos de explorar su gigantezco mapa con custom soundtracks de cd rippeados en la consola de Microsoft, su historia no era su fuerte pero su libertad es uno de los grandes logros de la serie.
Cuatro años después llegó Just Cause 2 y con una flama lenta fue haciéndose de fans que buscaban un poco de más libertad en sus playgrounds virtuales. El juego al día de hoy ha sido modificado por sus fans al punto de inspirar a Avalanche Studios a implementar algunas de esas ideas en la tercera entrega.
Just Cause 3 también trata de Rico Rodriguez; después de liberar dos naciones es momento de regresar a su natal Medici y liberarla del malvado dictador General Di Ravello, quien está produciendo una poderosa y explosiva sustancia llamada Bavarium para crear armas de destrucción masiva. Sí, sí es la historia más genérica y olvidable ever pero la buena noticia es que es solo un pretexto.
Un pretexto para explotar todo a tu paso, Just Cause 3 es el caos hecho videojuego, es explosiones y más explosiones, es como si te dieran permiso de explotar y volar en pedazos el salón de clases que más odiaste en tu vida escolar.
Más allá de tus razones (o placeres) para hacerlo, Just Cause 3 es una caja de juguetes para jugar con la física y cólisión de dos (o más) objetos virtuales en un mapa gigantesco. Es un open-world en el que explotar tanques de gas es igual de divertido que desplazarte de un lugar a otro. Es un playground en el que cualquier tarea es un deporte competitivo mundial, es un videojuego donde empezarás caminando y terminarás volando por cerrados túneles con un wingsuit escapando de los cañonazos de un furioso tanque.
Las tareas regulares son las clásicas muletillas de los juegos open-world: “libera _____ outposts en una región para progresar”. Afortunadamente, las situaciones posibles en esta tareas las convierten en algo infinitamente más satisfactorio y divertido que el simple “escala aquí” o “sube a la punta de esta torre”; las tareas para liberar outposts o pueblos involucra tirar gigantezcas estatuas, destruir miles de tanques de gas y un sinfín de destructivas actividades que nunca se hacen viejas.
Una vez que hayas liberado una zona, tendrás acceso a otras actividades, algunas de ellas son recreacionales y me recordaron muchísimo a aquellas incluídas en el clásico de Super Nintendo Pilotwings.
Just Cause 3 es grandísimo y comprender su escala es algo que va más allá de zoomear el mapa. Volarás por sus hermosas costas mediterráneas, te perderás en sus desiertos, escalaras sus montañas nevadas, navegarás sus lagos y te adentrarás en sus densos bosques. Algo que hace diferente al engine de Avalanche comparado al de otros mundos abiertos es la vegetación, será raro el momento en el que no estás rodeado de plantas en Just Cause 3.
La variedad del entorno se presta a toda una serie de actividades que van más allá de explotar tanques y liberar pueblos, Just Cause 3 como anteriormente mencionaba es una competencia constante de todo tipo de actividades, desde el mayor tiempo volando en un wingsuit, la patada con gancho más larga y hasta la mayor altura ascendida haciendo uso del paracaídas, estos tres elementos son mecánicas importantísimas para tu desempeño. Aprender a dominarlas es vital para tu progreso en cualquiera de las actividades incluídas, no tengas miedo en no hacer misiones al principio y dedicarle un buen rato a intentar dominar volar y desplazarte, tarde o temprano te darás cuenta que no hay razón alguna para subirte a un automóvil.
Desplazarte en Just Cause 3 es un tema importantísimo, aprender a volar con tu wingsuit hacía cualquier lugar del mapa sin ayuda de vehículos es necesario desde tus primeras horas de juego, por otra parte el paracaídas te permite disparar y planear al mismo tiempo, por lo que tendrás que aprender que es lo que más te conviene dependiendo la situación, por supuesto el gancho es donde todo comienza y tendrás que saber aprovechar el terreno para tu provecho, desde usarlo para impulsarte hasta usarlo para escapar de una balacera como si fueras Batman. Por cierto hablando de Batman, pobre, no tendría nada que hacer contra Rico Rodriguez, después de Just Cause 3, regresar a Arkham Knight sería tan anti-climático como el dodo de GTA 3.
Una de los mayores aciertos de Just Cause 3 es que tu mapa no tiene toda la información disponible, hay muchísimos lugares que no serán descubiertos hasta el momento de estar ahí, añadiendo exploración al juego, una característica rara en cualquier open-world.
Volviendo al tema de destrucción, es fácil pensar que la solución a todos los problemas es un lanza cohetes y aunque sí es un arma de gran ayuda, tu mejor herramienta de destrucción es tu gancho, con el podrás derribar helicópteros al jalarlo hacía el suelo, hundir botes al jalarlos hacia el fondo del oceano e inclusive derribar tanques al unirlos uno con otro. Tu creatividad para resolver asuntos destructivos no tiene límites y pronto te darás cuenta que las balas son recursos límitados.
Tus habilidades podrán ser mejoradas al completar ciertas actividades, estás te premiarán con engranes que te permitirán moddear tu equipo, ¿dos lazos para tu gancho no son suficientes? ¿qué tal seis? Bastará con completar algunas actividades Pilotwingzescas para personalizar a Rico a tu gusto.
Tus misiones de liberar/destruir siempre tienen requerimientos similares, la verdadera magia es que Avalanche hizo cada una de ellas tan distinta que sentirás que cada una es un puzzle diferente: destruir los tanques de una base podría parecer una tarea sencilla, hasta que te topas con una base completamente vertical que requerirá subir hasta la punta sin ayuda de ningún otro soporte que la misma torre.
Desgraciadamente, algo tan ambicioso como Just Cause tiene un precio bastante alto, sobre todo en consolas. Al momento de reseñar el juego comencé en PlayStation 4 (1080p) y no tardé en darme cuenta que el juego tiene en ocasiones problemas severos de frame-rate y tiempos de loading, al cambiarme a PC no me encontré ningún problema con el juego.
Desconozco lo que provocaba la caida de framerate en PlayStation 4 ya que aunque en su mayoría tenía que ver con todo lo que estaba pasando (y explotando) en pantalla, en algunas ocasiones el framerate bajaba hasta caminando. Esperemos que esto pueda ser corregido con un parche en el futuro cercano. La versión de Xbox One tiene los mismos problemas corriendo el juego con la diferencia de que en la consola de Microsoft el juego corre en 900p en lugar de 1080p, si tienes una PC con una tarjeta de video decente, recomiendo infinitamente que lo juegues en ella para una experiencia óptima.
Just Cause 3 es un variado y divertido sand-box, uno que seguramente al igual que el anterior será de carrera larga entre la comunidad de mods. Es una lástima que quienes lo jueguen en consola no puedan decir lo mismo pero seguramente habrá quienes tengan el estómago para soportar sus problemas. Si lo tuyo son los juegos open-world tipo “San Andreas” posiblemente Just Cause 3 sea tu favorito de 2015.
