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La fórmula de Pokémon ha sido tan exitosa que no nos sorprende ver que varios productos la han retomado a su manera, no queremos decir con ello que “le hayan copiado” pero sí han replicado una fórmula que a la franquicia de los monstruos de bolsillo de Nintendo le funcionó de maravilla.
Aquí recopilamos algunos títulos que le apostaron al coleccionismo de criaturas, desde copias descaradas de Pokémon hasta juegos con identidad propia pero que nos dejan un sabor similar.
Capturar criaturas poco a poco se ha convertido en un elemento básico de la jugabilidad de la serie Monster Hunter desde el quinto juego. Dragon Quest Monsters es un spin-off que se volcó completamente sobre esta mecánica. Le fue tan bien, que se convirtió en su propia serie con más de 10 juegos desde 1999 y hasta la fecha.
Igualmente, esta serie comenzó como un videojuego para recibir su adaptación de anime de 54 episodios y un manga. Los videojuegos de esta franquicia tuvieron su génesis en el Game Boy, con una versión que después veríamos como remake en WonderSwan. Hasta la fecha, en Japón todavía esperan Medarot 9 que llegará a 3DS en diciembre.
A diferencia de Pokémon donde entrenamos criaturas a través combates (o de explotar glitches que nos permitan multiplicar Rare Candy), en este contemporáneo de Digitmon, Monster Rancher, tomamos el camino de la crianza. Esta serie multimedia continúa hasta la fecha a través de catorce juegos y varias temporadas de un anime.
Un proyecto para celebrar el décimo aniversario de Level-5 marcó la inédita colaboración entre el desarrollador y Studio Ghibli que culminó en un juego de Nintendo DS. Para explotar la solemnidad del proyecto, se desarrolló a la par un juego para PlayStation 3. Aunque el título no necesariamente se basa en la captura de monstruos para formar el pilar del gameplay, esta característica sí fue clave para darle personalidad.
Al igual que Pokémon, el juego Robopon llegó originalmente en dos versiones, la Sun y la Star, posteriormente también llegó la Moon; de las tres sólo la Sun fue la que llegó a América. En este juego de Hudson Soft seguíamos las aventuras de un niño llamado Cody en su isla llena de amistosos robots. El juego claramente nos recordó a Pokémon con partes casi idénticas y también a Robotrek de Enix.
Al inicio del juego de Game Boy Color los pueblos lucen prácticamente idénticos a los de Pokémon, sus personajes también se parecen muchísimo, incluso hay un dispositivo muy similar al Pokédex que describe a cada una de las criaturas coleccionables.
Intentando acercarse a los niños PlayStation creó su propio juego de captura de captura de criaturas aprovechando tecnologías como la realidad aumentada. Desde el PSP con su cámara que se conectaba como accesorio externo, la portátil permitió a los niños capturar a criaturas, aunque sus deseños genéricos y olvidables quizá convirtieron la franquicia en un producto sumamente olvidable. Invizimals al igual que Pokémon trató de convertirse en un producto multimedios que incluía álbums de estampas, juego de cartas coleccionables y hasta una serie de TV.
También de Nintendo, Fossil Fighters nos puso a buscar criaturas en sus universos, aunque únicamente dinosaurios. Al igual que en Pokémon tenemos un maestro que nos impulsa a capturarlos a todos con fines de investigación, por lo que tendrás que visitar varias regiones en busca de fósiles para traerlos a la vida.
Una vez que los has coleccionado podrás participar en batallas de dinosaurios, aunque no son tan interesantes como las que suceden entre los Pokémon.
No eran criaturas como tal pero los trompos de Takara seguían una línea muy similar a la de Pokémon en el sentido de que los juguetes cobraban vida de alguna manera al contener bestias legendarias. El afán de coleccionismo y el sistema de torneos con batallas de Beyblade 1 a 1 nos recuerdan mucho la dinámica del juego de los monstruos de bolsillo de Nintendo. Al igual que los Pokémon, los juegos y juguetes de Beyblade se combinan con una serie de televisión.
En 1998 Crave Entertainment publicó en el original PlayStation un juego que combinaba elementos de los RPG con la administración de criaturas, un producto que se creó en una colaboración de Genki con Katsuya Kondo, diseñador de personajes de varias películas de Studio Ghibli.
En Jade Cocoon tenemos un universo por lo general cubierto por un denso bosque en el que habitan monstruos llamados minions. Los únicos lugares seguros son villas y tomarás el papel de un Cocoon Master cuyo trabajo es capturar y purificar a esas criaturas, mismas que puede usar para participar en batallas y defenderse; al igual que en Pokémon los minion de Jade Coon tienen ataques elementales que se pueden pasar entre generaciones; a la hora de los combates se sigue un sistema de piedra-papel-tijeras en el que los elementos vencen a otros y tienen debilidades. El juego tuvo una recepción mixta, y en su caso no fue tan exitosa la fórmula que hizo popular a Pokémon.
Digimon es quizá el producto que más suele compararse con Pokémon al crecer como una serie contemporánea y muy similar en muchos sentidos. Antes de tener sus videojuegos, los Digimon recibieron su formato de mascotas digitales de bolsillo al ser un producto muy popular en la década de los noventas, ya en su entrada al universo de los videojuegos afortunadamente se mantuvieron bastante distintos a lo que nos ofrecía Pokémon con aventuras en las que teníamos que cuidar a nuestros monstruos digitales como si se tratara de mascotas virtuales. También experimentó después con el género de los dungeon crawler.
La comparativa directa entre Digimon y Pokémon es completamente lógica.
Akihiko Hino de Level-5 tenía el gran sueño de dejar una huella en la humanidad tal y como lo hizo Fujiko F. Fujio con Doraemon. Con la pasión que siente Japón por coleccionar criaturas, era lógico que el estudio se iba a encontrar con todo un éxito. Para reforzar la franquicia, se liberaron una gran cantidad de productos como juguetes, manga, anime y hasta películas. Dos años después la serie salió de Japón para buscar la conquista de Occidente.