Sin importar que te gustaran o no los videojuegos, es muy fácil que te haya llegado la fiebre de Pokémon si te tocó crecer en la década de los años 90 del siglo pasado. El hecho de que transmitieran en televisión abierta el anime de las criaturas de Nintendo, provocó que su mercado de fans se hiciera muy amplio, mismo que no sólo probó los videojuegos de GameBoy sino que también consumió una inmensa cantidad de productos relacionados con la franquicia y que aprovecharon su bien ganada popularidad para hacer negocios.
Hicimos un viaje a nuestra infancia para recordar algunas cosas que todo niño tenía en los noventas en su casa, si los reconoces seguro te traerán buenos recuerdos.
Quizá el objeto promocional más popular de la década de los noventas son los tazos, pequeñas figuras de plástico circulares de una pulgada que se ofrecían en productos de Pepsi Co. específicamente en nuestras bolsitas de botanas.
¿Cuántas veces no compraste unas papas motivado exclusivamente por el Tazo a su interior? Los pokémon fueron protagonistas en varias ocasiones de estas colecciones y la obsesión de atraparlos a todos capturó la atención de muchos niños.
Nótese que el estado desgastado que vemos en la imagen es como solían lucir los Tazos que teníamos en casa por jugar con ellos.
El concepto de atraparlos a todos se aplicó para muchas cosas, incluyendo los álbumes de estampas tan de moda en dicha década. ¿Cuántas veces no te gastaste el cambio de las tortillas en tus sobres de estampas? Para la primera generación de las criaturas de bolsillo las estampas no eran autoadheribles por lo que tenías que sacar tu prit para pegarlas con cuidado porque los niños que usaban su resistol blanco lo dejaban todo arrugado por la humedad del pegamento.
¿Tú los atrapaste a todos en su versión de estampa?
Ni recuerdo cuánto costaban pero sí que eran muy baratos. A alguna empresa no le importaron los derechos de los personajes y sin dudarlo un instante se colgó de la popularidad de los personajes para crear toda una serie de pequeñas figuras de plástico de colores transparentes inspiradas en los personajes por los que estábamos obsesionados.
Esta imagen seguro les traerá muchos recuerdos.
Había muchos productos que nos vendían con la imagen de Pokémon y de su serie de TV que era sumamente popular en la época. Entre las tienditas escolares o los puestitos de dulces encontrabas una cantidad enorme de productos de Pokémon aunque no fueran oficiales, desde memoramas con un chicle hasta pequeñas TVs de juguete rellenas de chicles miniatura que en su pantalla tenían un sticker con una escena de la serie –muchas veces mal impresas–, principalmente con fuertes spoiles como el memorable Pikachu triste.
Porque no queríamos dejar de pensar en Pokémon ni a la hora de la comida, muchos de nosotros compramos o conseguimos vajilla de plástico con nuestros personajes favoritos. Desde vasos promocionales de marcas de refrescos hasta platitos con ilustraciones de los monstruos de bolsillo, seguro comiste alguna vez con este estilo.
Oficial o pirata, seguro no faltó en tu ropero una playera o artículo relacionado con la serie, fuera que tuviera a algún personaje del anime a alguna de las primeras 150 criaturas con las que estábamos obsesionados.
Este tipo de playeras como las que se muestran en la imagen son un buen ejemplo de lo que solíamos tener.
Más productos de la empresa Pepsi Co, cómo olvidar al refresco de naranja cuyas tapas venían con una pequeña lámina ilustrada con alguno de los Pokémon. Esa colección se complementó con una Pokebola que venía con un elástico para poder arrojarla y que regresara; en su círculo central tenía un imán, de manera que el juego consistía en poner las tapas en el suelo y lanzar tu pokebola para “atrapar” a los Pokémon gracias a la atracción de la lámina por el imán.
Si ya hablamos de los videojuegos, es muy posible que donde los comprábamos –muchas veces tiendas no oficiales– nos ofrecieran versiones inexistentes del videojuego. Pokémon Green, Pokémon Quartz, Pokémon Purple, Pokémon Black –que muchísimos años después se volvería realidad– y otros inventos hacían evidente que estábamos ante versiones piratas del juego de GameBoy.
“Tengo que ser siempre el mejor, mejor que nadie más. Atraparlos mi prueba es, entrenarlos mi ideal” No podía faltar en casa el cassette o CD con la música de la serie o la película, cuyo tema principal seguramente odiaron nuestros padres de tanto que lo escuchábamos una y otra vez.
Como todos queríamos ser el mejor entrenador Pokémon no podía faltar en nuestra colección el Pokedex electrónico de la marca Tiger. Para nada reconocía a los Pokémon cuando los veíamos –pues desgraciadamente estas criaturas no andan libres en nuestro planeta–, pero era una funcional mini-enciclopedia en la que teníamos datos muy básicos de cada una de las originales 150 criaturas que se mostraban con su pixelada imagen en una monocromática pantalla como la de nuestras calculadoras escolares.
Eran un juguete original y bastante accesible, en casi todos los supermercados encontrábamos figuritas oficiales de una gran cantidad de Pokémon que venían con todo y su Pokebola. Más de alguno seguramente juntó una buena cantidad de ellos.
Otra de las marcas que se colgó del éxito de los Pokémon y de la consola portátil de Nintendo fue la cadena de restaurantes Burger King que en una ocasión tuvo con su comida infantil réplicas del GameBoy con todo y su cartuchito de Pokémon. Estos pequeños coleccionables evidentemente no eran una consola de videojuegos, no tenían función electrónica alguna pero tenían llamativas actividades como los clásicos juegos de agua en los que tenías que ensartar aritos en un alfiler o imágenes cambiantes de los monstruos de bolsillo.
Muchos ni siquiera aprendimos a jugar el Trading Card de Pokémon pero siempre nos llamó la atención coleccionar las cartas con descripción de nuestros personajes favoritos de la serie. Fueran paquetes originales o algunas de sus numerosas réplicas piratas, seguro en tu casa todavía hay cartas noventeras del juego de Nintendo.
Y ustedes ¿qué es lo que más recuerdan?
