Nos fascinan los juegos de horror, podemos recordar claramente que en la década de los años noventa hubo quienes crecimos al lado de títulos de inolvidables franquicias que con el paso de los años crecieron y aunque en su momento ni siquiera tuviéramos la edad adecuada para jugarlos, nos dejaron marcados y siempre estaba presente esa curiosidad de jugar varios títulos por el simple hecho de pensar que “ese juego en verdad sí te va a dar mucho miedo”.
Haciendo una reflexión rápida podemos notar que quizá la mayoría de nuestros juegos favoritos del género comparten elementos establecidos desde los primeros títulos de este tipo, algunos también se heredan de otros medios como el cine.
Vamos pues a recordar algunos de los más sobresalientes ingredientes que le dan el sabor que tanto nos gusta a los juegos de horror que por años han quedado en nuestras memorias.
Al igual que en las películas de horror, de nada serviría tener un gran enemigo enfrente si el protagonista dejara de ser indefenso. En el momento en que ponemos a un soldado armado hasta los dientes disparando a puñados de zombies el juego pasa a ser una experiencia de acción y pierde la esencia del género como le pasó a las más recientes entregas de la serie Resident Evil.
Tener municiones escasas que te obligan a escapar en lugar de atacar o incluso personajes completamente indefensos le da uno de los sazones más especiales a los juegos de horror.
¿Quién no recuerda los movimientos de tanque de los personajes en Resident Evil y Silent Hill? Podría incluso pensarse que es problema de los desarrolladores el entregar un juego con controles torpes e imprecisos pero es más bien una de las variantes que se unen a la lista de los elementos que provocan que los juegos de horror nos den más miedo. ¿Cuántas veces no te pasó que te quedaste atorado por los movimientos limitados de tu personaje ante la persecución de un terrorífico enemigo y eso te provocó miedo?
Si el juego de horror controla exactamente lo que quiere que veas, la atmósfera es mucho más terrorífica, el hecho de tener que caminar hacia la cámara sin saber que va a pasar en cuanto lo hagas mantiene una fuerte tensión que se puede traducir en sudoración intensa u otros síntomas de nerviosismo.
Los juegos de horror en lugar suelen privar al usuario de la libertad de observar a donde ellos quieran, lo que crea una atmósfera mucho más controlada en la que todo pasa cuando debe de suceder.
Además de jugar mucho con el diseño de espacios como el uso de pasillos y cuartos que podrían causar claustrofobia, los juegos de horror suelen contar con puertas cerradas o accesos restringidos a muchas áreas, siendo que uno de los principales objetivos sea el salir de un lugar o buscar alguna solución al problema detrás de una puerta que al inicio siempre está cerrada.
Resolver puzzles y buscar llaves pueden convertirse en los principales objetivos de este tipo de juegos.
Sí, muchas veces resulta que por sobrenatural que parezca el malo del juego termina siendo un loco psicópata pero en la mayoría de las ocasiones dentro de este medio en específico son cosas sobrenaturales las que nos acosan.
Fantasmas, zombies, infectados, mutantes… piensen en lo que sea, pero casi siempre tenemos enemigos sobrenaturales considerando que sus habilidades sobre-humanas tienen mucha tela de donde cortar en cuanto al gameplay se refiere.
La relación entre la sensualidad y el horror existe desde el cine y en los videojuegos no podía faltar que la presencia de bellas protagonistas se haya convertido en un elemento constante en este tipo de juegos.
Seguramente mientras lees esto recordarás a Jill Valentine en minifalda, las enfermeras de Silent Hill, las bellas japonesas de Fatal Frame o hasta las rubias de Until Dawn.
Al factor de las cámaras fijas debemos agregarle que la visibilidad en general suele ser limitada en una gran cantidad de juegos de horror. Desde recursos como la neblina a la oscuridad total en la que sólo una pequeña linterna ilumina tu camino, la visibilidad limitada es uno de los ingredientes que no pueden faltar en cualquier juego de miedo.
Obviamente si le pusimos a esta semana temática de contenidos relacionados con juegos y películas de horror, Blood Festival, es porque definitivamente la sangre es ese líquido vital que sirve como base para cualquiera de nuestros juegos de horror favoritos. Sin importar que sean brutales o la presenten en cantidades limitadas, hay muchos títulos que incluso te permitían elegir qué tanta cantidad de sangre querías que apareciera y hasta su color.
Los sustos repentinos también conocidos como “screamers” en el cine son otro de los ingredientes que siempre están presentes en los juegos de terror. ¿Quién no se acuerda de ese repentino salto del perro por la ventana en Resident Evil? Hay juegos que incluso pueden hasta abusar de este recurso como el reciente Until Dawn de Spermassive Games que los utiliza constantemente.
Este ingrediente quizá no es una constante o parte de la base de un juego de horror, pero cuando está presente vaya que le da un buen sazón. Desde el popular Nemesis de Residen Evil III al temible Piramid Head de Silent Hill o algún otro rival invencible o muy fuerte, el sentir que te están pisando los talones a cada instante alguien que te va a matar es algo que siempre hemos amado en cualquier juego de terror.
Hasta aquí nuestra receta amigos, es bueno ver cómo después de que el género parecía un poco estancado recientemente hay varias propuestas que siguen siendo fieles a muchos ingredientes de esta fórmula. Cuéntanos, ¿De todos estos elementos qué es lo que te parece más importante dentro de un juego de horror?
