Por fin el momento que todos los fans esperaban en Dragon Bal Super. La espera fue un tanto larga y aunque los episodios se han vuelto el blanco de críticas de los seguidores, eso se ha visto recompensado con un capítulo en donde se presentó el que quizá sea el mejor momento de la serie hasta ahora: la transformación de Gokú en un Dios Super Saiyjajin. Bueno, aunque eso no evitó que éste también tuviese sus deslices.
Prácticamente el episodio titulado ¡Perdona la demora Bills! ¡Al fin nace el Dios Super Saiyajin! se centró en un solo acontecimiento y en el proceso que condujo a su realización. Nunca se desviaron de su idea central y eso, sentimos, le ayudó mucho a la manera en como se fue desarrollando.
Retomando en donde nos quedamos el capítulo anterior, Gokú y sus amigos invocaron al poderoso Shen Long para que pudiese ayudarlos a encontrar la Dios Super Saiyajin para que así pudiesen complacer a Bills. El legendario dragón siempre caracterizado por contar con una presencia serie e imponente, sorpresivamente se achicó ante la presencia del dios de la destrucción, algo que nunca ningún fan se la serie habría pensado ver en su vida (pero vamos, eso lo vimos primero en la película de La batalla de los dioses). ¿Shen Long temblando de miedo? ¡Ja ja!
En comparación a lo que presenciamos en el film donde debutó el destructor, el dragón de los deseos decidió omitir un tanto el trasfondo de la leyenda del Dios Super Saiyajin y, en su lugar, fue directo al grano. Éste les reveló que, para poder invocar al guerrero que en teoría era inexistente, cinco saiyajines de corazón puro y noble debían de unir sus manos para que así, apareciera frente a ellos el dios saiyajin. Tras dejar su mensaje, Shen Long desapareció pero no tanto porque hubiese cumplido su objetivo, sino porque tenía mucho miedo de Bills (De nueva cuenta, ¡Ja ja!)
Una vez enterados de las palabras y de la manera de hacer el ritual Gokú, con la ayuda de Vegeta, Gohan, Goten y Trunks, deciden tomarse de las manos para hacer aparecer al dios guerrero. Aunque en un inicio parecería que todo resultaría, pronto se percatarán de que algo no estaba bien. Tras esto y al no poder figurar que sucede, Wiss les menciona que todos malinterpretaron a Shen Long: en total no se necesitaban de cinco sino de seis saiyajines.
Al percatarse de esto y saber que solamente existían cinco saiyajines en todo el universo, Bills decidió no tolerar más retrasos y se elevó al cielo con la intención de destruir a la Tierra. En medio de esta desoladora situación Videl valientemente se postró frente al destructor y le preguntó si su hijo, el cual se encontraba todavía dentro de su vientre, podría ayudarles. Obviamente la noticia tomó por sorpresa a todos los presentes y, tras un breve momento de júbilo – y de una buena regañada de Bills -, la esposa de Gohan, en representación del próximo saiyajin, se unió al proceso.
Ya con Videl dentro del ritual, el episodio nos mostró todo un proceso de invocación increíble. Por varios minutos fuimos testigo de una secuencia en la cual el entorno donde se encontraban nuestros héroes se fue transformando de tal forma que parecía que una desgracia se avecinaría. Todo parecía asemejarse a un preludio por la aparición de un ser supremo y de la talla de un ser creador.
Finalmente y luego de todo un segmento espectacular, Gokú se elevó en el aire y alcanzó la nueva y esperada fase del Dios Super Saiyajin. Ante el asombro de todos los ahí presentes, incluido el propio Bills, fue como concluyó el episodio, no sin antes demostrarnos a un Kakarotto ansioso por dar inicio a un combate emocionante.
Creo que por primera vez en la serie hemos visto un episodio lo más cercano a la original de Dragon Ball Z, no tanto en el sentido de sus contenidos sino en su estructura. Si por algo es recordada el anime por muchos de nosotros es por lo mucho que duraba un segmento o los episodios que se requerían para ilustrar tan sólo una parte de todo; la pelea entre Gokú y Freezer y los cinco minutos de su pelea que duraron como 846594 episodios, son el ejemplo más recurrente de ello.
En definitiva fue un buen acierto el dedicarlo un capítulo completo a lo de la transformación ya que así los animadores pudieron concentrarse solamente en un hecho y en las maneras en las cuales pudiesen ilustrarlo de una mejor manera y no en añadir cuanto relleno fuese posible. Eso pasó en el episodio anterior y ya saben lo que terminó siendo.
Aunque el episodio me pareció adecuado, sobre todo la parte del ritual con todos los saiyajines y Videl participando, el capítulo no estuvo exento de algunos errores, sobre todo en partes tan memorables de la película de La batalla de los Dioses como lo fueron cuando Shen Long explica lo que es un Dios Super Saiyajin y cuando Videl revela su embarazo. Si bien ambas estuvieron presentes en el capitulo en turno, no se sintieron tan bien llevadas en comparación como lo hicieron en el film.
Por un lado se suponía que el relato de Shen Long no sólo nos daba a entender lo que era el Dios Super Saiyajin y las razones por las que este no existía como tal, sino que además lograba darle un tono mucho más épico a su razón de existencia. Por otro lado el embarazó de Videl, aunque se mencionó con antelación en la película, cuando se lo revela a todos suscitó un momento tierno y alegre que, en esta ocasión, no se sintió del todo memorable.
En lo personal me hubiese gustado ver que dichos momentos hubiesen sido tratados mejor y se les hubiese brindado un poco más de tiempo, inclusive aunque fuese a costa de algunos minutos del proceso definitivo de invocación. Creo que eso le hubiese dado más balance al capítulo y lo habría convertido en el mejor de todos.
¡Ah sí! Y sí se lo están preguntando también pude percatarme de algunas partes donde los dibujos y las animaciones estuvieron horribles. Pero eso, como lo dije ya en ocasiones previas, siento que no demeritó en lo absoluto la propuesta que vimos esta semana. Hay más cosas y elementos en un capítulo que solo ilustraciones chidas y feas, ¿saben?
Es así como concluimos el resumen de esta semana, uno que aunque no contó con nada de acción o comedia excesiva, se sintió bien llevado y que disfrutó de una buena presentación. Pudieron corregirse o hacerse mejor algunos aspectos, pero en definitiva nos dejó un buen sabor de boca.
No se olviden de escuchar el podcast más reciente que hicimos de Dragon Ball Super en Atomix, en donde hablamos sobre los episodios que se transmitieron durante agosto y en el que analizamos cada uno de los mismos. En definitiva les va a gustar.
¡Hasta la próxima semana, amigos!
