Me cuesta pensar que hubo años (2003, 2004) en los que Mega Man tuvo hasta 19 lanzamientos, por años el bombardero azul ha estado ausente al punto en que seguramente las más nuevas generaciones no saben quién es o lo conocieron por su participación en la última entrega de Smash Bros.

Increíblemente el primer movimiento por atender a los fans de Mega Man vino por parte de Keiji Inafune (diseñador e ilustrador de los personajes de la serie durante sus primeras entregas en el Famicom y NES) cuando hace unos años lanzó un Kickstarter de Mighty No. 9 un sucesor espiritual del personaje.

Muy cercano a la fecha de lanzamiento que tenía este sucesor, Capcom decidió recordarle a los fans la magia del bombardero original con la Mega Man Legacy Collection para PlayStation 4, Xbox One y PC, una recopilación de los seis primeros títulos caseros de Mega Man. Ésta no es la primera vez que se intenta reunir varios juegos del bombardero bajo un mismo techo, pero definitivamente sí es la mejor en más de una década. Gracias al trabajo y el cuidado de Mika Mika y Frank Cifaldi de Digital Eclipse, se logró tener emulación en una HDTV muy cercana a la experiencia orginal de nuestras consolas clásicas y escalarla apropiadamente de 240p a 1080p.

La última colección que existe de este pesonaje es la Mega Man Anniversary Collection para el Gamecube, PlayStation 2 y Xbox, que aunque contenía más juegos (Mega Man 7 de Super Nintendo, Mega Man 8 de PlayStation/Saturn y las dos entregas de CPS2) tuvo un tratamiento bastante pobre y corría a 480i sin la posibilidad de cambiar a 240p (seguramente debido a que el Xbox no era capaz de correr esta señal), otros problemas de esta colección fue el swap de botones, ya que brincabas con el que disparabas en el original y viceversa.

La Mega Man Legacy Collection es bastante versátil y cumplirá con todos los gustos, desde aquellos que querrán jugar de manera propiamente escalada y sin máscaras alrededor del display de juego, hasta quienes quieran interpolar y escalar la pantalla para llenar sus HDTVs aunque deforme el aspecto, también existe la posibilidad de añadir scanlines e inclusive un caprichoso shader con aberración cromática y ruido para intentar replicar el look de los juegos conectados a un CRT por RF y compuesto, el único problema para los puristas será el inevitable delay de respuesta que existe al conectar una señal a HDMI, definitivamente no es tan responsivo como sus versiones originales o las de PlayStation pero es “jugable”.

La presentación de la colección cumple bastante bien y aunque hay algunos detalles sonoros (como que la música cambia abruptamente entre menús) todos los assets incluídos están hechos para disfrutarse en un display 1080p nativo como la mayoría de HDTVs en el mercado.

Entre los extras tenemos opciones basadas en el uso de save states, por ejemplo podrás practicar al instante las batallas con cualquiera de los jefes al entrar a su perfil, en este museo podrás ver el perfil (e ilustraciones originales) no sólo de estos jefes sino también de los enemigos, ahí podrás checar datos que antes no estaban documentados como su HP y sus debilidades.

También haciendo uso de Save States está el Challenge Mode donde podrás enfrentarte a más de 50 retos cada uno con su leaderboard propio y opción para replay, algunos estarán desbloqueados desde el principio y otros podrán ser desbloqueados posteriormente.

Definitivamente creo que esta colección es una celebración adecuada de uno de los personajes más emblemáticos de la historia de los videojuegos, una que tiene la delicadeza de poner como prioridad la representación fiel de los clásicos en lugar de un número, aunque nada supera a sus versiones originales, Mega Man Legacy Collection es una excelente opción para que nuevas generaciones se familiaricen con nuestro bombardero favorito y conozcan que más allá de ser un personaje con excelente diseño, es una pieza importantísima en la historia de los plataformeros de acción y uno de los primeros ejemplos de run n gun de la historia, Mega Man no sólo es un personaje bonito, es una saga imperdible de nuestro medio favorito.