Nuestras cabezas son complicadas, miles de pensamientos, sentimientos y sensaciones recorren nuestro cerebro a cada segundo y dependiendo de qué actividad estemos desempeñando, actuamos y nos comportamos en consecuencia a cualquier estímulo que recibimos de las personas, animales, objetos inanimados, paisajes; pero todo tiene un porqué.
Disney y Pixar realizaron una obra de arte con esta película dirigida por Pete Docter y Ronaldo Del Carmen. Poco ruido se había hecho alrededor de esta película a comparación de otras, ¡pero oigan, es Disney y Pixar, de ninguna manera puede ser mala película!
Con los tráilers pudimos ver un pequeño avance de lo que sería el filme, acertaron bastante en no tirar como mil tráilers a diferencia de otras películas en donde nos cuentan lo que va a suceder y le quitan magia al resultado final (ahí les hablan: Avengers: Age of Ultron y Jurassic World).
No podemos dejar de mencionar a Michael Giaccchino, compositor del Original SoundTrack. Por si no lo conocen, ganó un Oscar por la música de Up, hizo la de Ratatouille, Jurassic World y ha compuesto música de juegos como Medal of Honor. Sus piezas en esta película son clave para el desempeño de las escenas, las hace más felices, tristes, frenéticas, nostálgicas, realmente un gran trabajo.
No dejen que muera su niño interno aunque ya sean adultos, porque al parecer tenemos a cinco simpáticos seres viviendo dentro de nuestras cabezas, ordenando nuestras ideas, ayudándonos a que todo esté bien y luchando para que nuestra vida vaya por el mejor rumbo posible; pero todos somos diferentes. Inside Out (Intensamente) es una hermosa película con muchas moralejas, les juro que es imperdible.
Todo empieza cuando abrimos los ojos por primera vez, cuando no sabemos qué es vivir, qué es el mundo, qué nos rodea, quiénes nos sostienen entre sus brazos, quiénes somos. En Inside Out se abren los ojos de la pequeña Riley (Kaitlyn Dias), y como si fuera una pantalla de cine, podemos ver el exterior, lo que observa por primera vez la niña, ¿pero qué hay dentro de su cabeza?. Al igual que Riley, también nacen junto con ella unas pequeñas criaturas: sus emociones. Cada individuo tiene una emoción predominante, es la que dirige ese sistema tan complejo de pensamientos de cada persona, en el caso de la chica es Joy (Amy Poehler), y para complementar el equipo de emociones están Anger (Lewis Black), Fear (Bill Hader), Sadness (Phyllis Smith) y Disgust (Mindy Kaling).
Desde el principio del filme podremos ver el crecimiento de Riley, sus primeras experiencias de vida, sus primeros recuerdos, sus amigos, todo aquello que construya su personalidad, y claro, muy a su manera. No todo será color de rosa, la pequeña niña pre-puberta sufrirá el difícil cambio de vida al mudarse con su papá (Kyle MacLachlan) y mamá (Diane Lane) de Minnesota a San Francisco. Al principio podría parecer una buena idea, pero la adaptación no es fácil, nada es cómo se lo imaginaba; a partir de ese momento empezarán los problemas psicológicos y por ende, el desorden de las emociones dentro de su mente, las cuales trabajan desde un enorme cuartel general.
A partir de ese momento las emociones tendrán que buscar una solución para hacer que el mundo de Riley no se destruya, que siga en pie, pero para eso Joy y Sadness tendrán que pasar por una gran aventura y dificultades en contra del reloj.
Basándonos en la premisa de la película, todas las personas vamos guardando millones de recuerdos, muchos de ellos serán inservibles, pero muchos otros significativos, pero hay más recuerdos especiales que son los que nos forjarán lo que somos y seremos. Denotan una cicatriz buena o mala del pasado, presente y futuro.
En la reseña no habrá dato que pueda ser un spoiler, así que mencionaré las islas de la personalidad. Los recuerdos de cada persona son esferas de colores, cada color representa a la emoción que representan y son almacenadas en un enorme banco de memoria, tan enorme que parece no tener final, sin rumbos, es un laberinto; y cada recuerdo puede ser usado en cualquier momento. Pero hay evocaciones que son aún más importantes, los dorados, son los que abrirán las islas de la personalidad.
Estos mundos mágicos que dictan la personalidad parecen sacados de un parque de diversiones; en el caso de Riley las islas están creadas a partir de lazos familiares, amistad, su amor al hockey, entre otras. La pregunta es: ¿Las islas de la personalidad son para siempre? ¿cuáles son tus personalidades?
La mente es una tierra inmensa, casi infinita y en donde no se conocen limites. Llena de recuerdos, memorias, pesadillas y un lugar especial dedicado a la imaginación. Tal como su concepto lo indica, este lugar se llama Imagination Land; aquí es donde las cosas más raras, felices, absurdas, terroríficas y hasta torcidas pueden suceder; un lugar que no cumple con las reglas físicas dentro de la ficción que representa, podría no existir una tercera dimensión y limitarse sólo a dos, convertirse en seres abstractos, encontrar seres fantásticos y hasta bosques hechos de papas a la francesa.
Antes de entrar a terrenos peligrosos, conoceremos a un personaje muy curioso llamado Bing Bong (Richard Kind); creado a partir de los pensamientos de soledad de Riley y perdido en las entrañas de los laberintos mentales, es un amigo imaginario que convivió con la pequeña niña cuando era pequeña, pero al ir creciendo se fue perdiendo y tomó su rumbo. Este elefantoide tiene una personalidad hiperactiva y turbia, no tiene objetivos a largo plazo, parece ser un nómada solitario que colecciona ilegalmente los recuerdos de Riley; cada acción y decisión que tome este amigo es una sorpresa, podemos intentar deducir sus actos, pero el peludo rosa es totalmente impredecible.
En Imagination Land podremos encontrar cosas tan increíbles como la fábrica de sueños, el calabozo de las pesadillas y más detalles increíbles que descubrirás al ver el filme.
Docter y Del Carmen hicieron un gran trabajo al salirse de la receta común para la realización de la película, de manera estricta el protagonismo está muy bien repartido por los personajes. No podría definir uno en especial, pero si hay que elegir uno, Joy sería la indicada ya que es la líder dentro del cuarto de operaciones y la emoción predominante de Riley. sin embargo, a pesar de todo esto, cada emoción tiene su parte importante y sus acciones son fundamentales para la continuidad de la película, que secuencialmente está muy bien hecha.
La contraparte debería ser el villano, y aquí no vemos a uno en especial y nos lleva a preguntarnos ¿Nosotros somos nuestros propios villanos? Todos los pensamientos que tiene Riley es para buscar un bienestar, y las emociones reaccionan a las situacionales, no hay ningún personaje que busque destronar la esencia de los personajes principales, simplemente son los cambios normales que tenemos al crecer.
Inside Out es un claro ejemplo de que el mundo del cine está cambiando e intenta romper algunas creencias que atan a muchas personas hoy en día, una de ellas es una de las emociones protagonistas de la película: la tristeza. Para muchas personas la tristeza es un sentimiento negativo que se debe de evitar a cualquier momento, es eso que no se puede tener porque simplemente hace sentir mal y mejor prefieren realizar otras actividades que en ocasiones no llevan a nada bueno; realmente no podemos dejar de sentirla ya que nos hace crecer. Al igual que la tristeza, la ira, el miedo, el desagrado y la alegría son emociones tan importantes ya que es lo que forman parte de la construcción del ser humano.
94 minutos son pocos para esta excelente película. Pudimos conocer las emociones de las emociones dentro de nuestra cabeza. Los directores hicieron un gran trabajo al mostrarnos en tan poco tiempo las 5 personalidades en su totalidad, muy bien definidas y sin huecos argumentales. Los rostros de cada emoción explican desde el primer momento de su aparición el detalle de qué papel desempeña cada uno.
Los gráficos son maravillosos, como si fueran de peluche vemos a nuestros 5 personajes con una piel tan felpuda y nítida que es un deleite a la vista, y no sólo eso, también cada apartado ambiental tiene un gran trabajo detrás, incluyendo la corrección de color que evoluciona dependiendo al recuerdo que estamos presenciando.
Inside Out es una película divertidísima llena de Insight’s que te harán sentir identificado, en cada momento reirás y sentirás la empatía con Riley y con sus pequeñas personalidades que viven en su cabeza. Además de ser una película muy feliz, tiene sus tintes nostálgicos y llenos de tristeza.
Como nota: El cortometraje LAVA previo a la cinta, también es una maravilla, es cursi, pero bien hecha. Pero eso ya les toca a ustedes comprobarlo.
En lo personal, este filme entra dentro de las mejores de Pixar y estoy seguro que amarán a todos los personajes, es probable que la historia dé para pequeños cortometrajes tal y como sucedió con Toy Story. Una segunda parte, no sabemos, pero esta historia tiene tela de dónde cortar.