Square Enix no da marcha atrás en su plan por traer su catálogo a tantas plataformas como sea posible. En 2014 ya vimos en PlayStation 3 y PlayStation Vita Final Fantasy X | X-2 HD Remaster, del cual pueden leer nuestra extensa reseña desde hace más de un año. En esta ocasión nos traen una versión aún con más mejoras para la actual consola de Sony, misma que se posiciona finalmente como la definitiva para los amantes de la franquicia.

Fácilmente podemos decir que Final Fantasy X es uno de los más memorables de toda la serie, gracias a la gran variedad de novedades que introdujo y que sentaron el precedente para el curso actual que tomó la franquicia. No ahondaré en las bondades del juego original, ni en analizar de nuevo las mejoras de la remasterización del año pasado, ya que todo ese contenido puede ser leído en nuestra primera reseña.

Lo que sí es importante destacar es que Square Enix no nos trae un port uno a uno que emula la misma magia de PlayStation 3 y PlayStation Vita, si no que el equipo de desarrollo se tomó el tiempo de añadir mejoras que si bien no cambian radicalmente nuestra experiencia en Spira, sí refrescan el contenido para sentirse más consistente y actual.

Una de las deficiencias del título que reseñamos hace uno año era la falta de cuidado en los personajes no jugables y en los enemigos. Se notaba la abismal diferencia entre los protagonistas y los NPC, distancias ahora más estrechas gracias a que se retocaron todas las criaturas que vemos en pantalla. No es que hayan remodelado a fondo cada una, pero sí añadieron detalles en el cabello o la resolución de las texturas para adecuarse más a los estándares actuales, por ejemplo.

Además, las paletas de colores son más amplias y cubren espectros más variados en las tonalidades. Ahora es más fácil apreciar lo pintoresco de los escenarios y las vestimentas que portan los habitantes de Spira, destacando con mayor detalle los vibrante que puede llegar a ser este universo inspirado en Asia peninsular.

Hay juegos que enfocan sus esfuerzos en algunos detalles gráficos y al mismo tiempo dejan desatendidos otros. Evidentemente, los efectos de iluminación no fueron prioridad para el equipo de desarrollo, ya que aunque sí existe un motor de física que los atienda, no llegan al nivel de otras remasterizaciones actuales como la de Resident Evil, por ejemplo.

Final Fantasy X fue el primer título de la serie que incorporó escenarios completamente en 3D, a diferencia de sus antecesores en tres dimensiones que utilizaban fondos pre rendereados. Hasta el momento, con todo y sus volúmenes, la atmósfera se sentía más como una puesta en escena y no como un ecosistema creíble. Esta situación disminuye gracias a que se le prestó mayor atención a las texturas y resoluciones de los elementos de fondo, por lo que ahora se sienten más incorporados nuestro campo de visión y nos hacen sentir en un mundo vivo.

En la entrega que jugamos el año pasado, tuvimos la oportunidad de disfrutar de la banda sonora retocada con nuevos arreglos. Ahora continuamos con este beneficio, sólo que con la opción de cambiar al apartado musical original con sólo presionar un botón en el menú. Los puristas de la franquicia podrán seguir disfrutando de las pistas originales en cualquier momento, gracias a esta nueva función que no estaba presente en la entrega pasada.

En otros aspectos que tienen que ver menos con el juego y más con la plataforma, es agradable tener la posibilidad de contar con las opciones para compartir contenido del PlayStation 4. Tener la posibilidad de tomar capturas de pantalla de nuestros momentos favoritos y compartirlas o guardarlas para galerías personales se agradece, además de que la opción Share le permitirá a muchos pedir ayuda en tiempo real para estrategias específicas o la resolución de acertijos que le parezcan complicados.

Además, si estamos lejos de nuestra consola o no tenemos a nuestra disponibilidad el televisor, podemos poner nuestras manos sobre el siempre confiable PlayStation Vita para continuar nuestra aventura gracias al Remote Play. Es importante destacar que las mejoras gráficas lucen incluso más impactantes con esta función que la misma versión del juego para esta consola, claro, eso si contamos con una consistente conexión a internet o si nos encontramos cerca del PS4.

Aunque en esta ocasión no contamos con la opción cross-buy para disfrutar del título en diferentes plataformas con un mismo pago -lo que nos obliga a comprar el mismo juego por segunda vez en algunos casos-, sí podemos compartir nuestro mismo archivo de guardado en cualquier dispositivo, por lo que si ya estábamos jugando en el PlayStation 3 o en la portátil, será fácil continuar nuestra aventura en una consola de nueva generación.

El gameplay fue respetado al 100%, algo que podría tener sus contrastes debido a que tanto el movimiento como el flujo de las batallas sigue siendo fiel a la entrega original de hace más de una década. Muchos podrían verse frustrados al interactuar con personajes acartonados y un sistema de combate previo al Active Time Battle actual más enfocado a la acción.

Pueden esperar una resolución nativa de 1080p sin ningún problema de aliasing, a diferencia de la edición pasada. Si tienen una pantalla Full HD, podrán gozar de las más de 100 horas que ambos juegos nos pueden ofrecer en cuestión de gameplay.

Es agradable ver que Square Enix le da un tratamiento a la altura a uno de sus juegos más importantes. Revivir el romance de una de las historias más profundas y maduras de la franquicia se disfruta al máximo gracias a los retoques que se le dieron a la aventura original. Si nunca han probado este título, esta es la oportunidad perfecta. No obstante, si ya lo pudieron probar en PlayStation 3 o en PlayStation Vita, hay pocas razones por las cuales invertir en revivir la misma aventura por tercera vez.