Existen tantos juegos de zombies que a veces resulta un poco complicado jugarlos todos, en especial si eres fan de ellos y necesitas saber cuáles son los mejores. Es cierto, los jugadores tenemos esta tendencia a amar cualquier juego con estos personajes, pero así como hemos tenido grandes momentos también nos hemos llevado varias decepciones. Sin embargo, en el 2013 un estudio nuevo nos entregó una experiencia agradable cuya ambición de exploración en conjunto con una historia clásica resultaron en algo más que aceptable.

State of Decay lo jugamos hace un par de años en el Xbox 360 y PC, y gracias a su popularidad es que Microsoft decidió darle vida ahora en el Xbox One con una remasterización. Aquí nuestra opinión.

Antes que nada, las remasterizaciones son algo común y parte del negocio de esta industria. Así que en vez de quejarnos, debemos adoptarlas ya como algo normal a estas alturas. Eso sí, hay unas mejores que otras y en el caso de State of Decay: Year One Survival Edition podríamos decir que es una a nivel promedio o regular.

Un repaso del juego

Pero, es importante primero hablar del juego. Puede que muchos de ustedes ya estén familiarizados con State of Decay pero seguro hay personas que no lo han jugado así que vale la pena hacer un repaso. Este título es un juego del género survival en un mundo abierto con vista en tercera persona situado en un mundo post apocalíptico con miles de zombies dispersos por todos lados. Podemos decir que es una mezcla de series como The Walking Dead y juegos como Dead Island y Dead Rising, pero con el estilo visual caricaturesco parecido al videojuego de The Walking Dead creado por Telltale Games. Dicho lo anterior, State of Decay nos presenta a varios personajes que tienen la misión de sobrevivir ante la plaga de zombies. Típico.

Explora, combate y sobrevive

La exploración es la parte esencial de este título, que nos obliga a recorrer cada rincón del mapa para buscar a otros sobrevivientes y realizar toda clase de misiones principales y secundarias que implican búsqueda de víveres, medicinas, refugios, el rescate de otras personas en momentos críticos (aunque puedes optar por dejarlas morir), recolección de armas y demás. Sí, algo clásico de cualquier otro juego similar y hay que decir que State of Decay no innova ni aporta algo nuevo, más bien sigue una formula básica que todos conocen y que a muchos encanta.

Muchas veces entrarás en combate con varios zombies a tu alrededor y otras ocasiones tendrás que pasar desapercibido en sigilo debido a que estás en desventaja tanto en número como en armas. Los personajes aumentan de nivel en diversas habilidades tal y como se espera de un juego survival. Las armas de fuego son escasas así como las municiones y por ello tienes que cuidarlas muy bien. Por otro lado, tus armas como bats de beisbol, palos de madera, katanas y demás se irán desgastando hasta romperse (como en Dead Island), y esto te obligará a buscar nuevas. Más vale que tengas cuidado de enfrentarte a muchos zombies con solo cuchillo en mano porque tienes todas las de perder y más porque la energía del personaje se agota, esto quiere decir que se cansa y por lo tanto es torpe y tu muerte es inminente.

Una vez que matan a tu personaje no hay marcha atrás ni revive. Así que recomiendo no te encariñes mucho con alguno de ellos porque en cualquier momento tendrás que decirle adiós y otro más tomará su lugar. Este estilo de juego de State of Decay puede ser crudo y frío, pero es parte del encanto que puede llegar a ofrecer. Muchas horas de juego te esperan y un conjunto de misiones variadas también, pero tampoco podemos hablar de que se trata del mejor juego de zombies porque además de ser genérico en su momento fue criticado por grandes fallos que tuvo tanto en aspectos técnicos como en los gráficos.

Zombies en HD

Dicho lo anterior, es momento de hablar de esta versión que llega bajo el nombre State of Decay: Year One Survival Edition, la cual viene acompañada de mejoras importantes y sobre todo, incluye ambos contenidos descargables tipo expansiones que vimos hace algún tiempo con Breakdown y Lifeline.

State of Decay no cambia en casi nada en cuanto a mecánicas de juegos se refiere, historia y personajes. De hecho, sólo vemos un agregado como la opción de ir a recoger ítems de cajas que son arrojadas por aviones (similar a Dying Light en este punto), y que el peligro de hacerlo es inminente pero no representa ningún cambio sustentable. Se han añadido algunas armas nuevas y vehículos también. Quizá algo que puede resultar atractivo para los caza logros es que hay nuevos por obtener y lo mejor es que puedes importar tu archivo de guardado a esta nueva versión para que comience justo donde te quedaste. Bien ahí.

A nivel general, esta remasterización está enfocada en dos aspectos esenciales: resolución y cuadros por segundo a los que corre.

A nivel general, esta remasterización está enfocada en dos aspectos esenciales: resolución y cuadros por segundo a los que corre. En este sentido vemos que está a 1080p y a 60 fps. Todo parecía como algo positivo pero el problema más grande que tiene es que los cuadros por segundo no son constantes y sufre de caídas fuertes que sí afectan la experiencia de juego.

Lo mismo pasa con ciertos errores en la programación e inteligencia artificial de los zombies que en más de una ocasión terminarán por costar la vida de alguno de tus personajes o aliados lo cual evidentemente causa una molestia. Es muy frustrante cuando una muerte en algún juego es causa de algo ajeno y State of Decay es uno de esos casos. A pesar de que un juego en un mundo abierto es algo sumamente ambicioso y es lógico que tenga errores, sí encontramos varios de ellos en repetidas ocasiones y el sistema de combate sigue sintiéndose igual de torpe y lento como en la versión original. Si están acostumbrados a jugar Dead Island o Dead Rising mejor haganse la idea de que aquí la cosa es un poco más lenta y pausada.

State of Decay: Year One Survival Edition aplica fan service y un buen “eye candy” al entregarnos un juego con mejoras notables en términos de gráficos e iluminación, pero nada más.

Por otro lado, gráficamente el juego luce más que bien y explota al máximo este estilo visual colorido en todo el terreno que hay que por explorar ya sea a pie en alguno de los tantos autos que están disponibles. Lo anterior también aplica para ambas expansiones que, como ya sabemos, introducen historias y personajes desde otra perspectiva. Son muchas horas de juego en un solo paquete, así de fácil.

En resumen, State of Decay: Year One Survival Edition aplica fan service y un buen “eye candy” al entregarnos un juego con mejoras notables en términos de gráficos e iluminación, pero nada más. Aquellos que lo jugaron o siguen activos desde el 2013 y tienen un Xbox One,  definitivamente deben echarle un vistazo. Si no es así y están buscando algo nuevo bien podrían darle una oportunidad sabiendo que no es una grande producción de tipo AAA a las que estamos acostumbrados pero que puede ser algo nuevo a jugar en la consola de Microsoft mientras vemos otros juegos por salir más adelante.