Si un juego sirvió para definir el género de los títulos de karting ese es Mario Kart, y la primera vez que lo vimos en un formato portátil nos sentimos completamente sorprendidos al ver portabilizada la experiencia completa y también mejorada en un título con mucha personalidad.
Cinco años después del lanzamiento de Mario Kart 64, llegó Super Circuit, la tercer entrega de la serie y el primer juego portátil de la franquicia, fue desarrollado por Intelligent Systems y respetaría la mayoría de los elementos de sus predecesores.
Anunciado un año antes de su lanzamiento bajo el nombre de Mario Kart Advance este título producido por Shigeru Miyamoto y dirigido por Takeshi Ando y Yukio Morimoto, nos ofreció la velocidad y diversión de la franquicia en la diminuta pantalla del Game Boy Advance.
Mario Kart Super Circuit contó con con el clásico modo Grand Prix con 20 circuitos divididos en cinco copas que podías jugar en las tres divisiones clásicas de velocidad. También te permitía correr contra del reloj grabando tus fantasmas además de participar en las clásicas batallas de globos.
El multijugador también fue muy importante, con un solo cartucho y un cable link, podías participar en carreras para hasta cuatro jugadores en su propio Game Boy. La versión japonesa incluso era compatible con el Mobile System GB un accesorio que se conectaba a tu móvil y te permitía jugar en línea.
Además de sus amplios contenidos y sus ocho personajes jugables divididos por peso, el juego incluía como extra la posibilidad de desbloquear los clásicos circuitos que tuvimos en el primer juego de la franquicia, Super Mario Kart.
Finalmente no podemos dejar de hablar de su gameplay que lo sitúa como uno de los juegos más difíciles de la serie en el que el botón de freno es realmente importante en una época en la que el drifting no lo era todo para Mario Kart. En Super Circuit también estuvieron de regreso las monedas, mismas que fueron de vital importancia para aumentar la velocidad del kart y para mejorar tu calificación al final del torneo.
Gráficos sorprendentes en la portátil, un precioso arte que se mostraba desde los menús hasta la presentación de cada una de sus pistas, un increíble diseño de niveles y una gran atención a los detalles, se sumaron a un juego técnicamente impecable acompañado de la música característica de la franquicia que nunca puede salir de nuestras mentes.
¡Que comience la carrera!