PS4
PS4
From Software
Sony Computer Entertainment
24/03/2015
Allá en 2012, justo después de completar el desarrollo de Dark Souls, Hidetaka Miyazaki ya se encontraba planeando su siguiente proyecto en colaboración exclusiva con Sony. From Software volvería a casarse con una plataforma de PlayStation, entrando por primera vez a la siguiente generación de consolas.
Quedaron atrás la salvación de las almas y los mundos medievales. El poder del PlayStation 4 serviría para explotar al máximo la imaginación del estudio y así presentar un universo retorcido donde la sangre es la moneda principal y las bestias salvajes pululan en ciudades victorianas. Bloodborne nos presenta la evolución del ADN que vimos en Demon’s Souls y Dark Souls, en un gameplay más refinado del género RPG de acción. Una mezcla de reto y sensación de logro nos espera en cada combate al que nos enfrentemos dentro de los oscuros callejones de Yharnam.
Como es costumbre en los juegos de From Software, somos peregrinos buscando la cura para una enfermedad agonizante. El único lugar donde se rumora que existe es en la decadente Yharnam, ciudad de corte victoriano inspirada en la novela de Bram Stoker, Drácula. Llegamos para descubrir que dicha urbe está plagada por una enfermedad endémica que ha convertido a todos sus habitantes en criaturas bestiales. Navegar por los callejones de Yharnam y no morir a manos de sus salvajes ciudadanos y terribles monstruos será nuestra misión principal… ¿habrá una cura esperando al final? Sólo el tiempo y nuestro sudor y sangre lo dirán.
Nos enfrentamos a un RPG de acción con una larga historia de excelentes títulos que le precedieron. Un creador de personajes nos espera al principio de nuestra aventura, donde podremos elegir el género de nuestro cazador, y modificar su aspecto para asemejarse a nuestro héroe ideal. La ambigüedad y el tono sombrío del título comienzan desde la selección de clases, mismas que difieren de los RPG tradicionales al presentarnos estatus predeterminados basados en nuestro pasado. ¿Nuestro personaje tuvo una infancia problemática?, ¿un pasado violento?, ¿es un veterano militar? Estas opciones definirán nuestros atributos en el inicio, determinando si comenzamos con mayor fuerza, resistencia o habilidad con las armas de fuego.
No existen los escudos, ya que el combate se vuelca completamente sobre la acción y la agresión. Ya no más tomar una posición defensiva y esperar hasta encontrar una ventana de tiempo para atacar. Ahora, la estrategia se basa en conocer los puntos débiles de nuestros oponentes y utilizar nuestro arsenal inteligentemente para provocar el mayor daño en el menor tiempo posible. El estudio logró perfeccionar aún más la fórmula que lo haría exitoso con la serie Souls, y el combate no puede sentirse mejor en cuestión de fluidez y dinamismo
From Software se mantuvo firme al declarar que Bloodborne no se vuelve más fácil si lo comparamos con pasados títulos del estudio. La diferencia radica en que ahora es más accesible. Morir será igual de frecuente que siempre, y superar los niveles dependerá en gran cantidad de experimentar con prueba y error. Los enemigos nos provocarán daño masivo en caso de no esquivar, y hasta el esbirro más insignificante podrá eliminarnos en unos segundos si no tenemos cuidado.
La accesibilidad llega con el Regain System, una nueva implementación en el combate que nos permite recuperar la vida que hayamos perdido después de un golpe si atacamos inmediatamente. ¿Te tomaron por sorpresa y disminuyeron tu barra de HP considerablemente? ¡No huyas! Soltar ataques en la subsecuente ventana de tiempo podría ayudarnos a recuperar esa sangre perdida.
Por más accesible que se vuelva, el juego no deja de tener un alto nivel de reto con potencial para desesperar hasta al más perseverante. La distancia entre puntos de guardado es abismal, además de que morir representará la pérdida de todo nuestro avance, los objetos y la experiencia que hayamos acumulado. Recuperarlo será toda una travesía, ya que tendremos que regresar al punto exacto donde morimos -por más lejos que esté- y vencer al enemigo que haya absorbido nuestras posesiones, a quien identificaremos por tener un brillo inquietante en los ojos.
Hablando de sangre, ésta se vuelve parte fundamental del juego en sus múltiples dimensiones. Primero que nada, Frascos de Sangre se vuelven nuestras pociones, y a diferencia de tener una cantidad determinada y no poder regenerarlas hasta llegar a un punto de guardado como en juegos anteriores, ahora podemos obtenerlas de enemigos que hayamos derrotado.
Será a través de Ecos de Sangre que podamos subir de nivel. Éstos pueden ser obtenidos al eliminar a cualquier enemigo, o consumir cierto tipo de objetos. Los Ecos de Sangre funcionarán también como moneda, pudiendo ser intercambiadas por armas, atuendos y otros objetos en las tiendas disponibles dentro del juego.
En cuestión de gráficos, veremos sangre a cada minuto y en todo lugar. Al recibir daño, los enemigos sangrarán en mayor o menor medida dependiendo de nuestros ataques. La sangre emanada de sus cuerpos salpicará inevitablemente nuestras ropas y se quedará impregnada en la tela, secándose gradualmente hasta reflejar su peso de manera realista. Con ello, Bloodborne presume la belleza de sus gráficos y la potencia del PlayStation 4 al presentar físicas avanzadas si hablamos de ropajes.
A lo largo de nuestra historia podremos ir y venir al Sueño del Cazador, un área independiente a la cual nos podremos teletransportar y que representará un refugio de los peligros que se encuentran en Yharnam y sus alrededores. Aquí podremos interactuar con diversos personajes no jugables, subir de nivel, mejorar nuestras armas, comprar en las tiendas y transportarnos a las distintas partes de la ciudad, así como ganar acceso a los Calabozos de Cáliz, mismos que representan un buen extra del juego al consistir en niveles generados proceduralmente donde podremos subir de nivel y adquirir mejoras más fácilmente.
Una vez que salimos a cazar, contamos con dos poderosas aliadas: un arma cuerpo a cuerpo y una de fuego. En ambos casos, las funciones son bastante versátiles y nos permiten ejecutar una gran variedad de movimientos que se acoplen a nuestro estilo de juego.
Aunque limitadas en cuanto a catálogo, las armas cuerpo a cuerpo cuentan con un truco especial: pueden ser transformadas para infligir más daño al costo de ejecutar ataques más lentos. Ya sea que elijamos sierras, mazos, dagas dobles o hachas, podremos realizar una gran cantidad de combos, si contamos en cuenta que tenemos a disposición un ataque normal, uno fuerte, una transformación donde el arma se hace el doble de larga y la misma cantidad de ataques para la segunda forma que tome nuestra ofensiva.
En la mano izquierda tendremos siempre nuestra confiable arma de fuego. Ésta no necesariamente sirve para provocar una gran cantidad de daño. Mejor dicho, toma un papel estratégico al poder ser utilizada para aturdir a nuestros enemigos que se encuentran a punto de atacar. En cuanto nuestro enemigo levante su brazo para ejecutar un ataque, podremos disparar tácticamente para detener su ataque, dejarlos vulnerables y contraatacar con daño masivo.
Posteriormente podremos ver otras posibilidades como el uso de un lanzallamas o hasta escudos. No obstante, el formato de combate casi siempre recaerá en la combinación de un arma de fuego y una melee.
Lo anterior no indica que encontremos limitantes a la hora de querer pelear como más se nos antoje. Excelentes estrategias como el uso de urnas de aceite para bañar a nuestros enemigos y luego incinerarlos con nuestra antorcha serán objeto de gran placer. Bloodborne es un juego con un gran nivel de versatilidad a la hora de proponernos diferentes retos, ya que no habrá una sola manera de superarlos y cada jugador podrá experimentar su viaje por Yharnam en circunstancias diferentes.
El modo multijugador en línea es de los aspectos más macabros y a la vez más enganchantes del título. Nos olvidamos de las convenciones actuales donde a través de un lobby nos conectamos a alguna partida. Si lo deseamos, podemos vivir toda nuestra aventura en compañía de otros cazadores sin ni siquiera toparlos en una sola ocasión.
De manera asincrónica, podremos dejar mensajes a lo largo del mundo para que sean vistos por otros jugadores. De nosotros depende si nuestros escritos sirven para advertir a otros cazadores acerca de un peligro, o simplemente para motivarlos ante las adversidades que todos vivimos en tan lúgubre universo.
Por otro lado, tenemos las tumbas, mismas que aparecerán en distintas superficies, mostrándonos de manera breve cómo murieron otros jugadores. Esto funciona a través de fantasmas, mismos que reinterpretan sus últimos movimientos corpóreos antes de caer inertes y perder así su humanidad.
Una última manera de vivir los mundos compartidos a través del internet son los encuentros con otros jugadores a través de espectros. En ocasiones y por algunos segundos podremos ver las figuras de otros cazadores al lado de nosotros, siendo así testigo de sus triunfos o desventuras.
Todo lo anterior trata el online como un modo pasivo en el que no hay interacción. Por otro lado, tenemos los encuentros reales en los cuales podemos invitar a otros dos jugadores a nuestra partida para desafiar las adversidades juntos. La interacción es posible gracias a campanas que expresan nuestro llamado de ayuda a otros cazadores. También nosotros podremos visitar los mundos de otros para ayudarlos a derrotar a los jefes o simplemente limpiar zonas.
No todo se trata de cooperación y superación de retos. También es posible que nos invada alguna persona ruin que quiera arruinar nuestra partida o simplemente retarnos a un duelo amistoso. Nuca estamos a salvo en Yharnam, y si los niveles, los enemigos y el mundo mismo se vuelve en nuestra contra, no es sorpresa que otros jugadores lo hagan también.
Bloodborne es un juego con un amplio potencial de rejugabilidad. No sólo nos ofrece una campaña de alrededor de 40 horas, también nos permite revivir nuestra aventura con nuevos encuentros gracias al New Game+, en el cual volveremos a empezar desde cero pero conservando nuestro nivel y nuestros objetos. Claro, todo tiene un costo, y los enemigos serán el doble de difíciles y habrán más retos en la segunda vuelta y en las subsecuentes.
También existen los Calabozos del Cáliz, mismos que si bien no infieren en la historia de manera directa, si ofrecen un buen reto extra al permitirnos visitar laberintos repletos de enemigos listos para ser usados como forma de subir de nivel. Ciertas recompensas como ropajes especiales y otros objetos exclusivos nos esperan aquí, además de que es posible compartirlos con otros jugadores para ver quién es el mejor cazador.
Al ser un juego exclusivo del PlayStation 4, Bloodborne explota al máximo las capacidades de la consola, sobre todo en cuestión de gráficos y arte. Detalles tan sutiles como el movimiento de la ropa, el motor de iluminación que embellece el fuego y la luz, los charcos de la siempre húmeda ciudad de Yharnam y la transición natural entre el día y la noche hará de nuestra aventura más que placentera para los ojos.
Además, un gran nivel de detalle acompaña cada escenario que recorremos. No se engañen, no lidiamos solamente con lúgubres callejones repletos de pobladores que han perdido la cordura, también visitamos cloacas, catedrales, plazas, cementerios y distintos tipos de exteriores. La calidad en el detalle salta a la vista al ofrecernos una inmensa cantidad de elementos que le dan vida a los escenarios. Carruajes volcados, cadáveres de caballos en estado de putrefacción, carreolas abandonadas, maleza reproducida desmedidamente, vidrios rotos y ataúdes apilados dilatarán nuestra pupila en cada pasillo y cada plaza que visitemos. Un escalofrío recorrerá nuestra espalda con cada lugar que recorramos, y perdernos en los patrones del adoquín y las descuidadas herrerías será muy fácil en este juego.
Una música digna de una película de vampiros y hombres lobo nos acompañará en cada localización, y qué decir de las peleas con jefes. Si con el combate solamente sudarán nuestras manos y exclamaremos gritos desesperación después de morir incontables veces, las orquestas y sonidos ambientales harán de nuestros momentos más tensos. Sería fácil declarar que Bloodborne incluye elementos de juegos de horror, con criaturas cada vez más horripilantes y escenarios que se vuelven lúgubres de manera ascendente.
Bloodborne nos permite vivir la solemnidad de un universo en decadencia, sin perder el absurdo japonés que por un lado nos muestra sangre y bestias salvajes, y por otro, físicas de muñeco de trapo y arsenales enteros que caben en el bolsillo. Corriendo a bellos 30 cuadros por segundo y a una resolución de 1080p, el juego no está exento de debilidades como pantallas de carga de alta duración entre muertes y teletransporación, y eventuales caídas de framerate, sobre todo en el modo multijugador.
Con el impecable gameplay sería suficiente para decir que Bloodborne es un imperdible de la actual generación de consolas. Eso sumado a la sombría historia y el detallado trabajo en el arte, hacen que el juego se convierta en un indiscutible candidato para ser uno de los mejores juegos que el 2015 tiene para nosotros.