El estudio Firaxis Games toma la franquicia un paso más adelante y se brinca los límites terrestres.

Más de dos décadas de historia tiene la franquicia Civilization, misma que se ha convertido en toda una institución de los juegos de estrategia por turnos y el famoso 4X. Explorar, expandirse, explotar y exterminar son los pilares sobre los que se sostiene la serie, y con cada entrega no hace más que refinar el sólido sistema de gameplay que ya poseen para entregar experiencias nuevas.

Con esta nueva entrega, el estudio Firaxis Games toma la franquicia un paso más adelante y se brinca los límites terrestres. Con una historia muy similar a la de películas como Interestelar, Civilization: Beyond Earth nos pone en el papel de lo mejor de la humanidad. Distintas regiones del mundo han elegido a los mejores miembros de su civilización para enviarlos en una misión por encontrar un nuevo planeta, ya que la Tierra se encuentra en decadencia hacia su destrucción inminente. Así nos presentan un nuevo panorama en el que además de luchar y competir por recursos contra otras naciones, también tendremos que adaptarnos a ecosistemas inhóspitos plagados de extraterrestres hostiles.

No nada más tendremos que combatir legiones enteras de criaturas alienígenas, también existirán monstruos gigantes como gusanos de tierra que en un solo turno podrán acabar con todo nuestro ejército. Así se expanden las posibilidades de esta nueva entrega, misma que aunque mantiene el mismo esqueleto que sus predecesoras, se siente bastante fresca a la hora de explorar nuevas regiones jamás pisadas por el hombre

Construir, explorar y pelear con otras unidades usando el clásico combate táctico son actividades todavía presentes que jamás se irán, por lo que no deben preocuparse si ya están familiarizados con la franquicia. La diferencia ahora es que en vez de elegir una civilización en el principio para crecer con ella, ahora tendremos una serie de opciones que definirán nuestro desempeño y rendimiento en la evolución de nuestra nueva sociedad. Cada partida comenzará con una estación espacial aterrizando en un nuevo planeta. Durante la partida, poco a poco irán incorporándose otras estaciones espaciales, y gracias a ello podremos formar vínculos, establecer tratados, y una de las opciones más populares, comenzar una guerra.

La manera en la que se diferenciará nuestra civilización de las demás será gracias a las afinidades, tecnologías y organizaciones que nos patrocinen desde el principio de la partida. Todas estas decisiones las tomaremos antes de comenzar, y así podremos seleccionar una sociedad basada en tecnología hindú, con la afinidad de supremacía, por ejemplo. Con ello, existen decenas de variaciones que afectarán directamente la manera en que crezcamos y expandamos nuestro territorio.

Las afinidades son las siguientes:

Harmony – Coexisten con el planeta, utilizan modificación genética y son capaces de domesticar especies nativas.

Supremacy – Confía en la tecnología avanzada, y utiliza unidades altamente especializadas que se ayudan entre sí en el campo de batalla.

Purity – Prefiere mantenerse isolada, y es experta en construir estructuras defensivas para crear un ambiente más parecido al del planeta Tierra.

Cada afinidad tendrá su propio “árbol de habilidades” y un objetivo final, que si cumplimos ganaremos automáticamente la partida. Esto no será el único fin, ya que podremos modificar los parámetros de victoria para personalizar hasta el más mínimo detalle cómo derrotar a los enemigos. Aparte, por primera vez se nos desplegarán objetivos secundarios, mismos que irán apareciendo conforme nuestra civilización crezca y nos pondrá en encrucijadas por decidir en qué invertir nuestros recursos.

Los recursos serán energía, conocimiento, ciencia y dinero, y conforme superemos las misiones sacrificaremos unos por otros dependiendo de nuestras decisiones. Bien en una partida podremos optar por alterar genéticamente a nuestros soldados para hacerlos más poderosos, ganando así poder militar pero disminuyendo el nivel de satisfacción de nuestra sociedad. Al mismo tiempo, será posible que nuestro oponente decida ignorar el crecimiento militar para dedicarse a construir maravillas y ganar ventaja sobre el terreno hostil.

Cada partida tendrá centenares de posibilidades de desenlace, ya que no sólo estaremos en una batalla constante contra nuestros enemigos, también estaremos en una campaña interminable contra el ecosistema que nos rodea. Algunas regiones estarán cubiertas de miasma que envenenan instantáneamente a quien pasa por ahí, y los monstruos marinos estarán al acecho de cualquier embarcación que se atreva a surcar por aguas desconocidas.

La manera en la que creceremos durante las partidas no sólo consistirá en qué tan rápido expandimos nuestra civilización gracias a puestos de avanzada y ciudades construidas. También tendremos que evolucionar en nuestra red de tecnologías para alcanzar nuevas posibilidades que hagan posible nuestra búsqueda por la supremacía ecológica, tecnológica o militar. El árbol de habilidades es de los más extensos y diversos, y gracias a un sencillo sistema de búsqueda podremos enterarnos sobre qué beneficios ganamos con cada camino que decidamos tomar.

Aparte de la clásica vista cenital que característica a los juegos de este género, existirá otro plano aún más extenso gracias a satélites que orbitarán el espacio y nos permitirán ver con más detalle que sucede más allá de las fronteras. Aunque no representa un cambio radical para la manera en que jugamos Civilization, sí nos permite darnos una idea de hacia donde dirigir a nuestros exploradores para avanzar más rápido.

Los elementos políticos y de diplomacia no se dan a esperar, y tan pronto como otras civilizaciones arriben en el mismo planeta que nosotros, las negociaciones comenzarán. Tendremos que ser muy astutos al momento de intercambiar mercancías y favores, ya que en muchas ocasiones los enemigos serán bastante aprovechados y si no sabemos establecer límites podremos caer en una esclavitud donde otras civilizaciones extraerán fácilmente todos nuestros recursos hasta dejarnos en la ruina. Por otro lado, si exigimos demasiado podremos romper cualquier relación amistosa y caer así en una guerra inminente que podrá terminar con la partida antes de lo esperado.

Desafortunadamente, el juego no cuenta con una historia principal o campaña que nos enganche para avanzar hacia algún fin específico. La curva de aprendizaje resulta demasiado difícil al principio, y los tutoriales nos dejarán en algunas ocasiones más confundidos que como estábamos al principio. No obstante, resulta bastante gratificante probar distintas estrategias y una vez que le entendemos al sistema será natural el avance en cada partida.

Finalmente, las partidas pueden durar tanto como un par de horas, y sorprendentemente no contaremos con una pantalla final que recopile todos los datos de nuestro desempeño. Simplemente, nos regresarán a la pantalla inicial una vez que termine la partida, y en varias ocasiones resultará bastante confuso el saber quién ganó y por qué.

Civilization: Beyond Earth representa un buen experimento que lleva la franquicia a nuevos horizontes interplanetarios. Tristemente, carece de una línea argumental que atraiga a los menos experimentados. Si son conocedores de la franquicia, les gustarán los nuevos escenarios alienígenas, si no, aún existe cierta posibilidad de que se enganchen con un juego táctico bastante bien construido.