PS4, PS VITA, PC
Nicalis
Nicalis
04/11/2014
Es hora de volver al sotano en The Binding of Isaac: Rebirth, la remasterización del excelente juego de Flash, The Binding of Isaac, creado por el mismísimo Edmund McMillen autor del inolvidable Super Meat Boy. Esta nueva entrega tiene todo lo que vimos en la versión de flash de The Binding of Isaac, la expansión The Wrath of the Lamb y mucho, mucho más contenido nuevo.
La nueva entrega fue diseñada por el mismo Edmund McMillen y por Nicalis, grupo ya conocido por hacer diferentes ports de VVVVVV y remakes de Cave Story. Para Rebirth se eligió usar gráficas pixel art que le dan un toque increíble al juego y al ser un juego ya no hecho en flash como la primera edición tenemos muchos avances técnicos que hacen una experiencia más completa. Vamos con la reseña.
Así como lo cuenta La Biblia, Dios le pide a Abraham sacrificar a su hijo Isaac para probar su lealtad hacia él, pero en vez de su padre la que recibe el mensaje del todo poderoso en The Binding of Isaac es la madre de un pequeño niño indefenso llamado Isaac, aterrado y al borde de la muerte, logra escaparse al sótano de su casa y es ahí donde comienza el juego.
En el sótano encontraremos cosas asquerosas muy al estilo de Edmund McMillen que intentaran acabar con Isaac de diferentes maneras, encontraremos desde fetos voladores hasta los 4 jinetes de apocalipsis, todo ambientado de manera que con sólo ver los niveles nos provoca ese sentimiento de “huele a muerto” desde que iniciamos hasta que soltamos el control. Isaac, por toda la tristeza y miedo que siente, usa de recurso sus lágrimas para atacar y éstas servirán de balas durante el juego. Siempre tuve sentimientos encontrados con el estilo de Isaac, pues las gráficas, ahora acompañadas con un precioso pixel art y animaciones más complejas, son muy al estilo de Edmund en las que nos presenta algo asqueroso pero de alguna manera adorable.
Desde su versión anterior The Binding of Isaac se presenta como un juego de supervivencia en la que tenemos que ir pasando diferentes calabozos, cada uno más grande y difícil que el anterior y con su respectivo jefe hasta llegar con la mamá de Isaac y matarla para acabar el juego. Como ya nos tienen acostumbrados algunos juegos indie como Spelunky, pasar el juego las primeras 3 o 4 veces son sólo el principio pues siempre hay cosas que descubrir y por su modo de presentar niveles aleatorios y diferentes en cada partida, cada vez que perdamos o ganemos podremos empezar de nuevo y encontrar una experiencia completamente diferente.
Y no sólo eso. Cada vez que jugamos cambian los enemigos y los calabozos, también cambian los ítems que podemos encontrar, éstos afectaran el comportamiento de Isaac de diferentes maneras haciendo que el gameplay y sus mecánicas cambien cada vez que jugamos. Como en la entrega anterior tenemos varios tipos de ítems, píldoras y cartas que nos dan poderes y habilidades que hacen mejores nuestras lágrimas (disparos); cambian nuestra manera de atacar o defender, pero cuidado, pues algunos no nos beneficiarán y sólo harán el juego más complicado. Realmente nombrar todas las cosas que pueden pasar en The Binding of Isaac no tiene sentido pues les arruinaría las sorpresas y esta reseña se convertiría en wiki. Mejor dejo que todo lo que le puede pasar a Isaac lo descubran ustedes y se frustren por arruinar una partida al agarrar algo que no sabías qué hacía.
Seguramente como yo terminaran en la Wiki viendo qué no has sacado o qué hace cada uno de los ítems.
The Binding of Isaac es un juego de prueba y error, nos van a matar incontables veces y hay algunas en las que nos parecerá injusto, pero eso es lo que lo hace adictivo al punto de jugar horas y horas. No es un juego fácil y no desesperen si no lo pueden pasar después del décimo intento, además de que una vez que completamos el juego la primera vez, tendremos ahora que volverlo a pasar pero con 2 calabozos más en los que encontraremos diferentes jefes en cada cuarto y enfrentar al corazón de la mamá de Isaac para realmente pasar el juego. Les recomiendo que lo pasen varias veces pues el final de cada uno será diferente y les dejo de tarea investigar que pasa después de pasarlo por décima vez. Cada partida es muy diferente.
Como ya lo mencioné antes, The Binding of Isaac: Rebirth es una remasterización de un título de 2011, pero como ya sabemos, el señor McMillen no tiene llenadera y tal como lo hizo con la expansión a la entrega anterior agregando nuevos ítems, jefes, sorpresas y dificultad, en Rebirth pasa lo mismo, tenemos todo el contenido original de Isaac, además de la expansión The Wrath of the Lamb y nuevas cosas que hacen el juego aún más extenso. La cantidad de contenido nuevo es enorme y hace el juego casi una secuela si no es porque tiene la misma historia.
Fuera de todos los personajes jugables, ítems, enemigos y jefes nuevos, una de las cosas más importantes que tenemos en esta entrega es el cambio de estilo, anteriormente teníamos un estilo caricaturesco que funcionaba con líneas vectoriales muy definidas, ahora se pasó todo el juego a pixel art con un estilo 16 bit que le viene muy bien, además de que agregaron muchas más animaciones, desde los disparos hasta la muerte de los enemigos, quizás una de las mejores nuevas características, apreciar todas las bellísimas animaciones muy al estilo de los juegos de Super Nintendo. Según Edmund, The Binding of Isaac siempre debió haber sido pixel art.
Además de todos los ítems y bosses tenemos ahora 3 nuevos personajes con los que podemos jugar. Lazarus, Eden y Azazel, haciendo un total de 10 personajes, algunos por desbloquear y otros jugables desde el inicio, cada uno de ellos nos da mecánicas de juego diferentes.
El modo Hard es para aquellos que ya jugaron antes, en mi cuenta de Steam tengo registradas 151 horas con el juego anterior y no me fue nada bien en la nueva dificultad, seguramente pasar el juego en Hard tendrá sus beneficios pero si son nuevos no les recomiendo ponerlo en esta dificultad pues no se la van a pasar nada bien.
Otra gran añadido es poder jugar en modo cooperativo: bastará con empezar a jugar y que otro jugador apriete un botón para que a nuestro personaje se le reste un corazón y entre un segundo con ese corazón de vida, toda la diversión de Isaac pero ahora en cooperativo.
Anteriormente el juego se encontraba disponible en Steam para PC, Mac y Linux, haciendo apariciones de diferentes Humble Bundles y ofertas seguro hay gente que lo tiene y ni cuenta se ha dado. Para Rebirth, además de las de PC, tenemos por primera vez su aparición en consolas, como parte de los juegos gratuitos de Noviembre en PS Plus podremos obtener el juego en PS4 y PS Vita. Aprovechen ese mes que les dio Destiny de PS Plus y jueguen esta maravilla.
Empiezo con citar a una amiga de mi escuela el día después que salió The Binding of Isaac para PSVita: “Te odio desde que tienes ese juego”. Isaac ya era adictivo en PC ahora imaginen en portátil. El PSVita siguen siendo por mucho la mejor consola para indies y ahora cuenta con uno de los mejores que hay en el mercado, el port de Vita es extraordinario y corre casi como en el PS4 o en una computadora, los controles son precisos y las partidas de aproximadamente media hora lo hacen un juego perfecto para la portátil, quizás lo único malo es una baja en el framerate cuando hay muchos enemigos en pantalla pero la mayoría del tiempo el juego corre de manera extraordinaria, haciendo para mí, la versión de Vita la definitiva del juego. Además de que para ellos que tienen el PSVita con pantalla OLED verán los colores y animaciones de manera increíble.
– Gameplay adictivo.
– Muchas cosas por descubrir.
– Altísimo valor de rejugabilidad.
– Ahora en PlayStation Vita para llevar.
– Bellas animaciones y pixel art.
– Hard Mode.
– La excesiva dificultad puede alejar a varios jugadores.
– En PlayStation Vita sufre de algunos problemas de framerate con muchos enemigos en pantalla.
The Binding of Isaac: Rebirth es una de esas joyas indie que no pueden perderse y menos si tienen un PlayStation Vita, con preciosos gráficos y gameplay adictivo es todo lo que deberíamos esperar de un juego como consumidores. Si el juego anterior era bueno, ésta nueva entrega es aún mejor, no me queda más que decirles que disfruten uno de los mejores juegos indie del año y mueran mil pero no se rindan, cada vez que se juega se aprende un poco más.