Por primera vez en su vida, Shigeru Miyamoto decidió incursionar en el mundo del cine al producir los tres recientes cortos sobre Pikmin. Tras haber experimentado con un tipo de producción totalmente diferente al de los videojuegos, el desarrollador compartió algunas de sus opiniones y experiencias vividas, las cuales le permitieron percatarse de las enormes diferencias existentes entre ambas industrias.
Por varios años, muchas personas han considerado a Miyamoto como una especie de Walt Disney o Steven Spielberg de los videojuegos debido a sus grandes producciones y entregas desarrolladas. Dada a la gran y aparente facilidad con la que el nipón ha logrado crear los diversos mundos con los que Nintendo se ha podido posicionar dentro de la industria, se ha pensado que alguien con su talento podría desarrollarse de una buena manera dentro del cine. Sin embargo y en palabras del propio japonés, considera que esto podría no ser posible debido a que no existe conexión alguna entre un ámbito y otro.
“Nunca he visto a los videojuegos como una manera para desarrollar narrativas. En el pasado cuando la gente se me acercaba y preguntaba los motivos por los que no me animaba a hacer películas, yo simplemente les respondía que no tenía interés alguno” comentó el creador de Mario.
Aunque los cortos de Pikmin recientemente lanzados podrían demostrar lo contrario a sus palabras, lo que orilló al desarrollador a aceptar el hacerse cargo de los tres proyectos fueron los movimientos previos que Nintendo de América realizó hace varios años; principalmente con lo acontecido en el caso de la película de Super Mario Bros..
“Nuestra subsidiaria americana (NoA) estaba otorgando muchas de nuestras licencias fácilmente, por lo que tuvimos que involucrarnos para detenerlos. Tras este hecho lo siguiente que pensé fue que, en el futuro, me gustaría involucrarme más en este tipo de proyectos, si es que algo similar volvía a ocurrir. Y este tiempo en particular resultó ser el más apropiado para hacerlo” expresó el japonés.
De acuerdo a las palabras de Miyamoto, en la actualidad los jóvenes desarrolladores de videojuegos buscan ser reconocidos, razón por la cual intentan desarrollar historias que intenten llegar al corazón de las personas. Aunque él entiende ese sentimiento, considera que los juegos deben de concentrarse en generar experiencias y aventuras en las cuales sea el propio jugador el artífice de algo que solamente ellos puedan crear.
Tras esto, se le cuestionó al nipón si consideraba que el cine podría enseñarle algo a los videojuegos, pregunta a la cual se limitó a responder que no creía que este fuese el caso.
“Cuando juegas un juego, en un momento te encuentras controlando al personaje y, después, te hallas dentro del mundo del mismo […] y eso es precisamente algo que no puedes experimentar en el cine o la literatura. Se trata de una experiencia totalmente única”.
Por cierto ¿Ya leyeron nuestra reseña sobre los cortos de Pikmin?
Fuente: The Telegraph