Seguramente ya habrás escuchado alguna de estas historias. Se tratan de leyendas de juegos que, si bien podrían ser no reales, cuando menos no dejan de llamar la atención por lo lúgubres y oscuras que logran ser. Se trata de algunas leyendas urbanas o, como últimamente se les suele llamar, Creepypastas, que han dejado a más de uno impresionado por lo terrible que suenan y que nos han hecho ver el lado oculto de muchos de nuestros juegos favoritos. ¿Te atreves a escucharlas?
Para todos los casos aquí relatados, hemos incluído ya sea o una canción relacionada con la historia o un video que recrea la misma en cuestión. Les sugerimos le den play para que experimenten de una mejor forma el relato.
Fue una de las primeras leyendas que han existido sobre juegos malignos.
Durante los primeros años de la década de los ochenta, se rumora que existió un gabinete arcade que se volvió rápidamente popular entre las personas. Su nombre era Polybius, y el juego que ahí se hallaba, trataba sobre una pequeña nave que debían de controlar las personas para que eliminara a sus objetivos.
Comparado con otros títulos, en Polybius no manejábamos a la nave como tal, sino a la pantalla donde esta se encontraba. Por ello, resultaba sumamente llamativo y, ¿por qué no decirlo?, mareador; ver cómo todo se movía a excepción de nuestra nave. Pero de acuerdo a lo que la gente decía, éste no era su único aspecto llamativo .
Muchos decían que mientras se jugaba, se podrían escuchar diversos mensajes ocultos que insinuaban cosas tétricas como “suicídate”, “confórmate”, “no cuestiones a la autoridad” “ríndete”, entre muchos más. Así mismo, se comenzaban a reportar diversos casos en que los jugadores que pasaban algún tiempo frente al monitor, experimentaban malestares como nauseas, vómitos, convulsiones, mareos, perdida de la memoria, pesadillas y ataques epilépticos.
Lo más espeluznante del asunto no era el tipo de cosas ocultas que contaban o los diversos casos y malestares que provocaba la arcadia, sino que muchos han asegurado que ésta era una maquina diseñada y promovida por el propio gobierno estadounidense y que, de hecho, era custodiada diariamente por los agentes secretos mejor conocidos como Los Hombres de Negro.
¿Quieren saber un dato curioso más? Dice la leyenda que la máquina fue desarrollada por un ingeniero llamado Ed Rottberg, quien trabajaba para una compañía Sinnesloschen, que en alemán vendría significando “pérdida del sentido”.
Sin lugar a dudas, es una de las historias que cobró más rápido popularidad en internet. Tails Doll es un personaje oculto dentro del juego de carreras Sonic R de Sega Saturn. Lo curioso de esto, era que para poder desbloquearlo se necesitaban hacer ciertas cosas difíciles, tales como llegar en primer lugar en muchas carreras, obtener todos los tokens en éstas, o simplemente jugar cientos de horas. Sin embargo, el peculiar personaje se hizo más famoso por una historia que versa más o menos así:
Un pequeño niño, fanático del juego, fue hallado muerto por su madre una noche frente al televisor. Luego de que el chico se encerrara por varias horas en su habitación para intentar desbloquear al escurridizo personaje, su mamá lo llamó para bajar a cenar. Luego de no recibir respuesta alguna, ésta decidió acudir a su cuarto para ir por él aunque, una vez más, no recibió palabra alguna del pequeño.
Tras esto se decidió a entrar a su habitación, y fue ahí en donde pudo percatarse de lo que había ocurrido: su hijo yacía en el suelo con los labios azules, espuma alrededor de la boca, las pupilas dilatadas y la mirada perdida. Estaba muerto. El televisor se encontraba encendido y en la pantalla estaba el rostro del personaje, al tiempo que el tema del mismo “Can you feel the Sunshine?” se reproducía una y otra vez en el fondo.
Tras la autopsia que le realizaron al niño, se revelaron las causas que condujeron a su fallecimiento: asfixia en medio de un ataque epiléptico. A la madre esto le sorprendió dado que no recordaba ningún caso o antecedentes genéticos dentro de su familia o la de su esposo.
Como suele pasar en algunos casos, la madre decidió regalar algunas de las pertenencias del pequeño a algunos de sus seres queridos. Precisamente le otorgó la consola favorita de su hijo, el Sega Saturn, con todo y juegos incluidos, al mejor amigo del pequeño. Según dicen, fue él precisamente quien dio a conocer toda la historia.
El amigo del niño decidió, tras el incidente, volver a su casa y, unos días después, conectó la consola a su televisor. Cuando revisó qué fue lo último que precisamente había hecho su ahora difunto amigo antes del terrible suceso, fue haber desbloqueado a Tails Doll.
No, nos referimos a la popular versión del juego para Nintendo DS, sino de una que hiciera su aparición mucho antes de que ésta tan siquiera existiera.
Según cuenta la leyenda, un chico se enteró que habría una venta de garaje cerca de donde vivía, por lo que decidió asistir para ver si encontraba algo que le fuera de interés, como algún videojuego. Ya en el lugar y luego de casi darse por vencido al ver que no había nada, se topó con un pequeño cartucho de Gameboy.
Se encontraba un tanto maltratado y su carcasa era de un color distinto al habitual; éste era de color negro. Aunque éste no contaba con una etiqueta visible que dijera de qué juego se trataba, se podía observar un nombre escrito a mano: Pokémon.
El joven se emocionó por su hallazgo y no dudo en ningún momento en hacerse de la copia. Tras comprarla, acudió a su hogar para probar su más reciente adquisición, y fue ahí donde lo escalofriante comenzó.
Según relata la historia del joven, compartida dentro de los foros de 4chan, cuando comenzó el juego, pudo percatarse de que éste se encontraba sin ningún archivo, por lo que comenzó una nueva aventura. Todo iba bien y normal hasta el momento en el que decidió escoger a su primer pokémon y comenzara la batalla contra su rival. Al inspeccionar los menús se dio cuenta que se encontraba un monstruo adicional junto a su starter, el cual respondía al nombre de Ghost. Éste era de nivel uno, tenía un sprite idéntico al de los fantasmas de Lavender Town y contaba con un solo ataque que era Curse.
Aunque en un principio el chico decidió hacer caso omiso de Ghost, más tarde que pronto se animó utilizarlo en batalla frente a un Pokémon. Cuando el fantasma hacía su aparición en pantalla y realizaba su único ataque, la pantalla se tornaba rápidamente negra y se escuchaba el chillido del pokémon algo distorsionado, como si pareciera que este sufría. Tras esto, la batalla concluía y el monstruo dejaba de salir.
Una situación similar ocurría cuando utilizaba a Ghost dentro de una batalla Pokémon, sólo que ahora, con toques aún más tétricos. Cuando el espectro realizaba su ataque ocurría algo similar que en los encuentros salvajes, sólo que ahora, cuando el entrenador rival anunciaba a su siguiente monstruo, se podía apreciar que una de sus pokebolas había desaparecido.
Una vez concluida la pelea, cuando el retador hacía acto de aparición en pantalla para felicitarnos, ocurrió algo impresionante. La barra de comandos volvía a aparecer. Si decidíamos correr, el encuentro terminaba como si nada, pero, si en su lugar escogíamos Curse ocurría algo espeluznante. La batalla concluía pero ahora, al volver a la pantalla del mapa, se pudo dar cuenta de que el sprite del oponente había desaparecido por completo y que, tras volver al lugar después, había aparecido una tumba en el mismo lugar donde éste se encontraba.
Fuese por morbo, curiosidad o simplemente por diversión, el joven decidió utilizar a Ghost durante todo el juego como su único pokémon. Salvo por los enfrentamientos con los líderes de gimnasio y los jefes, en cada otra pelea ocurría lo mismo. Los entrenadores desaparecían y dejaban una tumba en su lugar luego de haberse medido frente al espectro del jugador.
Tras concluir el juego y luego de haber visto su salón de la fama que consistía en Ghost y unos cuantos monstruos de bajo nivel, aparecía un texto que decía “Varios años después”. Ahora aparecía el sprite de un anciano en pantalla mirando las criptas dentro de Lavender Tower; era el sprite del joven sólo que ahora con mayor edad.
Al percatarse de que podía mover al anciano, intentó salir de la torre e ir a otro lado, pero la disposición de lugares era muy limitada ya que ahora se encontraba sin monstruos en su posesión, ni siquiera Ghost. Al moverlo pudo percatarse de que este se desplazaba lento, tal cual y como ocurre con un hombre de mayor edad.
Fue así que decidió seguir el único camino que le permitía el juego hacia Pallet Town, su pueblo de origen. Durante todo el trayecto hacia el lugar se percató de tres cosas que lo dejaron helado: la música característica de Lavender Town continuaba reproduciéndose en el fondo, todas y cada una de las tumbas de los entrenadores que había derrotado aún se encontraban en sus respectivos lugares y el resto de los habitantes del mundo había desaparecido.
Finalmente, y luego de un largo trayecto, el joven logró llegar a su pueblo. Una vez ahí, decidió entrar a su casa y, una vez en su habitación, la pantalla se tornaba negra y un listado enorme de sprites con pokémon aparecía. Tras meditarlo un poco, el chico notó que eran todas las criaturas en las que había utilizado Curse.
Tras acabar con el equipo de su rival, aparecía de nueva cuenta Ghost pero ahora, para medirse al jugador mismo. Correr era inevitable puesto que la opción de escapar no lo permitía. Por ello solamente podía intentar combatir con el único ataque que tenía a su disposición: Struggle. Tras hacerlo, Ghost no recibía daño alguno pero el jugador sí y cuando era el turno del fantasma, este solamente se limitaba a decir “…”.
Cuando la barra de vida del anciano estaba ya casi por terminarse, era entonces que Ghost utilizaba Curse en su oponente. Tras esto, la pantalla se tornaba negra de nueva cuenta y se quedaba ahí, estática, sin permitirnos hacer nada. Cuando reiniciabas el juego, el archivo sobre el cual había jugado el muchacho había desaparecido y, en su lugar, se encontraba la opción New Game.
Por pura curiosidad el poseedor del cartucho decidió volver a iniciar la aventura pero ahora, sin la intención de utilizar a Ghost. El resultado aunque diferente, terminaba siendo el mismo. Puede que no hubiese matado a nadie durante su travesía, pero al final siempre lo estaría esperando el enfrentamiento final contra el espectro.
Otra historia similar a la de Pokemon Black en lo que respecta al hallazgo de un cartucho maldito. Cuenta la experiencia vivida por parte de un jugador con una copia del juego TheLegend of Zelda: Majora’sMask, el cual se encontraba aparentemente poseído por el espíritu de un muchacho fallecido.
Todo comenzó cuando quien compartió la historia, Jadusable, acudió a una venta de garaje cerca del campus donde estudiaba la Universidad. En ésta logró encontrar grandes joyas que no pudo resistir para comprar, tales como F-Zero X, Golden Eye y Pokémon Stadium, todas por un precio menor a dos dólares. Cuando se disponía a marcharse, se topó con un misterioso señor que había aparecido de repente y que le comentó tenía un juego adicional que quizá le podría interesar.
El cartucho que el misterioso sujeto le enseño era de color gris que tenía escrito el título del mismo con marcador. No había etiqueta, tan sólo el nombre: Majora’sMask. El señor le había comentado que ese juego le había pertenecido a su ahora difunto hijo, Ben, pero que quería otorgárselo al universitario luego de ver que él podría disfrutarlo. Aunque escéptico, el muchacho decidió comprar el juego y llevárselo.
Al llegar a su casa decidió probar de inmediato la enigmática joya que había adquirido. A pesar de que sospechaba que el título no correría para nada en su consola, se llevó una grata sorpresa al percatarse de que éste era reproducido sin problema alguno.
Tal y como el señor le había comentado, cuando accedió al menú principal pudo observar que había un archivo con el nombre de Ben Al inspeccionarlo se dio cuenta de que éste estaba casi terminado, contaba con casi todas las máscaras y corazones, y se había dejado guardado frente al Stone Tower Temple. Como un gesto solemne de tributo al difunto ex poseedor del cartucho, decidió dejar este intacto e iniciar una nueva aventura en el primer archivo disponible.
Todo corría de maravilla, no había problema alguno como él creía existiría, salvo un pequeño detalle en el que los personajes lo llamarían Ben en lugar de Link, nombre que había escogido para su archivo. No obstante al buen desempeño, pronto las cosas se comenzaron a tornar horribles.
Tras intentar realizar el glitch del cuarto día –uno de los más populares que los fans del juego han intentado recrear cientos de veces–, Jadusable experimentó algo diferente. Una vez realizado los procedimientos requeridos, se encontró frente a SkullKid en la torre del reloj. Tras explorar por unos cuantos segundos, el juego lo teletransportó al cuarto del “jefe”, mismo que consistía en una versión deshabitada de Clock Town. Una vez más el chico se decidió a explorar el pueblo pero en esta ocasión ocurrió algo que lo hizo saltar de su lugar. Conforme iba caminando, la estatuilla de Link que se generaba al momento de tocar la melodía Elegy of Emptyness, aparecía detrás de él con cada paso que daba.
Cuando intentó escapar del pueblo, volvió a aparecer de nueva cuenta frente a SkullKid en el mismo lugar de antes. Al encontrarse un poco desconcertado, decidió atacar al personaje que flotaba sobre él, pero tras esto, aparecieron las palabras “no debiste haber hecho eso”. Una vez concluido el mensaje, Link comenzó a flotar y, en el aire, comenzó a incendiarse. Con una imagen tan perturbadora como esa le acompaño la frase por la que se volvió famosa la historia: “Te has encontrado con un destino terrible, no es así”.
Por si esto ni hubiese sido suficiente, cuando volvió a la pantalla del menú, su archivo había desaparecido y, en su lugar, se encontraba uno nombrado “TU TURNO”. Al acceder a este, la partida comenzaba precisamente en donde se había quedado antes: con el cuerpo de Link en el suelo y SkullKid riéndose por ello.
Tras esto, el jugador decidió borrar el archivo de Ben pero, más tarde que temprano, volvía a repetirse el ciclo. Tanto las partidas de BEN como TU TURNO volvían a aparecer una y otra vez y, con cada nueva aventura que decidiese comenzar, ocurrían hechos sin explicación.
Jadusable se asustó mucho, tanto que decidió acudir de nueva cuenta al lugar de la venta para preguntar más sobre el paradero del señor que le había vendido el cartucho como del juego mismo. No tuvo éxito en su misión y, de hecho, terminó más confundido, puesto que los vecinos que habitaban cerca del señor, comentaban no haberlo visto desde hace mucho tiempo.
Con un juego con el que no saber qué hacer, el universitario acudió a diversos foros de internet para buscar ayuda o gente que pudiese comprobar con él lo que había vivido. A los pocos días, luego de haber compartido algunos cuantos videos en los que había capturado sobre el juego, Jadusble cuenta que un sorpresivamente encontró un archivo de Word abierto en su computadora. Éste decía “Hola” y una dirección de internet: cleverbot.com.
Armado de valor de decidió a entrar al sitio. Una vez dentro, se percató que se encontraba en una especie de chats con el que suelen interactuar desconocidos. En éste, un usuario que respondía al seudónimo de Cleverbot comenzó a cuestionarle sobre si había disfrutado la experiencia de Majora’sMask y detalló todos y cada uno de los sucesos que hasta ahora había vivido. Obviamente el chico se desconcertó, ¿cómo era posible que alguien supiese con exactitud lo que le había ocurrido?
Al intentar indagar sobre la identidad de la persona con la que platicaba del tema y luego de conocer que el chico llamado Ben en cuestión había sido alguien que había muerto ahogado, el usuario reveló su verdadero ser. Con unas cuantas palabras, mismas que bastaron para dejar helado al poseedor del juego poseído, Bot respondió simple y sencillamente: “Yo soy Ben”.
Tras lo acontecido, se dice que Jadusable dejó un último mensaje a todos aquellos que seguían de cerca su caso. En éste, pedía atentamente que no tomarán ninguna de las imágenes, videos textos o demás rastros que había compartido sobre el asunto. El jugador se dispondría a jugar de nueva cuenta el título para tratar de dar con algunas respuestas sólo para así, posteriormente, proceder a la destrucción del mismo.
Hasta la fecha, Jadusableno no ha vuelto a compartir nada al respecto ni se ha vuelto a saber de él en la red.
Éstas son sólo algunas de las historias más escalofriantes y populares que uno podría encontrarse en internet. Obviamente, existen más que no pudimos abarcar dentro de este especial, pero no se preocupen, ya que les prepararemos una segunda parte con más Creepypastas sobre videojuegos.
¿Alguien de aquí tuvo miedo con alguna de estas leyendas?