Nada es totalmente explicado, somos una víctima más del omnipotente Slender.

Las historias de terror traspasaron una nueva barrera de lo paranormal gracias al internet. Con él, vinieron historias colectivas de entidades como Slender Man, del cual vimos un videojuego independiente allá en el 2012, mismo que se volvió viral mundialmente y desembocó en una secuela, llamada Slender: The Arrival.

Blue Isle Studios debutó en el campo del desarrollo de videojuegos con este título, el cual expande la oscura y terrorífica aventura que nos ponía a buscar páginas en un pequeño bosque, mientras éramos acechados por un ser espeluznante. Así, Slender: The Arrival llega como una secuela directa a los sucesos ocurridos en el primer juego. En esta ocasión, la limitada narrativa se expande un poco y nos pone en los zapatos de Lauren, una chica preocupada por la desaparición de su amiga Kate.

Al llegar a buscarla a su casa en un terreno abandonado, nos encontramos con una tensión que se impregna hasta los huesos. Como era de esperar, nos encontramos incapacitados para escapar después de que un árbol cae sobre nuestro automóvil, así que nuestra única opción es continuar hacia adelante. Conforme superamos el primer episodio de los seis disponibles, nos daremos cuenta de que no estamos solos, y que una entidad sobrenatural se encuentra al acecho.

A lo largo de seis capítulos con distintas temáticas, tendremos que superar variados objetivos como buscar pistas sobre la desaparición de Kate, activar mecanismos para avanzar a través de minas, casas abandonadas, terrenos de construcción y más, o encontrar páginas perdidas para profundizar en el origen de Slender. Como dato curioso, uno de los episodios se trata de un remake del primer juego, con nuevas texturas, iluminación mejorada y una manera diferente de enfrentar a Slender una vez que nos atrapa.

La historia, aunque muy básica, destaca por no seguir los canones de la narrativa clásica. No necesariamente llegaremos a un desenlace que cierre íntegramente los eventos vividos, muchas preguntas se quedarán sin responder, y el sentimiento de ser una presa más de un fenómeno inexplicable seguirá presente incluso después de terminar el juego. La atmósfera que rodea a Slender tanto dentro como fuera del internet se imprime de manera correcta en The Arrival.

Como en cualquier juego de survival horror, y siguiendo los lineamientos establecidos por el legendario Shinji Mikami, Slender mantiene un balance perfecto entre la superación de objetivos y los sustos a los que nos enfrentaremos. No se trata solamente de una línea recta en la que avanzaremos esperando sobresaltarnos con sustos baratos; desde el principio del juego, sentiremos una pesadez en el ambiente, con apariciones extrañas de las cuales no estaremos totalmente seguros de haber visto. Abrir una puerta y ver la silueta de Slender suena espeluznante, pero parpadear y ya no verlo lo es aún más. Nunca estaremos totalmente seguros de las dimensiones y la naturaleza del antagonista, pues así como lo podremos ver dentro de una casa, de repente lo veremos lejos en el horizonte, en la cima de una montaña y mirándonos de manera silenciosa, omnipresente y omnipotente.

Respecto al modo de juego, seguiremos un gameplay alejado totalmente de los estándares actuales de los juegos del género, es decir, sin ninguna especie de arma, y con la sensación de impotencia y desconcierto incrementando a cada paso. Sólo contaremos con una lámpara, la cual nos permitirá simplemente expandir en un bajo porcentaje nuestro campo de visión. Tal vez en algún momento podamos usarla para ahuyentar a uno de los enemigos principales, pero nada más.  Hablando de impotencia: es estremecedora la manera en que el título juega con nuestras mentes. Al más puro estilo de Hideo Kojima con Metal Gear Solid, el juego alterará nuestros preceptos del software y desobedecerá completamente las leyes de la lógica. De la nada volveremos a la pantalla de inicio, para encontrarnos con un menú alterado donde nos fuerzan a elegir solamente una de las opciones. De igual manera, si somos atrapados por Slender, se inhabilitará la opción para pausar el juego, para evitar así la interrupción del momento aterrador. Estos y más ejemplos de cosas espeluznantes que rompen la cuarta pared iremos encontrando conforme avancemos en la historia.

Slender: The Arrival nos entrega una experiencia total de exploración.

Una vez que la completemos, podremos reiniciar nuestra aventura en modo hardcore, en el cual nuestra lámpara se quedará gradualmente sin batería, los enemigos pasarán de ser pasivos a agresivos, y nuestro personaje se cansará más rápido al correr. Será también en esta dificultad como podremos desbloquear secretos del juego, como distintos finales, o descubrir que sucedió con los personajes secundarios. Así, no sólo tendremos que escapar del misterioso Slender, si no que nos encontraremos con otras entidades como niños quemados, o fantasmas ensangrentados que fungirán como títeres del antagonista principal.

Desde la generación pasada de consolas, los videojuegos se han convertido más y más en una experiencia pasiva y visual, en la cual sólo basta con presionar un par de botones para seguir en la historia. Slender: The Arrival ignora por completo estos estándares, y nos entrega una experiencia total de exploración. Sin ninguna pista, tendremos que reconocer nuestros entornos, puesto que las señales que nos indiquen a donde ir serán escasas. La desesperación y el estrés se apoderarán de nosotros debido a la creciente amenaza que nos acecha, mientras que al mismo tiempo tendremos que buscar una salida o más elementos para resolver los acertijos.

Estos elementos mencionados funcionan muy bien durante los primeros episodios, no obstante, eventualmente llegan a ser más frustrantes que entretenidos, y no tendrán sentido alguno en ciertas ocasiones, donde pareciera que el juego es difícil sólo porque sí. Siguiendo la línea de los fallos, el juego en PlayStation 3 cuenta con algunos bugs que rompen totalmente con la experiencia de terror. Mejor dicho, el juego causa aún más desconcierto al  presentar glitches en los gráficos que nos harán reiniciar la consola. Texturas aparecerán y desaparecerán, el terreno tardará en cargar en algunas ocasiones, y el framerate sufrirá de bajones inexplicables para un juego de la consola.

Más allá de que se trate de un juego independiente con el que debuta un nuevo estudio, el hecho de que el juego haya salido hace más de un año y que siga presentando estos errores que rompen el juego son imperdonables.

Si decidimos ignorar estos tragos amargos, Slender: The Arrival nos presenta de manera diferente el terror, con un sabor de nostalgia que nos recuerda a los Expedientes Secretos X o The Twilight Zone. Nada es totalmente explicado, seremos una víctima más del omnipotente Slender, y seguramente, la cacería continuará en futuros títulos, ¿están preparados?