Por: Virus Visal (@VirusVisal)
Cuando entré a la universidad no sabía nada de la vida, estaba más verde que la lechuga, no tenía un GameCube y no sabía qué era Smash Bros. Melee… Pero los amigos vagos y viciosos que conocí pronto se encargaron de arreglarlo (de cosas que se aprenden en la uni), éramos 3 o a veces 4 y nos reuníamos en una sala a jugar por horas con una interminable dotación de café y paleo.
Yo era sólo un pequeño saltamontes, pero ellos se encargaron de convertirme en una máquina de smasheo, y me enseñaron truquillos cool como ése de regresar a la plataforma con el hookshot.
Había un club de gamers en la universidad y mentiría si dijera que no me ponía como guajolote inflado cuando la gente preguntaba quién era Young Link, porque mi Young Link era la neta… Claro que había gente mucho más pro que yo, pero por alguna razón casi nadie sabía hacer lo del hookshot ¡y me sentía especial!.
Por supuesto que el hookshot dejó de ser apantallante a la larga, pero Young Link tenía otras herramientas necesarias para dar batalla (un buen arsenal de armas al más puro estilo de The Legend of Zelda), y ganarse el respeto de muchos que sólo lo tachaban de “clon”. Hacer Dash antes de dar un golpe siempre era buena técnica para llevarse el KO que nadie se esperaba.
Y ni los mejores se imaginaban que con el ataque aéreo se llegaban a hacer buenos spikes. Aunque fuera la versión mini del héroe del tiempo, su ataque down Smash también era letal. Pero lo más más divertido era ver los corajes de tantos al momento de hacer edgeguarding, ése hookshot, siempre tan útil en aquellos momentos.
Lástima que fuera remplazado.
Virus Visal (Tlatlauqui, Puebla,1989). Es egresada de diseño gráfico por la UPAEP, desde pequeña se interesó por la ilustración y los cómics; ha asistido y participado en diferentes eventos como el 8×8, la jornada de cómics en la Feria del Libro en Palacio de Mineria, el Encuentro Internacional de Historietas en México y el 1o Encuentro Regional de Autores de cómic en Puebla. También publica dos webcómics semanales: “Melita en coma” y “Lo que hice la semana pasada”.
