Por: Ángel Moreno (@angelmorenogdl)
Es innegable que en cualquier ámbito, por más capaces que sean los grandes personajes, siempre enfrentan circunstancias que los obligan a tener a un aliado, a un compañero que complemente sus talentos.
Esto no fue la excepción para uno de los personajes consentidos de Nintendo: Donkey Kong (tan consentido, que corre muy fuerte el rumor de que cuando Microsoft compró Rare lo hizo pensando en que se quedaba con los derechos del primate más famoso de los videojuegos). Aunque hay que recalcar que en sus primeros años, Donkey Kong lidiaba sólo con Mario y del lado de los rudos, o para ser más claro, de los “malos”.
Esto ocurrió en aquellos años gloriosos en que la mancuerna Nintendo-Rare nos dejaría juegos para la posteridad, desde aquel espectacular retorno de Donkey en Donkey Kong Country marcando los primeros pasos firmes de la industria con modelos tridimensionales. Sin embargo, Donkey no hizo su regreso solo: esta vez tenía un joven pero poderoso aliado en Diddy Kong.
Un personaje que llegó para quedarse (a diferencia de otros como Kiddy Kong) el cual parece siempre para ejemplificarlo de la mejor manera como un hámster al que le dieron mucha azúcar. Siempre energético, pero eso si sin perder su onda cool por más complicada que sea la situación que enfrente. Combinan muy bien con su velocidad y destreza que lo caracterizan en cualquiera de sus apariciones como héroe.
Fuera de lo que marcó este juego a aquella época (entre ellos sus gráficos espectaculares y la música inolvidable), algo que fue un gran valor y que ejemplificó esta forma de complementarse es que ambos personajes tenían habilidades muy diferentes y en ciertas situaciones requerías ese tipo de talento para lograr alcanzar algún secreto o simplemente poder seguir avanzando en la aventura.
Pero dejemos descansar un poco a Donkey, porque en esta ocasión el protagonismo no le pertenece. La aparición de Diddy Kong en Donkey Kong Country sería el primer paso, sólo el comienzo de lo que al día de hoy lo lleva a ser considerado como un personaje importante en un plantilla llena de superestrellas que entrarán en combate en la nueva edición de Smash Bros., un juego que es homenaje a todos estos personajes con los cuales hemos compartido aventuras de toda índole en sus respectivos y fantásticos mundos.
De camarada a protagonista. Los grandes pasos del pequeño mono contrastaban con su tamaño. Llegamos a Donkey Kong Country: Diddy’s Kong Quest, donde Diddy cumpliría la difícil encomienda de rescatar a su compañero de batallas. Un gran juego del SNES que hasta la fecha -sobre todo por los entendidos- es considerado uno de los mejores títulos de plataformas en 2D, lo cual no es decir poca cosa.
Los años pasaron y la franquicia de Donkey Kong entró en un letargo –por no decir un poco en el olvido. Llegó Donkey Kong 64 donde se empezaba a sentir la decadencia de Rare; más tarde hubo juegos rítmicos en el Gamecube que si bien no eran del todo malos, tampoco hacían justicia a la dupla Donkey – Diddy.
Ha sido en años recientes con Donkey Kong Country Returns y su más reciente versión Tropical Freeze, donde se retoman los orígenes de Diddy, pero gracias a los beneficios de la tecnología se vuelve a los primeros planos con juegos de gran calidad.
Un capítulo que no puede ser pasado por alto es su participación en The Sub Space Emissary de Smash Bros. Brawl, donde aunque en un principio lo toman por sorpresa, pero poco después ya está deseoso de combate aunque no sea lo más prudente. En este mismo modo de juego lo vimos dotado de una personalidad única: valiente y jovial.
Jovialidad que, junto con su velocidad, lo colocaron entre los primeros 5 lugares del Tier de Brawl –nada mal, ¿eh? Entrando en acción, el pequeño mono podrá no contar con ataques definitorios para aplicar un gran KO, como la “patadita” de Zelda o un rodillazo de Captain Falcon pero tiene agallas y es muy ágil. Sus cascaras de plátano son geniales para estorbarle al rival y con un Meteor Smash en su haber puede complicarle mucho el regreso a sus oponentes al escenario.
Diddy Kong, con todo y su ligereza, tiene grandes opciones para volver a la plataforma y junto con sus proyectiles puede llegar a ser verdaderamente molesto. ¡Muchos odian la pistola de cacahuates!
Creo que es un personaje que no pasa desaparcibido, en primer lugar por su diseño. Fácilmente tiene más carisma que muchas caricaturas con su look alivianado y claro, su infaltable gorra que lo hace ver bastante simpático (al menos para mí). O cómo olvidar controlarlo en Mario Kart Wii, y que al momento de hacer un salto sus patitas quedaran flotando en el aire; lástima que no ha llegado a la versión de Wii U, ya que se echa de menos, o ¿por qué no? también en sus aventuras en plataformas: que al agarrar vuelo pueda flotar algunos momentos en el aire antes de dar un salto, es algo que pocos personajes de la gran lista de Smash Bros. pueden lograr. Así que no menosprecien a este hábil combatiente, pues aventura tras aventura demuestra su valía.
Ángel Moreno González. (Guadalajara, 1983). Informático administrativo, egresado del ITESO. Experiencia profesional desarrollada principalmente en empresas de monitoreo de medios de comunicación. Apasionado del cine y los videojuegos, y colaborador de estos temas en WASD. Videojugador de la vieja escuela. Impulsando los juegos y películas buenas y no las modas. Creando cultura de videojuegos desde su trinchera.
