Estos cinco juguetes marcaron mi infancia Vol. II

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feature_5juguetes_infancia_vol2Aunque desde muy joven fui fan de los videojuegos, la década de mi niñez –la de los noventas– era mucho más fácil llevar la aventura a los mundos reales que en mundos virtuales, por lo que nos tocaba usar nuestra imaginación para dotar de vida a nuestros juguetes y hacer de nuestro entorno un lugar lleno de sorpresas.

Al crecer en provincia cerca del campo muchas veces ni siquiera se necesitaban sofisticados juguetes, siendo que la diversión estaba en las cosas que nos rodeaban como tierra, ramas y agua con las que jugábamos a construir pistas, edificios y represas en las que jugábamos con figuras tan sencillas como el Gokú “transparente del tianguis” o el carrito del Tigre Toño que venía dentro de la caja del cereal.

Siempre he sido una persona adicta a los juguetes y coleccionables, mis bolsas del pantalón desde niño siempre estaban llenas de juguetes sencillos, desde un carrito Hot Wheels hasta cualquier figura pequeña que anduviera de moda de esas que se vendían en las cajitas sorpresa de dulces en las tiendas. Siempre preferí los juguetes pequeños que cupieran en mis blosillos como los “Cráneos Siniestros” de Mighty Max y los Micro Machines que ya mencionó el buen Asher en la primer edición de esta sección de recuerdos del staff.

Independientemente de todo ello sí hubo algunos juguetes específicos que recuerdo con especial cariño y aunque podría hacer una lista muy larga resaltaré cinco de los más especiales.

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1. Figuras de acción Ghostbusters: Super Fright Features 

superfrightfeaturewinsEl fenómeno ochentero de Los Cazafantasmas todavía me tocó en sus últimas etapas y desde muy pequeño llegó a mis manos una figura muy especial que me acompañó a todos lados. La marca Kenner lanzó en 1989 una serie de figuras de la serie Super Fright Features que presentaba a varios presonajes articulados que tenían un botón en su espalda, al presionarlo, la expresión del personaje cambiaba y se “asustaba”, un mecanismo sencillo en un juguete completamente de plástico antes de la era en que ya todo usaba pilas.

La figura que ven en la imagen es Winston Zeddmore, y en realidad no era la mía sino la de mi hermano mayor. En nuestra inocencia ni siquiera sabíamos sus nombres, a esta figura la llamábamos de cariño simplemente como “Jorgito”.

A lo anterior podría agregarle soundtrack, decenas de veces escuché en mi Walkman el cassette con la banda sonora de Los Cazafantasmas que le robábamos a mi madre.

2. Autolavado Matchbox

matchbox-car-washSiempre fui adicto a los automóviles de juguete, cada que iba a un centro comercial trataba de convencer a mis padres de que me compraran un Hot Wheels o un Matchbox. Este gusto siempre hizo que para mi fueran atractivas las pistas y accesorios que tenían que ver con mi pasión por los coches de juguete.

Si a lo anterior le sumamos mi gusto por los juguetes que tenían que ver con agua (pistolas, esponjas, etc.) y una gran campaña publicitaria del año 1994, para mí fue irresistible el autolavado de Matchbox, una plataforma que incluía un mecanismo de agua para “lavar mis autos” con esponjas y una secadora con fuerza centrífuga que accionabas manualmente.

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3. View Master / Proyector

view-masterCine en casa, ¿Qué mas puede pedir un niño? Eso para mi era mi View Master, dispositivo que utilicé con una herencia que se remontaba a mis padres quienes me regalaron algunos discos que utilizaron en la década de los años 70.

El invento del View Master se remonta a la década de los años 30 del siglo pasado, lo que lo convierte en un artefacto que casi va a cumplir su primer centenario. Podríamos escribir todo un artículo especial al respecto, aunque por el momento basta señalar que era un visualizador de discos con 7 imágenes que podían mirarse en 3D estereoscópico.

En mi infancia me tocó estrenar discos de las películas de moda como Aladdin, hasta otros discos clásicos de Mickey Mouse, Pinocho entre otros.

La diversión se expandió cuando me regalaron el proyector de View Master que consistía en una lámpara con la que podían proyectarse las imágenes en cualquier lugar como si se tratara de mi propio cine particular que disfrutaba con mis hermanos.

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4. Avioncito Feliz

avioncito-feliz-ensueno-vintage-totalmente-nuevo-9176-MLM20012190271_112013-FQuizá el juguete al que más se le imprimía el toque de la imgainación de quien lo usaba fue el Avioncito Feliz de la marca Tomy/Ensueño; lo recuerdo con mucho cariño por lo creativo que era.

A esta avioneta tenías que colocarla en el suelo y tirar de su cuerda para que arrancara, después de unos tres jalones su hélice comenzaba a girar y su motor a vibrar como el de un avión real con sonidos fuertes. Al dar un toque a la cabeza del piloto el avión comenzaba a caminar en dos velocidades hasta que tú lo tomabas con tus manos y lo hacías “volar” con tus manos y tu imaginación, pues obviamente no era un aparato tan sofisticado como para lograr planear por sí solo.

Lo mejor de este juguete eran sus sonidos y los movimientos de su motor, un juguete sencillo pero muy divertido.

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5. Playmobil

b78537d52de98bcda7c46975c5fe2364Al inicio de este artículo les comentaba que tuve una gran preferencia por los juguetes pequeños, por lo que las figuras de Playmobil de 7.5 centímetros siempre me resultaron algo irresistible. Lo que más me gustaba de estos juguetes inventados por el alemán Hans Beck en los años setenta del siglo pasado era su gran variedad, que reflejaba muchas de las profesiones que uno de niño soñaba en la época o de las historias que nos contaban como las de piratas o del viejo oeste.

Quizá mi favorito era un Playmobil detective que incluía hasta su lupa en miniatura con la que quemaba papeles con la luz del sol.

Aquí algunos comerciales de la época, desafortunadamente no están en español latino.

Grandes recuerdos, así nos hacían consumir juguetes en 1994. ¿Cuáles eran sus favoritos?

Staff Atomix
Equipo de editores de Atomix.vg