En E3 2014 hubo un juego que llamó la atención de varios públicos al mismo tiempo: los amantes de lo retro, los fanáticos de los juegos difíciles y aquellos que disfrutan las experiencias solitarias tuvieron mucho de qué emocionarse gracias a Titan Souls. ¿Qué pasaría si se fusionaran The Legend of Zelda: A Link to the Past, Shadow of the Colossus y Dark Souls? Ésta es la respuesta.
Entre un gran número de juegos presentados en la conferencia de Sony, éste fue uno que no se llevó la atención que se merecía, debido a su propuesta tan única y diferente del resto de las súper producciones aclamadas. Titan Souls es un juego independiente desarrollado por sólo tres personas en un estudio llamado Acid Nerve. Originalmente fue producto de un fin de semana en el que se inspiraron para lanzar un proyecto de corta duración y con una propuesta fresca. Ahora, el publisher Devolver Digital lanzará el juego completo para Mac, PC, Linux, PS4 y PS Vita. La premisa con la que nos atrapa Titan Souls es la siguiente:
Entre nuestro mundo y el del más allá se encuentran las Titan Souls, una fuente espiritual resultado de la suma de todas las cosas vivientes, que ahora se encuentran dispersas entre ruinas, y vigiladas por los inactivos titanes encargados de su cuidado. Es aquí donde un héroe solitario, y armado con una sola flecha en su arco intenta reunir las piezas de la Titan Soul en una búsqueda por la verdad y el poder.
En el demo que pude jugar, se presentaba a un niño cuya única arma era un arco con una sola flecha. Con él exploraba bellos paisajes vacíos que cambiaban orgánicamente mientras me movía en el mapa. De una laguna pasé a un desierto, para después llegar a un laberinto y terminar en una pirámide. Cada lugar tenía su propia personalidad y me permitía sentir de manera previa a qué criatura me enfrentaría. Al más puro estilo de Zelda, rodar es uno de los elementos fundamentales que le darán variedad y rapidez a la exploración. También como homenaje a este gran juego de Nintendo, la temática de cada área le imprimía un aire único a nuestra aventura que brillaba por su personalidad.
La sensación de soledad nos acompaña a cada paso mientras nos abrimos camino hacia las guaridas de los titanes. Mientras tanto, el sentimiento abrumador de enfrentarnos a criaturas de enormes dimensiones que de un golpe pueden acabar con nosotros recorre nuestra espina dorsal de manera casi mágica. No hay calabozos, todo es mundo abierto con santuarios donde se encuentran los titanes.
Una vez dentro de la arena de combate, será nuestra tarea despertar a la antigua criatura con nuestra flecha para así comenzar la batalla. Aprender los patrones de pelea, descubrir el punto débil de nuestro enemigo y encontrar el momento exacto para atacar será indispensable para sobrevivir en Titan Souls. Técnicamente, nuestro oponente y nosotros tendremos un punto de vida, mismo que provocará una muerte automática en caso de ser arrebatado por un ataque, sin embargo, en la práctica, la batalla se siente por mucho con desventaja ya que no tendremos nada de poder sobre los jefes, lo que le agrega valor extra a cada enfrentamiento. Con un botón podemos disparar el arco y con otro atraer la flecha magnéticamente con una extraña sensación de retorno en el tiempo (aunque no sucede así con el resto de los elementos en pantalla), así, tendremos que movernos constantemente en las batallas mientras intentamos descifrar el acertijo de cómo derrotar al titán.
Mi primera experiencia con Titan Souls fue formidable, inmediatamente después de iniciar el juego sin ninguna introducción me dirigí al oeste para encontrarme inmediatamente con un santuario, en el cual me esperaba un ojo de piedra gigante al cual desperté de su eterno sueño con una flecha justo en la pupila. Una vez provocada su ira, comenzó con sus patrones de ataque al rodar alrededor del escenario y cerrando su ojo cada vez que sentía el peligro. Después de varias muertes, frustraciones y aprendizajes, pude por fin derrotar al ojo gigante, el cual soltó las preciadas almas mismas que absorbí automáticamente para retornar al inicio.
No hay crecimiento ni avance en las habilidades, no hay objetos que nos ayuden en nuestra búsqueda, todo está basado en el gameplay. Cada jefe tiene sus propios patrones al más puro estilo arcade: nos encontraremos desde cosas sencillas como gigantes de piedra tapándose con la mano un agujero en el pecho donde se encuentra su punto débil hasta mecánicas mucho más complicadas como la de activar una antorcha para disparar una flecha de fuego y sacar un cerebro gigante de su gelatinosa protección. Así, nos enfrentaremos a más de 20 jefes, de los cuales pude enfrentarme a tres y debo decir que fue más que satisfactorio.
Titan Souls promete mucho, y aunque peca de cierto vacío en cuestión de historia o sensación de progresión, misma que aún está a tiempo de mejorar ya que el juego está planeado para un lanzamiento en el primer cuarto de 2015.
