Como la mayoría de los jugadores en nuestro país, fui parte de los niños que de una u otra forma crecieron con clásicos como Tetris, Donkey Kong Jr., Ice Climbers y, por supuesto, Super Mario Bros. No obstante Sega y Sonic se robaron el lugar más especial de mi infancia, al ser mi Sega Genesis la consola que quizá más usé durante mis primeros años como videojugador.
¿Qué me gustaba de Sonic? No sólo que era “el equivalente a Mario” en la consola que yo tenía; sus colores, música, velocidad, animaciones y carisma del protagonista me encantaron desde el primer instante y me hicieron crecer identificado con Sonic más que con el plomero italiano de Nintendo. No faltaba entre las pláticas con amigos el hablar de videojuegos en los que orgullosamente presumía ser fan del personaje de Sega que con toda su actitud se me hacía mucho más cool que cualquier otro personaje de la época.
A pesar de que Sega tenía un amplio dominio en el negocio de las arcades, el Master System se quedó a 47 millones de unidades de su competidor el NES. Era necesario, entonces que la empresa creara un personaje tan fuerte como Mario Bros, una mascota que representara la marca y le diera identidad entre el nuevo público al que se estaba dirigiendo. De esta manera, a inicios de los noventa el diseñador de Phantasy Star, Naoto Oshima, dibujó a un personaje que inicialmente se llamaba Mr. Needlemouse y adoptaba el clásico color azúl de la empresa. Uno de los aspectos más interesantes de ese personaje era su actitud que reflejaba muy bien a una cultura juvenil de inicios de los años noventa, en el diseño se pensó en un personaje roquero y que siempre mantuviera una actitud muy cool. El concepto se fue modificando y fue así que surgió Sonic: The Hedgehog con sus tenis rojos característicos de la época.
Así, con el programador Yuji Naka y el diseñador de juego Hirokazu Yosihara, se retomó el personaje de Oshima y se creó el videojuego que haría que esa brecha de 47 millones entre el Master System y el NES se redijera a sólo 9 millones entre el Mega Drive y el SNES.
Sonic no comenzó como Mario, en una época en la que las limitantes tecnológicas lo obligaron a llevar gorra y bigote, sino que sus creadores se tomaron libertades que permitieron que desde un inicio pudiera concebirse con toda la actitud que pretendía dársele, tal y como lo habían planeado desde un principio. La tecnología también fue un elemento que favoreció a su gameplay; aunque Sonic era un juego de plataformas como el que Nintendo tenía con Mario, su característica peculiar y específica sería que correría a toda velocidad en niveles con distintas rutas. De esta manera, Sonic no fue un clon de lo que estaba haciendo Nintendo y que ya había tenido grandes logros con tres títulos para principios de los noventas, sino un producto propio que le dio identidad a sus consolas creando la mascota que necesitaba la empresa y que sería su estandarte prácticamente hasta el día de hoy.
Podríamos hablar de toda la evolución de este personaje que ha pasado por buenos y malos momentos a lo largo de 23 años de historia hasta el día de hoy, pero mejor recordemos los momentos más grandes de su primer título que cumple hoy 23 años:
⦁ El opening: Seguramente una buena parte de de la memoria ocupada en el cartucho de Sonic: The Hedgehog era el intro del juego en el que aparecía el nombre de SEGA cantado, con un tono que se volvería característico de los títulos subsiguientes del erizo azul de la marca.
⦁ Tan rápido o lento como quisieras: Sí, el objetivo del juego era ir a toda velocidad en sus niveles, pero fuera de Green Hill Zone no podías quizá pasar largos trechos sin la necesidad de saltar o ejecutar precisos momentos para no caer al vacío. A diferencia de otros juegos de la época la característica de Sonic era su velocidad pero eso no significaba que no pudieras detenerte a explorar las diversas rutas de sus niveles y buscar los preciados anillos que te dieran acceso al bonus stage al final de los actos de sus diferentes niveles.
⦁ Niveles tanto verticales como horizontales: Derivado del punto anterior, en Sonic: The Hedgehog teníamos niveles verticales en el sentido de que las rutas que tenías en cada uno de sus actos eran tan distintas que vivías una experiencia distinta cada vez que pasabas el juego. En los niveles finales el avanzar en horizontal no era la constante, sino que te enfrentabas a complejos actos en los que más que seguir una línea horizontal te obligaban a escalar, descender y hasta regresar para poder llegar al final.
⦁ Diferencias de gameplay muy evidentes en sus niveles: Mientras que en Green Hill Zone comienzas a toda velocidad en un nivel más plano, en Marble Zone ya comenzabas a experimentar con saltos precisos entre plataformas navegantes entre lava. Continuabas con las rampas desafiantes de Spring Yard Zone para dar paso al lento nado y toma de oxígeno de Labyrinth Zone. Para finalizar teníamos los trampolines de Star Light Zone y las motríferas trampas tecnológicas de Scrap Brain Zone. En cada uno de los niveles teníamos variantes muy significativas en el gameplay que le daban variedad y cambios constantes a todo el juego para mantenerse fresco hasta el final.
⦁ Niveles especiales divertidos: Una de mis partes favoritas de todo el juego eran sus niveles especiales. Al disfrutar mucho de los Pinball, el ver a Sonic en su forma de esfera cayendo a través de escenarios giratorios me pareció siempre un divertido y satisfactorio reto. Para mi era inadmisible terminar el juego sin haber conseguido todas las Chaos Emmeralds y no dejaba pasar ninguna oportunidad de acceder a este tipo de niveles especiales. En toda la serie me parece que nunca se superó el gameplay de los bonus stages.
⦁ Animaciones bellísimas pioneras en los videojugos: Todas las animaciones de Sonic The Hedgehog me parecen excelentes, desde la manera en que corre hasta la manera en que toma oxígeno al estar bajo el agua. Algunas de ellas son pioneras en la industria de los videojuegos y se convirtieron en una constante que retomó una gran parte de juegos de plataformas después de este título; en concreto me refiero a cuando Sonic se desespera al no haber movimiento por parte del usuario, y el miedo al caer al estar cerca de un borde.
⦁ Banda sonora memorable: El japonés Masato Nakamura fue el encargado de musicalizar los dos primeros títulos de la serie y la banda sonora del primer título de la serie se ha vuelto emblemática dentro de la industria de los videojuegos. A lo largo de estos 23 años de historia hemos escuchado arreglos de los clásicos temas de este primer título de la franquicia en distintos formatos rindiendo tributo a este primer juego de la serie.
Los anteriores son sólo algunos de los momentos más memorables de Sonic The Hedgehog pero muchos de ustedes podrían compartir otros muchos más que les recuerden al inicio de este personaje como algo memorable.
Quienes en 23 años sigan sin jugar este título o quieran revivir buenos recuerdos, un port muy bien realizado fue el hecho por M2 en el Nintendo 3DS, fue la versión clásica remasterizada Sonic The Hedgehog 3D que forma parte de la serie 3D Classics de Sega que se estrenó en diciembre del año pasado en la eShop de la portátil de Nintendo.
Claro, lo mejor es que desempolven su Sega Génesis, lo conecten a su CRT y disfruten de este clásico celebrando su aniversario.