Mega Man Soccer: Un juego sin final

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Un peculiar título que juntaba lo mejor de dos mundos… el deporte y Mega Man.

Brasil 2014 ya está aquí, y la fiebre por el deporte más popular y publicitado en el planeta está por todos lados, incluyendo Atomix y la industria de los videojuegos. Como cada cuatro años, la pasión por el fútbol está en lo máximo y ello se refleja en el mercado actual. El balompié se levanta como el elemento con mayor capacidad de remuneración en esta época: playeras, tenis, álbum de estampitas y, por supuesto, la fórmula fútbol + videojuegos es sólo una pequeña parte de este acontecimiento pues está presente no sólo en temporadas mundialistas.

El SNES era mi consola favorita. A pesar de que no contaba con uno, siempre estaba el amigo o el primo que lo tenía. En esos tiempos, era muy normal ir y rentar algún juego para pasar el fin de semana, generalmente Mega Man X; y de ahí aplicar el famoso “me invitaron a dormir”, todo esto con el pretexto de divertirse un fin de semana completo con el buen bombardero azul.

Lamentablemente, llegó el día en que alguien más tuvo la misma idea, otro niño me lo había ganado: momento de buscar otro juego. Fue entonces cuando encontré, entre un montón de juegos, Mega Man Soccer. En la cabeza de un niño que no estaba tan enterado de lo que pasaba en el mundo de los videojuegos, la idea de juntar al héroe de Capcom y el fútbol no era tan descabellada. Decidí llevar Mega Man Soccer a la casa de un amigo y disfrutar de un buen fin de semana.

Desde el comienzo, fue algo muy extraño. Mega Man, Roll y el Dr. Light reunidos para ver un partido de fútbol cuando, de repente, el evento es interrumpido por unos robots y, como dice el presentador en la TV, “¡Esto es un pandemonio!”

Era obvio que Mega Man iría al rescate. Dr. Light le dice que no está preparado y que requería algunas modificaciones para poder enfrentarse a los malvados robots del Dr. Willy. Parte de mí quería saber qué necesitaba el bombardero azul para poder jugar fútbol, llegué hasta imaginar que usaría, quizá, un uniforme tradicional de un jugador.

Observé una pantalla. Ahí estaban varios enemigos clásicos de la serie como Fire Man, Pharaoh Man, Elec Man e inclusive Wood Man. Era inevitable comenzar a suponer cosas, como que uno tendría que ser mucho más defensivo o más cochino -como la jerga del fútbol lo expresa-, además me llevé la sorpresa de ver un equipo compuesto por varios Mega Man, hecho que hasta el día de hoy no me puedo explicar.

El primer partido que escogí fue en contra de Fire Man. He de añadir que con la costumbre de absorber el poder de un enemigo de la serie luego de vencerlo, no podía dejar de preguntarme cómo sería el nuevo tiro especial de Mega Man después de que este master robot ya me había calcinado varias veces.

Además, en esa época en la que uno apretaba los botones al mismo tiempo, por pura suerte, descubrí que también yo contaba con un tiro especial y luego, que bastaba utilizar el botón R. Para mi sorpresa, al final del partido, Fire Man se unió a mi equipo.  La ilusión de tener un Dream Team surgió en nuestras cabezas, tanto que mi amigo y yo jugamos durante horas para avanzar en el juego, muy al estilo de lo que siempre nos pasaba con el clásico Mega Man X.

Una vez que derrotamos a los primeros ocho robots, nos encontramos con que Proto Man y Enker serían también nuestros rivales. Era épico ver al hermano de Mega Man unirse a nuestro equipo, pero seguíamos con la incógnita de qué pasaría al final. Aquel día jugamos horas y horas en ese modo de historia hasta que llegamos a la final para enfrentar a Dr. Wily. La contienda no sería justa: él contaba con un traje especial para jugar y la dificultad había aumentado. Tuvimos que intentar ese mismo partido fácil unas 30 veces; era frustrante perder e insertar los famosos passwords para continuar.

Después de muchos intentos, enojos y hasta una que otra lágrima de frustración, pudimos derrotarlo por una diferencia mínima. Siempre tendré ese partido fresco en mi memoria: sólo pudimos anotar un gol y con ése ganamos. El único detalle que tal vez seuiré reprochando es que cada vez que terminábamos el juego no había un final (hasta hace algunos años pudimos verlo y por medios un poco ilegales). Mega Man Soccer es un título al que le debo muchos fines de semana llenos de coraje y frustración, pero que también me enseñó que el fútbol es impredecible hasta en sus finales.

Sin embargo, este detalle fue lo que ocasionó una terrible adicción por el juego, de esas veces que uno inventa cosas. “Si gano todos los partidos sin que me metan gol, tal vez haya un final o pueda utilizar al famoso Dr. Wily”, “tal vez si lo acabo jugando con puros Mega Man se desbloquee el final del juego”; esto nunca sucedió. Desde entonces, cada fin de semana no sólo buscaba Mega Man X, también llevaba conmigo Mega Man Soccer.

Lo positivo de mi experiencia con este juego es que hizo que me llamaran mucho más la atención los juegos de deportes no tan realistas, como Super Mario Strikers o, el pocas veces recordado, Mario Hoops 3 on 3, para el Nintendo DS.  Aunque, uno que otro día las retas en FIFA o PES no caen nada mal, como fanático del fútbol prefiero ver a estos jugadores en las canchas y en la TV y disfrutar, por otra parte, de estas experiencias diferentes, y hasta imposibles, gracias a los videojuegos.

¿Ustedes se echaron una reta de Mega Man Soccer?