La serie Far Cry es una de las que por su calidad y excelencia apelan a todo público sin importar el género; con la última entrega tenemos un first-person shooter que no está hecho para los fans de éstos mismos, sino para los amantes de la aventura. Cuando filtró la información de que Far Cry 4 se llevaría a cabo en los Himalayas, y que montaríamos elefantes –en la oficina de Atomix– nos alegramos bastante y llenamos de grandes expectativas, en espera de que el rumor fuera cierto. Un tiempo después se filtró que este juego era un hecho, y que lo veríamos en otoño de este año, así como también se reveló la portada, en la que veíamos a un extravagante villano, como ya es tradición en la serie.
La conferencia de Ubisoft en este pasado E3 abrió nada más y nada menos que con el Far Cry 4, con los primeros minutos del juego que nos mostraban una gran cantidad de información, que a la vez nos generaba más y más preguntas, pero también generando en toda la audiencia una increíble ansiedad por jugarlo. Afortunadamente, el juego estuvo disponible durante el show y aquí les dejo mis impresiones luego de jugar el demo.
Far Cry 4 se lleva a cabo en un país ficticio llamado Kyrat, que está inspirado en lugares como el Tibet, y Nepal, pareciera que nos encontramos en la región de los Himalayas. Tomamos en el lugar de Ajay Ghale, que regresa a la tierra de donde huyeron sus padres cuando él era pequeño, para esparcir las cenizas de su madre, lo cual fue su último deseo. Kyrat se encuentra subyugada bajo el mando de Pagan Min, un líder militar –que encima es un extranjero– que se ha autoproclamado rey de Kyrat. A Pagan Min lo conocemos en la introducción del juego, en donde su escolta ataca nuestro vehículo y mata a todos excepto al protagonista, diciendo que lo conoce y que a los dos les esperan asuntos pendientes. Esto se debe a que los padres de Ajay fueron líderes en la rebelión contra Pagan, pero después de la muerte de su padre, la madre escapó con Ajay siendo un niño. Años después Pagan ha convertido al pequeño país en una dictadura militarizada que tiene aterrorizadas a las pequeñas villas, habitadas por gente sencilla y de tradiciones ancestrales.
Conforme avanza la historia nos iremos involucrando en la situación política, pues hay más personas que luchan contra Pagan. En el juego iremos liberando pequeñas aldeas y luchando contra las fuerzas del régimen en diversos lugares.
Éste es un juego vertical, pues el exuberante escenario ahora son las montañas, llenas de picos y precipicios por todas partes. Para movernos a través del paisaje usaremos equipo de escalado, sobre todo un gancho que lanzamos para subir a los riscos, o para cruzar precipicios en horizontal. En la versión de PlayStation 4 las montañas lucen impresionantes y llenas de vida. Todo el tiempo nos estaremos encontrando con animales, que también interactúan entre sí; no sólo podremos nosotros cazarlos, si así lo deseamos, sino que de vez en cuando vernos un águila descender sobre una cabra. Es un placer el pararse sobre los riscos y mover la cámara a todos lados para apreciar la profundidad del mundo generado en tiempo real por la consola. A pesar de no ser un juego desarrollado exclusivamente para el PlayStation 4, esta versión hace un buen trabajo visual.
Al ser un juego de mundo abierto tenemos muchas opciones por elegir; por ejemplo, si tenemos que entrar en una aldea, podemos hacerlo sigilosamente por encima de una cerca, o entrar con un auto, en un mini helicóptero, o incluso –mi favorita– por la puerta grande encima de un elefante, que de una patada puede destruir la entrada a la villa.
La promesa del elefante en Far Cry 4 ha probado ser una de las mejores características del juego, pues además de ser divertido es bastante eficiente. Al estar encima del animal, podemos rogar a nuestro personaje a voluntad, y disparar libremente, incluso con armamento pesado.; y a eso sumamos la capacidad de destrucción del elefante para aplastar a los enemigos o incluso atacarlos con la trompa.
Contamos con un gran rango de armas, como pistolas pequeñas, escopetas (¡que literalmente sirven para cazar elefantes!), armas automáticas, granadas, explosivos remotos y cuchillos. Cuando logramos dominar los movimientos básicos, los enfrentamientos se harán vertiginosos y caóticos, dándonos la oportunidad de acabar con un gran número de enemigos en una ráfaga de adrenalina, que puede culminar en una persecución de vehículos a las orillas de peñasco y caminos de altura en las montañas. Si algo sale mal y nuestro vehículo cae al vacío podremos lanzarnos por la puerta y usar un paracaídas que nos llevará a otros lugares. Esto es un gran método de escape y transporte al mismo tiempo.
La sensación de escape se contrasta con la paz que uno encuentra en algunas villas, donde veremos a los nativos cosechar arroz. Al final de cuentas, podemos decidir hacer nada, no continuar con la historia y explorar las tierras de Kyrat.
Otra de las características más interesantes de esta entrega es el modo cooperativo, en el que un amigo puede unirse a través de Hurk, un personaje más de la historia, que nos puede asistir mediante un girocóptero personal, en el que nos podemos subir y manejar las armas mientras el pilotea. Ésta es una táctica excelente para entrar a las aldeas por sorpresa, aunque su uso es más bien limitado para el viaje pues no se puede alcanzar grandes alturas.
Definitivamente, Far Cry 4 fue uno de los juegos más impresionantes de todo el show, y es uno de los lanzamientos más impactantes que veremos en todo el año; tan solo de pensar en la espera hasta su lanzamiento el 18 de noviembre hace la espera larga. Sin embargo, esto no será lo único que Ubisoft nos presente, y seguramente veremos más y más cosas de este gran juego de aquí hasta su fecha de lanzamiento en PlayStation 4, PlayStation 3, Xbox 360, Xbox One y PC.
