Son muy pocos los desarrolladores que pueden cambiar tan drásticamente (y con tanta facilidad) entre géneros como Camelot Software Planning, que pasa de los RPG al deporte como si bastara con presionar ctrl-tab, al punto en que en algunas (afortunadas) ocasiones, han mezclado un poco los géneros.
Nintendo ha publicado juegos de golf por más de 30 años y después de una década sin un título de la serie (culpen a Wii Sports) por fin tenemos un nuevo título de Mario Golf.
Aprovechemos este breve espacio para sentirnos increíblemente viejos con el dato que Mario Golf: Advance Tour para Game Boy Advance tiene 10 años.
Los creadores de Hot Shots Golf y Golden Sun nos traen (como debe ser) esta nueva entrega de Mario Golf para el Nintendo 3DS, el resultado es (como era de esperarse) un fabuloso juego de Golf que está enclavado en el divertido mundo de Mario.
World Tour cumple con la tradición de varios modos de juego, el primero (y gran ausente de Mario Tennis Open de 3DS) es Castle Club que básicamente es un intento de revisitar los modos RPG de las entregas portátiles de la serie, uno que no logra capturar todo aquello que hizo fabuloso estos modos en el pasado, una experiencia corta que termina mucho antes de lo que debería, no sé si soy sólo yo o ver a mi Mii comienza a ser una situación que truena la burbuja de la magia del mundo del Mushroom Kingdom, sinceramente preferiría que me dejaran utilizar a un Shy Guy que ver a mi Mii en cada juego nuevo de Nintendo. Desgraciadamente el Castle Club se queda muy corto en explotar todos los courses que el juego ofrece.
Afortunadamente el modo online es un frenesí de reto, podrás jugar de manera simultánea de manera local u online viendo de manera simultánea su ghost al más puro estilo de Mario Kart. Los retos van desde quien completa los hoyos más rápido y quien golpea la bola más fuerte entre otros. Por supuesto también podrás jugar de manera tradicional a lo largo de 9 o 18 hoyos, dale una oportunidad a este modo con otros jugadores aún cuando ellos nunca hayan jugado un título de golf, muy probablemente les encantará pasarla suave con Mario y compañía.
Nintendo es el anfitrión en torneos grandes (con premios exclusivos) pero también podrás hacer tus propios torneos con amigos y con tus propias reglas, podrás seleccionar los personajes que estarán disponibles, podrás elegir los hoyos que específicamente quieras para tu torneo e inclusive elegir la velocidad del viento y podrás (al igual que Mario Kart 7) crear tu propia comunidad.
Debo confesar que aunque me encanta ver que hay campos tradicionales, disfruté mucho más aquellos que estaban diseñados con todas las locuras que el mundo de Mario ofrece; realmente no hay nada como jugar golf en la jungla de Donkey Kong o bajo el agua en la laguna Cheep Cheep Lagoon, es en estos campos donde la locura de desata con obstáculos y demás que hacen que éstos (al igual que las pistas de Mario Kart) puedan ser jugados una y otra vez. También (por si fuera poco) aquí podrás usar power-ups como la flor y la desgraciada bala que corta el aire y avanza de manera injustísima por los aires, o ¿qué me dicen de la Bob-Omb que te permitirá destruir cualquier obstáculo a tu paso? Son estos ítems los que harán que tus amigos que no acostumbran jugar golf encuentren una (verdadera) opción para jugar multiplayer en 3DS que no sea Mario Kart.
En World Tour hay 10 campos con 126 hoyos para desbloquear incluídos en el juego, en el futuro cercano habrá otros para comprar: en un movimiento inesperado de Nintendo, World Tour tendrá la opción de comprar un Season Pass que incluye 6 campos extras con un total de 108 hoyos, estos serán lanzados más tarde y tendrán un costo de $15 dólares (alrededor de $200 pesos).
Mario Golf World Tour es un fantástico juego de golf. Aun con un intento a medias por hacer el modo RPG tradicional de las entregas portátiles, el single player donde entras directamente a jugar golf está intacto y mejor que nunca, queda claro que los veteranos de Camelot Software Planning dominan el desarrollo de juegos de golf, World Tour es (como era de esperarse) un trofeo más en el escaparáte deportivo de nuestro plomero favorito.