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Pokémon y puzzle. Sí, esta feliz combinación ha regresado para alegría de los amantes del género y de las criaturas que ahora ya hasta apoyan a su selección para el Mundial. Los spin-offs de la franquicia son tantos como para echar al aire: hay más spin-offs que versiones del popular RPG y, aunque algunas de ellas no terminen de convencer al público, al menos las entregas dentro del mundo de los puzzles siguen siendo sólidas y entretenidas.
La variación puzzle dentro de la franquicia de Pokémon es la de tile-matching, más del tipo de SameGame que de Tetris, y tiene una mecánica muy simple: unir 3 o más bloques que ya se encuentran aleatoriamente acomodados dentro de un espacio determinado. Pokémon Puzzle League llegó en el año 2000 como una nueva adaptación/skin de Panel de Pon que a nuestra región llegó como Tetris Attack. También tuvo versión “de bolsillo”: Pokémon Puzzle Challenge. Su principal mecánica era el intercambio, mediante un cursor, de 2 bloques de manera horizontal que, a diferencia de juegos que posteriores como Bejeweled, dejaba a los bloques intercambiados en un solo espacio y no los devolvía automáticamente si no se unían adecuadamente.
Cinco años después, en formato portátil, obtuvimos Pokémon Trozei/Pokémon Link para el DS. A diferencia de los primeros 2, Trozei se alimentó de la mecánica de Yoshi’s Cookie (1992), juego en donde los bloques están limitados por una cuadrícula y la forma de moverlos es sólo en cruz y a toda su columna/fila. Además, el espacio jugable es un cuadro de 6×6 y no un 6×12, como en los Puzzle League. Hay una gran diferencia entre Trozei y su abuelo galletoso: la forma en que utiliza las pantallas de la portátil. El jugador tiene, en la pantalla superior, un pequeño vistazo (obviamente intocable) de lo que está por aparecer en la pantalla inferior. Esto es tan útil como la posibilidad de ver que tetrimino caerá después o de qué colores será la próxima píldora que aventará el Dr. Mario.
Genius Sonority ya lleva algunos años trabajando con los populares monstruos: fueron ellos los que realizaron la primera entrega de Trozei y ahora están de regreso con Pokémon Battle Trozei: juego descargable desde el día de ayer para América en la eShop del Nintendo 3DS.
Si ustedes jugaron el primer Trozei, notarán algo que en lo particular me gustó: la forma de mover tus bloques ya no está yoshicookizada. Lo intenté algunas veces y no: ahora hay que usar el stylus para intercambiar los bloques, tiernamente decorados con las caras de cada una de las especies del universo pokémon, individualmente.
¿Ventajas? La posibilidad de deslizar tus bloques a cualquier parte de la pantalla inferior, de la forma que el jugador guste: horizontal, vertical, diagonal, etc. ¿Desventajas? Hay más posibilidades de errar los movimientos. Uno puede querer desplazar un bloque a cualquier punto y si, por equivocación o mala coordinación, llega a soltar el stylus en otro punto, su intento habrá fallado.
El otro gran cambio en relación a su predecesor es la presencia de un pokémon al cual tenemos que atrapar, digo, trozeiar (¿o será trozeizar?). El objeto de nuestros deseos cuenta con un avatar mucho más grande y se encuentra en la pantalla superior con su carita tierna. Por supuesto, no está allí sólo para esperar a que lo atrapemos uniendo 3 o más bloques (6 máximo), sino que nos atacará, disminuyendo así nuestra barra de vida y metiendo la presión que todo tile-marcher necesita.
El pokémon objetivo, además de atacarnos, tiene otra función: si la barra de vida bajando no es suficiente recordatorio de “te estás tardando, mijito”, él mismo se convertirá en lo que más odiamos quienes disfrutamos de los puzzles: un bloque basura. Y en uno tan grande que no puede eliminarse uniendo algunas piezas adyacentes. Como podrán deducir, conforme aumenta el nivel, el tiempo en que el pokémon grande cae es cada vez menor.
Para jugar exitosamente un tile-matching puzzle, se necesitan 2 cosas: ver todo el perímetro en donde están nuestros bloques y buenos reflejos. Una de las mejores formas de hacer lo primero es no ver solamente el movimiento que se planea, sino también observar todo a su alrededor, considerando posibles cadenas de piezas que caigan y borren otras.
No dudo que haya quien lo haga de manera distinta pero yo, por ejemplo, al jugar algún título de la serie Puzzle League, me fijo más en el color de los bloques que en la figura que ostentan. En el caso de Battle Trozei, al tener 718 bloques distintos es posible que haya confusiones al momento de ver cuál será el siguiente movimiento; hay niveles en que todos los avatares pokémon son casi del mismo color y termina por ser no necesariamente molesto, pero sí confuso.
Como ya lo decía en mi cuenta de Twitter, para los naturalmente torpes como yo, Battle Trozei requiere algo de coordinación: planear tus cadenas puede verse estropeado por equivocarse algunos centímetros al momento de escoger/colocar el siguiente bloque. Pienso, sin embargo, que al tener posibilidad de mover lo-que-sea dentro de la pantalla es mucho más natural usar el stylus que tener un cursor. Puede que se requiera práctica. O si tú eres mejor que yo al coordinar lo que ves con tus movimientos, tal vez todo sea más fácil. Lo que no dudo es que requiere más precisión que su antecesor.
En un tile-matcher las cadenas lo son casi todo. En el caso de Battle Trozei, éste se ha nutrido más de la serie Puzzle League que de Yoshi’s Cookie, lo cual tiene algunas implicaciones: para alcanzar el modo Trozei (el modo para atrapar al pokémon objetivo) tenemos que acumular, casi inmediatamente, varios movimientos en cadena.
Battle Trozei toma otro elemento de la serie de Puzzle League que es fundamental en ambos juegos: avisa con un brillo alrededor de los bloques que están por desaparecer el tiempo que uno tiene para realizar el siguiente movimiento. Salvo los antiquísimos Tetris, casi todos los tile-matching puzzles cuentan con esa característica: unos milisegundos para definir si realmente haremos nuestro movimiento.
No hay complicaciones. La última entrega de este puzzle pokémonero cumple con los elementos de un juego sólido en el género e incluso llega a ser más permisivo en el modo Trozei pues permite que el usuario una 2 bloques, 3 en forma de esquina y, si de hecho junta 3 de cualquier forma, le otorga un comodín (Ditto).
¿En qué momento uno se puede subir a la nave del olvido? Sin duda, en el plano sonoro. Ninguno de los temas es memorable: nunca escucharán a Asher tararear uno en algún promo de Atomix (sí, me refiero a ti, tema de bosque en Panel de Pon). Sin embargo, cumplen con su labor de fondo; por ejemplo: el tema de cuando ya tienes a un pokémon-bloque-basura en tu pantalla, su rápido tempo sumado a la pantalla parpadeando en color rojo sí provoca el efecto de molestia/presión para el que fue compuesto.
A diferencia de su primera entrega, y es perfectamente comprensible al costar $99 MXN, el juego perdió el modo de aventura y el modo de batalla multijugador. Por un lado, está el modo de un jugador que consiste en atrapar a todos los pokémon (incluidos los de X/Y), que podría ser considerado como la aventura. Lastimosamente, el multijugador no tiene un modo en línea, además perdió la opción de enfrentarse a otro, lo cual es una pena ya que las partidas de 1v1 en el género llegan a ser verdaderamente intensas y disfrutables. El multijugador local es cooperativo y la meta es atrapar nuevas especies para tu pokédex. En todo caso, si hay que trabajar en equipo, no puedo ganarle a Emilio.
¿Cuál sería mi recomendación con Pokémon Battle Trozei para el 3DS? Si te gustan los tile-matchers, no debería parecerte repetitivo; por el contrario, tener la excusa de atrapar a cada pokémon es un aliciente para seguir jugando y mejorar tus combos y cadenas. Los últimos niveles son retos divertidos y, si bien no puedes enfrentarte con tu Emilio Comunidad local en formato battle, los duelos contra los mismos pokémon son muy entretenidos.
Si no son muy adeptos a los puzzles de este tipo, Battle Trozei puede convertirse en un juego para “casualear” un rato atrapando algunos pokémon como descanso entre otros títulos que consideren más intensos. Todo con moderación. Todo con medida. Aunque, el manejo del stylus y sus posibles fallas podrían alejar a algunos.
El título supo incorporar mecánicas de la franquicia, como la posibilidad de hacer a tus trozei súper (o poco) efectivos contra el pokémon que buscas atrapar. Simplemente hay que hacer un combo de 4 o más de un bloque particular para iniciar la cadena de ataques. Y el “atrápalos a todos” toma importancia cuando activas el StreetPass de la portátil: si te encuentras con otro trozeiero, podrán intercambiar sus monstruos favoritos.
Para facilitarte las cosas, también está la opción de elegir un pokémon que ya hayas capturado para usarlo dentro de tu pantalla 6×6. Algunos cuentan con habilidades diferentes, que van desde curar tu barra de vida hasta atacar con el doble de fuerza. Y todavía más, si los usas con regularidad, podrás formar un lazo de amistad que haga de sus poderes más efectivos.
Pokémon Battle Trozei da un paso para acercarse a Puzzle League y sabe aprovechar lo que dicha franquicia estableció en el género puzzle. Lo llamaría un semi-panel-de-pon, pero posee algunas características que lo hacen original y mezcla elementos de Pokémon para justificar la combinación. Su diseño es simple y bonito pero, pienso, no necesita ir más allá. Para quienes estamos acostumbrados a usar los pulgares y no toda la mano al jugar títulos similares sólo nos queda practicar más para adaptarnos. ¿Querrán atraparlos a todos?