Cobertura – Distant Worlds: Music from Final Fantasy en México

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El día de ayer se llevó a cabo en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México el concierto Distant Worlds: Music from Final Fantasy. Este show conjunta la experiencia de 25 años de tradición musical en esta afamada serie de videojuegos con la proyección en video de sus aventuras épicas. Aquí les traemos la cobertura, en donde podemos ver a la Orquesta Sinfónica Nacional, conducida por el productor del show, Arnie Roth, y el principal compositor de la serie, Nobuo Uematsu. Desde los ensayos hasta la noche del concierto con la presencia de los fans mexicanos de la serie, podemos recordar un poco de la noche mágica que miles pudimos vivir ayer.

Sin duda alguna la saga de Final Fantasy ha logrado crear uno de los universos más vastos del mundos de los videojuegos, compuesto por varios mundos que cada vez son más detallados y completos; parte fundamental para darles vida ha sido la música, que durante 25 años ha tomado muchas formas, no sólo por la disposición de tecnologías, sino por los muchos estilos que la componen.

Antes de comenzar el concierto estaba la Orquesta Sinfónica Nacional sólo esperando al conductor Arnie Roth, cuando aparece una figura en el escenario con una máscara de luchador, blanca y con líneas azules… era Nobuo Uematsu, que aprovechó para saludar a la audiencia. Bajó del escenario para dar paso al conductor, que comenzó con el preludio de Distant Worlds: suaves melodías de arpa que dieron paso al coro Harmonia Vocalis. En la proyección veíamos la evolución de Final Fantasy, con imágenes de varios juegos de la serie, desde 1987 hasta llegar a nuestros días, para culminar con las palabras Final Fantasy shall be forever. Las cuerdas y los metales culminan la pieza con gran fuerza para ser rematadas con el aplauso de la audiencia. Entonces pasaron a uno de los juegos preferidos del programa, Final Fantasy VIII, con “Liberi fatali”, donde escuchamos al coro, casi marchante, que conducido por las sección de cuerdas nos trae una fuerte sensación de peligro.

Luego de la segunda pieza, el conductor y productor del show, Arnie Roth agradeció al público mexicano por la oportunidad de presentarse en nuestro país, así también como la presencia de Shinji Hashimoto, una de las figuras más importantes dentro de Square Enix, al ser productor de la serie Final Fantasy.

Continuaron con uno de los juegos más queridos por los fans, Final Fantasy VII, “Opening theme / Bombing mission” que combina una armonía de cuerdas llenas de misterio a las cuales se enciman graves arpegios de piano y melodías en la sección de metales.

Después de esto entró al escenario el guitarrista clásico Pablo Domínguez, para tocar dos temas: “Dear friends” de Final Fantasy V, que fue acompañado en la proyección por ilustraciones de los personajes en lugar de imágenes del juego en sí, y luego “Vamo alla flamenco”, de Final Fantasy IX, con la guitarra al centro de la pieza, y acompañada con imágenes de barcos voladores, característicos del juego.

El programa regresó al querido Final Fantasy VIII, con “Fisherman’s horizon”, con ducles melodías del coro que nos transportaban al océano y los barcos de la proyección. Después de esto, aprovechando que era el primer show de la serie en México, regalaron a la audiencia una pieza que raramente tocan: “The Dalmasca Estersand”, de Final Fantasy XII, y que no fue compuesta por Uematsu, sino por Hitoshi Sakimoto.

Continuaron con una de las melodías favoritas tanto de Arnie Roth como Nobuo Uematsu, “Theme of love”, de Final Fantasy IV, con dulces pasajes en las maderas. Este momento de calma se rompió con “Don’t be afraid” de Final Fantasy VIII, con su ritmo sincopado en 5/4.

El siguiente fue un tema que no pertenece a un solo juego, sino a varios como Final Fantasy IV, XI, y XIII, “Chocobo”. Este peculiar arreglo, hecho originalmente para celebrar el 25 aniversario de la serie, nos lleva desde hipnóticos arpegios  en el vibráfonos hasta un bailable ritmo cha-cha-cha, mientras veíamos imágenes de esta adorables aves.

Después llegó el intermedio, para dar paso al “Battle medley”, también arreglado para el 25 aniversario. Inmediatamente comenzó “Zanarkand” de Final Fantasy X, con momentos introspectivos y suaves del piano y las flautas, acompañados de arpegios del arpa, todo mientras veíamos las icónicas imágenes de Yuna caminando sobre el agua. El más reciente Lighting Returns también tuvo su lugar en el concierto, con una melodía compuesta por Masashi Hamauzu.

Así comenzó “Ronfaure”, de Final Fantasy XI, con su famoso estilo de danza medieval y relajantes melodías. Luego “You’re not alone” de Final Fantasy IX, acompañado por imágenes de los famosos y queridos personajes del juego, que terminan con la sección de cellos ejecutando la melodía principal.

Luego de esto, el conductor toma la palabra para explicar que la siguiente melodía casi no la tocan en vivo pero que ésta era una ocasión especial: “Man with a machine gun”, de Final Fantasy VIII, con sus ritmos sincopados y el característico riff del xilófono acompañado de los cornos. En el siguiente tema, subieron al escenario tres solistas, para la opera “Maria and Draco”, de Final Fantasy VI, que en esta ocasión sería interpretada de forma completa, con la adición de una cuarta voz que era el narrador de la historia.

Con esto terminó oficialmente el programa, y comenzó la proyección de los créditos, a lo que el conductor agradeció y se fue con el aplauso del público, que no dejó de aclamar el show y al compositor Nobuo Uematsu. Después de un rato largo de aplausos, regresaron al escenario para agradecer y anunciar que para el encore, el mismo Uematsu se uniría al coro Harmonia Vocalis: así fue como comenzó el que es quizá el tema favorito del público mexicano “One-winged angel” de Final Fantasy VII, que para su letra toma parte de poema “Carmina Burana”.

Así llegó el show a su final, con el público eufórico por haber recordado tantos años de Final Fantasy en espacio de dos horas. Fue un gusto para todos los que estuvimos presentes y una experiencia que recordaremos durante muchos años.