Hace 15 años que salió a la luz el primer Gran Turismo y desde entonces ha venido acompañado con el lema“The real driving simulator”; ahora que llega la sexta entrega de la serie, se siente más justificado que nunca. Quizá las mejoras respecto al anterior no sean muy evidentes en cuanto a gráficos y contenido extra, pero en lo que respecta a las físicas y simulación, Gran Turismo deja muy claro por qué es líder en el género.
Como siempre, somos recibidos con un video de introducción, que muestra el amor más puro por los automóviles y el mundo de las carreras. Por primera vez en la serie, nos dan una introducción de manejo antes de acceder a todo el contenido y, durante los primeros 15 minutos, nos llevan de la mano para explicarnos todo lo necesario. Ya después tendremos todo el juego disponible para nosotros. Como es costumbre, comenzamos desde abajo y podremos avanzar hacia más pistas, mejores coches y carreras más importantes conforme ganemos carreras y eventos de diferente tipos.
Una de las grandes diferencias que podemos notar desde que arranca el juego es que ya no tenemos separado el modo carrera del modo arcade: GT6 está en su totalidad contenido en un menú, con todo simplificado de manera extraordinaria, además de estar acompañado de un sofisticado soundtrack.
Los contenidos son muy variados. Tenemos, por ejemplo, el famoso Goodwood Festival of Speed o también el contenido especial de Ayrton Senna, que para los fanáticos de las carreras es un extra increíble en el juego. Ademas, también tenemos eventos como misiones en la luna, que no son más que una demostración de que pueden simular lo que sea y hacerlo bien. En estas tres sencillas misiones nos sentiremos en un documental de exploración lunar.
El modo carrera se desarrolla de manera sencilla y con todos los elementos que ya conocemos de Gran Turismo, además utilizaremos un nuevo sistema en el que ganamos estrellas en cada carrera, siendo tres el numero máximo por evento. Empezamos en la categoría de novatos, donde tenemos que ganar carreras para conseguir estrellas; llegando a cierto numero de éstas, podremos hacer las clásicas pruebas de licencia. Una vez que obtienes la licencia, puedes acceder a la siguiente categoría, que tendrá más carreras y eventos. Hay muchas cosas que hacer y muchas carreras que jugar. Es una lástima que el juego no presenta una inteligencia artificial muy retadora y las carreras son bastante fáciles. El juego en linea llega de la misma manera que en GT5, con carreras y prácticas libres en servidores, así como los ya conocidos Seasonal Events, en los que tendremos diferentes retos que, al terminar, nos colocarán en un ranking mundial.
Esta vez uno de los grandes extras del juego es Vision Gran Turismo, en el que durante los siguientes meses las marcas más importantes de la industria automovilística pondrán coches concepto diseñados exclusivamente para Gran Turismo, que además de ser manejables vienen con videos y galerías del proceso de diseño de cada uno.
La cantidad de autos incluidos en el juego es gigantesca, pero la mayoría de ellos –al igual que en Gran Turismo 5– no son “premium”, por lo que no tienen interiores y las texturas cuentan con menos resolución. Al igual que en el juego pasado, esos coches pasan a segundo plano y simplemente no se usan. En mi opinión, deberían eliminar estos coches y usar ese espacio para completar el detalle de los que valen la pena, ya que, por otra parte, los coches que sí son premium lucen increíbles y el nivel de detalle es muy alto: los modelos de estos son casi perfectos; cada uno por sí solo es una gran obra del diseño industrial. El sonido de la mayoría de los vehículos es muy bueno, y prácticamente igual a la realidad, aunque hay unos pocos que tienen un sonido malogrado y completamente exagerado. Aunque punto es ir desbloqueando los autos poco a poco, también se pueden ir “comprar” modelos mediante micro transacciones, aunque esto nunca es recomendable para quien piensa superarse a sí mismo.
En cuanto a las pistas, puedo decir que GT6 tiene la mejor selección en un simulador de carreras. Todas las pistas de GT5 están de regreso, además de que se incluyen nuevas y clásicas pistas del automovilismo mundial, como la inglesa Brands Hatch, en la que cada una de sus curvas es un gran reto, o la pista española de Ascari, cuyas diversas secciones te mantendrán eufórico; también vuelve Apicot Hill, que quienes jugaron GT4 recordarán como una fantástica opción. Además de que la selección es muy atinada, las pistas lucen espectaculares.
Las pistas de ciudad tampoco dejan qué desear por su modelado y detalle; todas ya son conocidas de entregas pasadas, y las pistas originales –como siempre– son tremendas, y incluyendo ahora la nueva Matterhorn, una pista intrincada y difícil entre los alpes suizos. Si de pistas inventadas se trata, Gran Turismo siempre sale con algo muy bueno y espectacular para ver y manejar.
Casi todas pueden jugarse a la hora que quieras y con el clima que desees. Las transiciones temporales son fantásticas, ya que correr en un atardecer siempre se agradece. Los volúmenes y texturas de las pistas son perfectos: vale la pena dar unas cuantas vueltas en Ascari y luego ver videos de la pista real para comprobar que todos los detalles están ahí.
También hay que aceptar que vuelven a cometer errores, como los coches con bajo nivel de detalle, pero cuando arrancas un coche en una buena pista, te das cuenta del monstruo de simulador que es Gran Turismo 6. A lo largo de los años, he leído entrevistas con pilotos de carreras que tratan de explicar lo difícil que es Paddock, la primera curva de Brands Hatch, pero hasta que pasé por primera vez en un X-Bow de KTM por dicha curva –en GT6– entendí perfectamente a que se referían.
Es importante resaltar que Gran Turismo se vende como un simulador de manejo, y lo dice en la portada. Cuando se trata de simulación, Polyphony Digital lo lleva todo al siguiente nivel: las físicas de esta entrega son lo más apegado a la realidad que jamás haya visto y manejado en cualquier otro videojuego. Cada unos de los coches –premium o no– se maneja de forma distinta: todos tienen su propio carácter y algunos te dejarán marcado, haciendo que vuelvas a probarlo una y otra vez. Gran Turismo 6 tiene por detrás un estudio tan profundo que, en cada curva que tomes, sentirás por qué el auto se comporta de tal manera y entenderás que estos no hacen lo que quieren, sino lo que les pides y que responden de acuerdo a una serie de factores muy concretos y no al azar.
Cada cambio que le hagamos a un coche se verá reflejado en la sensación del mismo, a tal nivel que es posible arruinar el manejo por ponerle demasiada potencia. Por ejemplo, cuando la pista tiene una elevación o una fuerte caída, y cuando tocamos otra superficie o volvemos a la pista, sentimos el desbalance. En Gran Turismo 6 podremos apreciar cómo todo está calculado para que cada segundo de simulación sea exacto. Todo esto, combinado con las extraordinarias pistas, impone un estándar muy alto de cómo se debe sentir un simulador de carreras.
Otra mejora importante es la sensación de velocidad pues, con puros juegos de luces y desenfoques, se logra sentir la velocidad a la que vamos: la diferencia entre 100 y 250 km/hr es brutal, y no un mero número. El juego nos da tanta retroalimentación que aprendemos algo nuevo cada que regresamos a él. Nos obliga a pagar y corregir nuestros errores al volante, nos enseña que siempre podemos mejorar, nos lleva a dar ese paso extra y a probar si podemos pasar esa curva sin soltar el acelerador. En otras palabras, nos acerca a la experiencia de manejar un auto de carreras genuino.
Sí, Gran Turismo 6 tiene sus fallas, nadie lo puede negar; pero si algo hace mejor que todos en esta industria es simular la sensación de sentarte en un coche de carreras y manejar. El avance tecnológico que hay en esta entrega es un parteaguas para los fans de los simuladores de carreras que se suma a la gran colección de PlayStation.