Definitivamente, en la librería de exclusivos de Xbox, hacía falta algo como Ryse: Son of Rome.
Los alemanes de Crytek conocidos por Crysis, un fabuloso first person shooter que porta (y vende) su increíble engine de casa en cada entrega, siguen empujando las posibilidades técnicas del hardware al límite en el mercado (casi casi como si todo el tiempo estuvieran trabajando para un hardware que aún no existe).
Es precisamente Crytek quien está a cargo del título más ambicioso en el lanzamiento del Xbox One, juego del que millones de personas aún ni siquiera están enteradas de su existencia, pero que van a disfrutar.
Ryse: Son of Rome estrena la cuarta generación de CryEngine, la primera vez en la historia del estudio debido a que todos y cada uno de los juegos anteriores se habían estrenado en una PC. Ryse nos cuenta la historia de Marius Titus en la heroica búsqueda de vengar la muerte de su familia y preservar el honor de Roma, cueste lo que cueste.
Una de las razones principales por las cuales Ryse: Son of Rome se ve y se juega así es que cada una de las áreas tiene su propio director, animación, tecnología, arte, cinemáticos… todos y cada uno de ellos tienen muy clara la meta de hacer el mejor juego de acción aventura cinemático que Crytek haya hecho hasta la fecha, y al mismo tiempo, buscan empujar hasta el límite la tecnología que se tiene hoy en día.
Crytek tenía muy claro que querían tener un juego increíble con toda esta tecnología, pero al mismo que, aunque ellos dominaban el tema de cómo hacer videojuegos, querían contar una muy buena historia; por eso contrataron a un director de cine para dirigir todo el aspecto cinemático del juego: controlar cámaras, fotografía y todo lo demás relacionado con el séptimo arte para la realización de Ryse; la captura facial estuvo a cargo de The Imaginarium, quienes estuvieron a cargo de la serie de The Lord of the Rings (piensen en Gollum). Al final del día, todos estos ingredientes son los que forman Ryse.
Para la realización de Ryse: Son of Rome, Crytek tuvo la difícil tarea de crear un modo de combate fluido, dinámico y, que al mismo tiempo, sea cinemático; dos características que comúnmente vemos en conflicto (aun en un título que tiene la cámara tan cerca siempre vemos en la toma al avatar del jugador y a sus adversarios). Hay muchísimo trabajo detrás de cámara con detalles sutiles como éste, detalles que hacen la diferencia con Ryse.
Para Crytek no fue sencillo dar el salto de desarrollar First-Person-Shooters a crear un juego de acción y aventura; de hecho, cuando decidieron no desarrollar el juego para Kinect, Ryse: Son of Rome, como lo conocemos hoy en día, fue desarrollado a lo largo de dos años, después de tres prototipos distintos.
Sin más, vamos entrándole a la experiencia que tuve jugándolo. Me senté en el sillón, aún con el mal sabor de boca de E3, pues lo que muchos vimos fue un título que te arrebataba el control cada 10 segundos con un terrible QTE, el enemigo número uno de los videojuegos actuales.
En cuanto tuve el control, la experiencia fue muy similar a God of War, de hecho, apostaría que Ryse: Son of Rome tiene como target al mismo público. Obviamente Ryse no cuenta con “tanta” mitología, pero esta nueva entrega de Crytek tiene la presentación de 300 y Gladiador, se juega “a veces” como un hack and slash tradicional y puedes rematar a tus enemigos como si fuera Punch-Out.
Extendiendo este último statement, el juego se ve increíble, de hecho, no hay un sólo título este fin de año que se vea tan bien como Ryse: Son of Rome (lástima que está a 900p). La presentación es impecable: al ver sus escenas, fatalities, escenarios y personajes, creo que hay un tipo de jugador en particular al que Ryse le va a volar la cabeza. Si lo tuyo son películas como Gladiador de Ridley Scott, 300 de Zack Snyder y series como Spartacus, creo que Ryse: Son of Rome es algo que simplemente no te puedes perder.
La mayor parte del tiempo, controlas a Marius como en cualquier otro juego de acción aventura: espadazo, golpe fuerte, barrerte y demás. La característica más importante es tener buen timing para hacer counter de un ataque (entre más preciso, más efectivo) y rodar cuando el ataque requiera de algo más que simplemente cubrirte con tu escudo.
Si quieres tomar la opción de rematar a tus adversarios, podrás entrar a un QTE donde tu enemigo tendrá un borde de color amarillo o rojo (dependiendo el botón que debes presionar). Antes de entrar a este modo, un cráneo aparece arriba de los personajes, indicándote que están listos para morir de esta manera. Lo más interesante es que si te enfrentas con varios enemigos que tienen el cráneo al mismo tiempo, podrás aniquilarlos en la misma animación. La variedad de resultados en los enfrentamientos es claramente algo más que un simple QTE, de hecho, me atrevería a describir este aspecto de Ryse como una combinación de los juegos de Batman y su serie de Arkham con Punch-out y Sakura Samurai: Art of the Sword.
Ryse: Son of Rome es un increíble ride que te lleva por todos lados. Nunca estarás haciendo lo mismo y, aun cuando las situaciones son similares, los escenarios y enemigos siempre encuentran la manera de ensalzar lo conocido. Cualquier enemigo podrá ser “rematado” de acuerdo al escenario: no es lo mismo arrojar a un bárbaro al borde de un abismo que quemarlo vivo en una fogata; por lo que tendrás que estar muy al pendiente del escenario. Hablando de matar gente, creo que Ryse: Son of Rome es el juego más violento que he jugado en mucho tiempo. Quienes disfrutan del gore de God of War se sentirán en casa en este título de lanzamiento de Xbox One.
Repito: Visualmente no existe nada ahora en el mercado como Ryse: Son of Rome. El brillo de la armadura, la textura del lodo en los pantanos, la sangre brotando por doquier, las expresiones de los personajes, el grano de película, los objetos fuera de foco y demás hacen de la presentación de este título algo impecable. Jamás ningún videojuego o película había retratado Roma de esta manera.
Si hay un aspecto que haya sido mi favorito de Ryse: Son of Rome es la historia que cuenta. Generalmente el juego brinca en el tiempo, revelando poco a poco los momentos más álgidos de la historia, casi siempre soltándote el control en el preciso momento de venganza. Marius es un personaje inspirador que respetarás desde los primeros momentos, con una espectacular presencia, similar a aquella de Máximo y el Rey Leónidas.
Para alguien increíblemente incrédulo del potencial de un título tan cinemático, creo que me llevo una excelente impresión de Ryse: Son of Rome, por lo menos en las primeras (casi) tres horas que he jugado del título, me queda claro que probablemente ésta sea la primer killer-app de Xbox One para una generación de jugadores que gozarán de esta experiencia, sobre todo aquellos que han disfrutado de todo lo que la familia Xbox ha llevado a sus hogares. Fans de Gears of War, fans de Halo, fans de Xbox prepárense para un nuevo integrante de la familia, uno que pocos ven venir y que muchos envidiarán.
