¡Qué equivocado estaba cuando creía que la primera oleada de Skylanders serían mis últimos juguetes! El ritual de sentarme a jugar con mis bolsas repletas de Skylanders (la mayoría aún sin abrir) a un lado es una de las experiencias más placenteras que tiene este niño con bigote.
A lo largo de dos años, comprobé que era imposible seguirle el ritmo a la compra de figuras. Desde la primera generación, me di cuenta de que sería imposible tenerlas todas (aunque de la primera el único que me falta es Wham-Shell). No sólo por el tema de que no son baratas ni porque mi departamento comienza a verse como aquellos que salen en el programa “hoarders”, la verdadera razón es que no tengo el corazón para abrirlas: a menudo me encuentro jugando con las cajitas sobre el portal.
Mi primer Skylander es mi favorito: un ordinario Grill Grunt que ha estado conmigo desde el primer momento. Hay algo mágico en poner un Skylander en el portal, ver cómo la luz se altera y ver a tu figurita cobrar vida en la pantalla. Puede ser que las figuritas de Disney Infinity estén increíbles, pero les hace mucha falta tener un elemento tan importante como el Portal. En una industria que poco a poco deja los objetos físicos, Skylanders y Disney Infinity son un oasis de plástico. No es casualidad el éxito de vender estos juguetes/videojuegos. Dos años después, tenemos la tercer entrega en una aventura completamente nueva llamada Skylanders Swap-Force.
Algo que me dió muchísimo gusto es ver a mis “viejos” Skylanders cobrar vida en esta nueva entrega con toda la experiencia que había ganado en los juegos anteriores. Y ahora pueden subir de nivel aún más (anteriormente estaba topado al nivel 10) y todos se ven mejor que nunca. Vicarious Visions (a quienes tal vez conocen por desarrollar increíbles juegos de Game Boy Advance como Tony Hawk’s Pro Skater 2) estuvo a cargo de esta nueva entrega; contrario a Toys for Bob (creadores de la franquicia y desarrolladores de los dos últimos títulos), y contrario a los dos previos, los Skylanders Swap-Force se ven increíbles. Si bien anteriormente su desarrollo base había sido el Wii, esta nueva entrega también sale en Xbox One y PlayStation 4, por lo tanto había que dar una actualizada gráfica. El resultado es favorable: Swap-Force es un juego bellísimo.
Tal y como pudimos ver en el hands-on que hice hace algunos días, el juego viene completamente en español y creo que es una de las mejores opciones para regalarle a un niño esta navidad, aún si sólo se compra el starter pack. Lo nuevo en Swap-Force es la habilidad que tienen algunos Skylanders de intercambiar sus partes inferiores y superiores por las de otros: una mecánica que le da aún más libertad a los jugadores y que, al mismo tiempo, hace increíblemente tentador comprar más plástico.
Estas figuras están unidas por fuertes imanes (para que los niños no pierdan tan fácilmente alguna de las dos piezas). Intercambiar estas figuras no sólo permite combinar sus elementos, también permite la creación de un personaje completamente nuevo; por ejemplo, Wash Buckler (de agua) y Blast Zone (de fuego), ambos incluidos en el starter pack, pueden evolucionar ambas partes, pueden cruzar puertas elementales mixtas y pelear contra cualquier enemigo que sea débil ante el fuego o ante agua.
Más allá de esta nueva mecánica, Swap-Force se juega básicamente como las entregas pasadas: como una versión infantil (y divertidísima) de Diablo, con un toque de exploración, loot y acción en cooperativo que volverá loco a cualquier niño (y niñote).
Para darle variedad al gameplay, existen mini-juegos regados por todos los níveles, cada uno con sus propias reglas, que van desde un puzzle hasta una torreta que dispara.
Al igual que las entregas portátiles de la serie, ahora podrás saltar, añadiendo así una bienvenida dosis de platformer a Skylanders. La versión que usamos para esta reseña fue la de Wii U. En la pantalla del GamePad aparece toda la información acerca de los stats de nuestros Skylanders, también es posible (al igual que en Skylanders Giants) jugar sin usar la televisión, lo cual para un niño, debe de ser lo más cool del mundo mientras su jefa se chuta la novela.
Al igual que los otros juegos, Skylanders puede ser disfrutado en compañía de alguien más: ambos Skylanders tienen que ser puestos en el portal y cada jugador tiene control de uno. No hay split-screen, pero existe un límite de distancia entre los dos, forzando a quienes juegan a cooperar en esta divertida aventura (un increíble ejercicio para dos hermanitos que se pelean todo el tiempo).
Como es costumbre, Skylanders Swap-Force cuenta con un increíble soundtrack, todos los personajes tienen voice acting y, como anteriormente mencionaba, el doblaje en español es mexicano y cuenta con la interpretación de actores de verdad (sin Adal Ramones a la vista): un trabajo increíblemente bien logrado. También, para quien lo prefiera, está la opción de jugarlo en su idioma original.
Skylanders Swap-Force es un gran ejemplo de cómo trabajar en una secuela y mejorar todas y cada una de las características que han formado a la serie. Probablemente no sea el mejor juego para veteranos de los videojuegos (aunque dudo que alguien le haga el feo), pero les aseguro que para un niño no existe un mejor juego en el mercado, una insuperable opción para llevar por el buen camino a nuevos gamers, una inversión fuerte que recompensa a quien lo juegue con un buen videojuego.
